El credo de los mercados

Ubisoft vuelve a la carga esperanzada en recobrar el brillo de años anteriores. Los números la acompañan y los lanzamientos futuros pintan geniales. Sin embargo, tropezarse varias veces con la misma piedra parece ser parte de su cultura empresarial.

Ubisoft, aquella empresa que es mejor conocida por sus increíbles franquicias y también por sus “técnicamente imperfectas” iteraciones. Una firma que es capaz de brindarnos una reproducción detallada de la ciudad de París durante la Revolución Francesa y a su vez, en el mismo juego, personajes cuyas caras no se renderizan en la cutscene más importante del capítulo introductorio. Una compañía que es capaz de generar en los consumidores un síndrome de abstinencia o desconfianza ante la presentación de una nueva franquicia cuando todo debería ser hype y emoción.

Sí, Ubisoft está llena de contradicciones entre sus más de 10.000 empleados. Contradicciones que han logrado alienar a los consumidores de videojuegos con franquicias que a veces lo dejan a uno con sabor a poco: Es casi inevitable la aparición de un “pero” al momento de hablar de un nuevo episodio de Assasin’s Creed o inclusive sacarse de encima el sinsabor de un shooter RPG como The Division, donde parecía que nuestros enemigos eran esponjas de balas mientras que la historia era un agregado que se podía obviar en pos de alcanzar un nivel más alto para nuestro personaje.

Sin embargo, parece que la empresa tomó nota de estos problemas y ha comenzado a revertir la tendencia de lanzar juegos incompletos con la buena idea de terminar de arreglarlos “sobre la marcha”.

“Bienvenidos a Francia. Soy una boca con ojos.”

La codicia es buena.

Todos quieren hacer dinerito.

Los últimos resultados financieros presentados en noviembre del corriente año nos dan a entender que los muchachos de Ubisoft comprendieron el mensaje luego de que las ventas en el año 2015 se contrajeron un 5%: para que un producto en este mercado sea rentable primero tiene que ser jugable y luego “estar bueno” (sea lo que sea que signifique el término). Parece una condición obvia y extraña. pero también resulta chocante que dentro de la presentación a los inversores, los directivos de la empresa elijan como un logro a destacar el hecho de que al parchear sus juegos, los ratings y las ganas de jugar aumentan. Pues claro, a mi también me gustan los juegos que se dejan jugar.

Inclusive han revolucionado la historia del gaming con la idea de que nuevos parches para corregir errores agregando contenido, atrapan al usuario y lo fidelizan para que invierta más horas jugando. Probablemente los jefes de Ubisoft no se conviertan en casos exitosos de estudio en las universidades de marketing y desarrollo de productos, pero siempre es positivo que cambien para mejor.

Los más de diez millones de usuarios por franquicia de los juegos The Crew, The Division y Tom Clancy’s Rainbow Six están más que agradecidos y así responden: los jugadores activos mensuales han aumentado un 44% para el total de las franquicias de la empresa. Las ventas de DLCs y otros aspectos de las microtransacciones se han incrementado en un 132% alcanzando los noventa y cinco millones de Euros. Las ventas a nivel general se incrementaron un 36% y el margen bruto, descontando los costos de venta, creció un 80% en relación al mismo período del año anterior.

Bien, Ubisoft. Buenos juegos que funcionan mejoran el atractivo de tus franquicias las cuales se venden más. Has aprendido la lección y ahora todos podremos nuevamente disfrutar de tus hermosos paisajes e interesantes personajes… y sí, con sus caras completamente renderizadas.

De hecho, las cosas no podían estar mejor en el campus Ubisoft: la temporada se estaría cerrando con el lanzamiento del Just Dance 2017 -esa máquina de imprimir billetes al ritmo de la música-, la película de Assasin’s Creed con el bueno de Michael Fassbender, expansiones en sus tres franquicias multiplayer anteriormente nombradas, el juego de South park (que ya lo retrasaron una vez) y por último, aquel hermoso recorrido por la cultura hacker de un San Francisco no muy lejano que nos promete Watch Dogs 2. ¿Qué podría salir mal?

Imagen de una típica reunión de directorio del año 2016 en Ubisoft.

Mantén la calma y déjaselo a Ubisoft.

Talking Heads - Burning down the house.mp3

Bienvenida Britney Spears: justo cuando todos pensaban que Ubisoft comenzaba a enderezar la nave, ocurre Watch Dogs 2. Sí, un juego que carga con la pesada herencia de una primera entrega un poco difícil de digerir pero igualmente entretenida que estuvo lejos de ser gráficamente lo que nos prometieron en aquellas memorables tardes de E3. A pesar de esto, Watch Dogs 2 es en los papeles una versión mucho más divertida, colorida, chic y relajada de aquel futuro cercano donde las corporaciones controlan todo aspecto de la vida en las metrópolis. En teoría se veía bien y los “Let’s play” en Youtube eran hasta esperanzadores. Casi podríamos decir que Ubisoft aprendió del mundo del cine en donde tenemos a DC que se toma las cosas muy en serio y realiza películas de tono sombrío con poco éxito entre el público y la crítica, mientras que Marvel ostenta los récords de taquilla con su enfoque más casual del universo comiquero.

Sin embargo, el juego es lanzado sin multiplayer. Sí, leyeron bien. No tendrá los problemas gráficos que acosaron al Mafia III pero hay un hermoso cartel que dice “Perdón pero el multiplayer está deshabilitado”.

No sé porque tengo esa sensación de que el pasado se repite dos veces: primero como tragedia y luego como farsa. Ubisoft, una empresa que explícitamente reconoce que los juegos multiplayer generan más fidelización y que es indispensable que funcionen correctamente, lanza su principal franquicia de la temporada sin multiplayer. Inclusive si las funcionalidades del multijugador no fuesen el núcleo del juego, ellos mismos lo remarcan como algo importante en el potencial éxito de una franquicia. No entiendo.

El mercado habló y los números de ventas no son buenos: algunos medios especializados hablan de aproximadamente 60.000 unidades físicas vendidas en la primer semana en el Reino Unido para Watch Dogs II contra las 300.000 unidades que vendió el primer Watch Dogs en la misma ventana temporal y geográfica. Ante una caída de 80% en el volumen de ventas, la misma empresa salió a confirmar que el juego no superó sus expectativas en la preventa pero que confían en el boca a boca en el mediano plazo para alcanzar sus expectativas de ventas. Al parecer Ubisoft va a apelar a que sus tanques crezcan lentamente. Nadie esperaba que The Crew tenga diez millones de usuarios registrados y sin embargo hay muchos de autitos dando vueltas por los servidores. En algún sentido Ubisoft es Racing Club de Avellaneda: tiene un fanbase enorme pero nadie quiere admitir que es hincha y sin embargo, todos lo sufren los domingos en la cancha.

Entre demoras y Magneto.

Ahora, ¿demorarlo no era una opción?. Inclusive considerando la sobrecarga de títulos AAA por las fiestas de fin de año (Call of Duty, Dishonored 2 y TitanFall 2 están remándola en materia de ventas), retrasar la salida no hubiese sido una mala idea. Al menos una semana hasta que pagar un precio full retail permitiese el acceso al 100% de las capacidades del juego.

El mercado todavía no puede dirimir si existe una fatiga en la demanda con respecto a las franquicias triple AAA, si la situación macroeconómica en Gran Bretaña luego del Brexit afectó las ventas (la confianza de los consumidores viene en baja en las islas bretonas), si la gente ya no compra juegos físicos o si esto es un castigo particular a Ubisoft. Claramente todos los factores entraron en juego pero siempre es mejor aproximarse a los compradores con un buen producto. Digo, es un riesgo a evitar en un mundo cada vez más complejo, con unos consumidores más sensibles e hiperconectados a las reviews, novedades e inclusive backlashes.

Por otro lado, Ubisoft quiere aprovechar el impulso por el lanzamiento de película de Assasin’s Creed, y para esto sacó al mercado una versión remasterizada  para PS4 y XONE de las aventuras de Ezio en los distintos juegos de la saga donde participa. Siendo honestos, digamos que la opinión especializada se limitó a decir que el remaster empeoró en algunos aspectos de los juegos originales. Lo que parecía imposible, termina siendo real. Sin embargo, distintas personas en Youtube han tratado de salvar la imagen del juego y la empresa comentando que, en el mejor de los casos, el porteo se realizó sin arreglar algunos bugs que ya ocurrían en la versión original. Está claro que desde Ubisoft no le dedicaron mucho tiempo al remaster como para ofrecer un producto de mayor calidad al original. El daño a la imagen, por desgracia, ya está hecho.

Encuentren las 10 diferencias en los porteos “vagos” de Ubisoft

O hacés bien tu trabajo o lo hace otro.

*Knock Knock* “Quién es?” “Vivendi.”

Lo que está claro es que Ubisoft parece continuar con su política de lanzar juegos al mercado y arreglarlos sobre la marcha. Eso no solamente opaca la reputación de las franquicias (lo cual para una empresa de software parecería ser fundamental) sino que entre otras cosas, también pone en riesgo al mismo management de la empresa.

Como es sabido, Vivendi, aquella empresa que se cruzó en tribunales con Valve en el pasado, está interesado en realizar lo que en la jerga financiera se llama “hostile takeover” de Ubisoft. En criollo esto significa que una empresa quiere comprar a la otra inclusive si la que es comprada no estaba en venta. ¿Cómo lo hace? Adquiriendo las acciones de la empresa que circulan en la bolsa de valores hasta que un día controla un porcentaje suficiente del paquete accionario y es capaz de tomar decisiones a sola firma. Vivendi, que viene de desprenderse de Activision/Blizzard en 2013 y anda con ganas de volver al mercado del gaming, ya le arrebató mediante este mecanismo de compra hostil el control de Gameloft a Ubisoft, una empresa subsidiaria con una compleja relación al estilo NeXT/Apple.

Las idas y vueltas de las reuniones han beneficiado a Yves Guillermot, presidente y fundador de Ubisoft junto a sus hermanos. Yves logró que los accionistas lo reelijan para los cargos jerárquicos más importantes de la empresa. Sin embargo, una serie de desmanejos en materia de calidad en sus productos principales puede hacer que los mismos accionistas comiencen a mirar con buenos ojos un recambio en la cúpula dirigencial de la empresa.

Ubisoft, una empresa que saca chapa frente a sus competidores del hecho que puede lanzar con marcada regularidad juegos open world (y no bromeo, la sexta slide de la presentación, la cual pueden acceder clickeando aquí es una increíble inflada de pecho sobre este tema) tiene un extraño récord en lanzar juegos con problemas al mercado, algo que por desgracia no es ajeno al común denominador de la industria, solo que se agrava porque justamente todos los trimestres lanzan una franquicia caótica.

Capaz que lanzar los juegos completos sea una buena idea en términos de maximizar los beneficios. Quién sabe. El tiempo dirá.

"Cuenta la leyenda que cuando Gabriel tuvo contacto con una antigua pero hermosa Commodore 128 su vida cambió para siempre. Desde ese momento ningún día iba a estar completo si al menos no dedicaba parte del mismo a algún juego: Aventuras gráficas, juegos de estrategia y conquista, FPS e inclusive simuladores de vuelo o manejo lo han acompañado desde joven. Si bien el tiempo pasa y nos vamos poniendo viejos, sigue enganchado con los juegos y continúa fascinando con las nuevas tendencias del gaming como cuando era chico. Poseedor de una Playstation 4 mantiene en su corazón un lugar especial para Nintendo, la empresa que más satisfacciones le dio con esa bestia que se llamó SuperNES."