The Last Guardian Review

The Last Guardian llegó finalmente, luego de atravesar incontables problemas en su desarrollo y hasta rumores de cancelación. Preparate para saber por qué, pese a todo, es un juego que vale mucho más que lo esperado.

“Me desperté en un lugar desconocido… era una cueva. Me llevé un gran susto al darme cuenta de que estaba en compañía de una criatura gigante, una especie de extraña mezcla entre gato, perro, roedor y ave; que alguna vez me fue mencionada en historias. ¿Cómo la llamaban?… si, Toriko.

Estaba acostada sobre un lado, se la veía muy lastimada, temerosa. Tenía lanzas clavadas en su cuerpo -una especie de armadura protectora muy dañada- y se encontraba atada con un grillete del cual partía una gran cadena afirmada en el centro de la cueva.

No tenía idea de qué iba a ocurrir, pero tenía que ayudarla. Me trepé en su lomo; sus suaves y hermosas plumas contrastaban con el horror de las heridas y los restos de sangre.

¿Qué onda, me vas a seguir a todos lados?

¿Por qué Trico? El nombre del proyecto en su fase de desarrollo era Proyecto Trico. Trico viene de un juego de palabras dado que Tori en japonés, suena similar a Tri (de la fonética “three” del inglés: tres, por ser el tercer juego de la compañía). Por lo tanto, en los doblajes internacionales se mantuvo Trico, pero el nombre original es Toriko.

Quité una lanza con gran esfuerzo, gritó, se quejó como era de esperarse, pero resistió. Así procedí con el resto. Me acerqué a su rostro e intenté acariciarla, calmarla, pero aún estaba en agresiva posición de defensa. Me rechazó con gruñidos y topetazos con su hocico.

Miré a mi alrededor y vi unos extraños barriles conteniendo una especie de material viscoso azulado, parecido al color de sus dañados cuernos. Tomé uno y se lo acerqué; lo olfateó y luego de titubear un poco, me lo arrebató de las manos de un mordiscón, pero sin lastimarme.

Noté que le hizo bien, e inmediatamente fui a buscar el resto de barriles que pude encontrar en las cercanías.

Ahora más recuperada, se irguió de manera imponente, se acercó y me ofreció su hocico. Su mirada era de agradecimiento, me animé a acariciarla y en ese momento entendí que algo especial iba a suceder entre nosotros…”

Y nos hicimos amigos...

The Last Guardian no es un juego convencional, especialmente teniendo en cuenta todos los problemas que atravesó durante su desarrollo. El juego fue anunciado en 2007 para PS3 con una fecha estimativa de salida 2011/2012, fecha que claramente no fue alcanzada. Pasó de todo en el medio y esto llevó a que su director y diseñador Fumito Ueda renunciase a Sony (en Diciembre de 2011) y al equipo interno de SCE Japan llamado Team Ico -realizadores de ICO y Shadow of the Colossus-, para formar su estudio propio –GenDESIGN- con algunos ex-miembros que lo siguieron. Otros dos integrantes del departamento artístico también se fueron, pero formaron la empresa Friend and Foe, con la que lanzarán VANE en PS4, anunciado para 2017. El desarrollo continuó, tuvo hiatos, rumores de cancelación, pero finalmente se reintrodujo en la E3 de 2015, oficializando la fecha de salida para finales de 2016 y con el cambio de plataforma a PS4.

La relación entre nuestro protagonista (conocido simplemente como “The Boy”) y nuestra criatura amiga, es sencillamente sensacional. Porque justamente, Toriko o Trico (el último es como fue bautizado internacionalmente, pero Toriko, el nombre original en japonés, me gusta más) tiene vida propia, y eso se percibe en toda la aventura.

La IA con la que cuenta Toriko, sumado a las bellísimas y orgánicas animaciones de todo su cuerpo, no hacen otra cosa más que hacernos sentir que está vivo, pero a un nivel que jamás percibí antes en un videojuego. No existen palabras para poder describirlo; hay que vivenciarlo, hay que jugarlo.

Cuidado si tenés vértigo...

El nombre Toriko está relacionado con las expresiones japonesas: “prisionero”(toriko), “pajarito” (tori no ko) y también con “pájaro”(tori) y “gato”(ne ko). Podríamos pensar en la progresión del nombre como “tori no ko” > “tori ne ko” > “toriko”.

Si me caigo... ¿me agarrás?

Sí, la performance -tan criticada por varios medios- tiene ciertos justificativos acertados, pero en opinión de este humilde redactor, exagerados. El juego va entre los 20 y 30 fps en su versión de PS4 base, en 30 fps estables en PS4 Pro en resolución 1080p, y 27-30 fps en resolución 4K. ¿Pero toda esta numerología de qué nos sirve? De nada; la realidad concreta es que en PS4 base existen dos o tres lugares donde durante unos segundos el framerate cae de manera lamentable, pero nada más. Desde ya que hubiese preferido que sean 30 constantes como en PS4 Pro, pero cierto es que no arruina la experiencia de ninguna manera. Además de que claramente la brillantez del desarrollo pasa por el logro descomunal de lo que es Toriko. Los escenarios son simples, pero artísticamente muy bellos y dentro del estilo del autor. Si estás esperando que gráficamente esté a la altura de Horizon, Battlefield 1 o Uncharted 4, estás buscando lo equivocado. Es algo que el juego jamás se propuso, por eso no comparto tampoco las críticas al apartado de la potencia gráfica. Se nota a la legua que jamás fue esa la intención.

¡Torikoooooooooooooooooooo!

Me tiro, no me tiro, me tiro, no me tiro...

En cuanto a la experiencia de juego, los controles del niño son un poco toscos, pero están dentro del estilo esperado y a mí sólo me hicieron sentir más conectado, lidiando con cosas que un niño no podría manejar fácilmente.

Esperar que trepe como Lara Croft es otro error también. Los controles son duros, pero uno se acostumbra. Además el set de animaciones de nuestro prota está diseñado para reforzar la idea de su torpeza.

Este juego tiene la firma de su autor, Fumito Ueda, que lleva en su haber tres títulos que consisten en lo mismo: un viaje pseudo-onírico de magia, amistad y sentimentalismo que sólo títulos como Journey, Brothers: A Tale of Two Sons y Abzû se pueden dar el lujo de lograr. A mi gusto, si bien muy buenos, ninguno logra igualar las vivencias que tuve con los juegos de este autor.

The Last Guardian es en esencia un juego de puzzles. La diferencia con los títulos anteriores, es que Toriko toma sus propias decisiones, pero puede ser influenciado por nuestros pedidos a los gritos haciendo señas. Cuanto mejor tratamos a Toriko y avanza el juego, más nos obedece, pasando de cierto nivel de rebeldía inicial, a la obediencia fiel de una mascota amada (un poco grande para el living de la casa, pero bueno).

El objetivo principal consiste en escapar de las ruinas de una otrora ciudad fortaleza, la cual contiene una energía misteriosa que alimenta a sus defensores: unos seres energéticos incorpóreos, cubiertos por antiguas armaduras de caballeros.

El niño puede hacer poco y nada ante ellos, y siempre dependemos de que Toriko los desarme a zarpazos bestiales.

Esperame, seguro que este camino es re cortito...

No obstante el juego está fuertemente (por no decir choreado descaradamente) del concepto introducido en ICO, donde hay una relación de dos personajes (Ico y Yorda) y dependen el uno del otro para poder escapar del castillo en el que se encuentran. Yorda era un personaje menos protagonista, nos acompañaba y nos abría puertas mágicas, pero después, dependía de nosotros.

Acá la cosa es diferente, los puzzles consisten en limpiarle el camino a Toriko, pero también en que él nos lleve a lugares inalcanzables para nosotros. Este componente refuerza aún más lo especial de este juego: nuestro protagonista es el personaje más débil; el héroe justamente es aquel que nosotros no controlamos de manera directa. Esa sensación es realmente especial.

La travesía no pasa por lo que hacemos, sino por lo que vivimos en el recorrido, que está diseñado para ofrecernos momentos inolvidables in crescendo, llevando nuestros sentimientos al límite de la emoción.

La cámara obliga una mención en los contras: hace cosas muy raras, que tienen que ver con el tremendo tamaño de la criatura, y donde podemos llegar a quedar ubicados con el niño, haciendo que se produzca, al atascarse la misma, una micropantalla en negro que “resetea” a la mejor posición posible. Ese es un efecto muy extraño; la solución habitual para estos casos, es que los personajes u objetos tengan cierta transparencia o bien otras técnicas. Claramente algo sucedió en el pulido del juego que hizo que se tomase esta extraña solución. Molesta, pero uno se acostumbra y no pasa a mayores.

The Last Guardian es un juego lleno de emociones, con cierta tosquedad en sus controles y algunos problemas de performance y de cámara, que no arruinan la experiencia en lo absoluto, pero que se deben marcar para demostrar la falta de pulido final que le falta para ser perfecto.

No te pierdas la posibilidad de hacerte amigo de Toriko, compartir cosas con él, limpiarle la sangre de sus heridas, acomodarle su bello plumaje luego de que reciba todo tipo de golpes y atraviese complicadas situaciones para defenderte. Porque en este caso y en definitiva, lo que importa no es el destino sino el viaje en compañía de un amigo; en este caso, una criatura gigante poco convencional.

Si te gustaron ICO y SotC, te garantizo que es imposible que este título te disguste. Si jugaste sólo uno o ninguno de los juegos anteriores, dale una oportunidad porque es una experiencia espectacular.

*En el reciente parche 1.03, unas pocas áreas han tenido una pequeña mejora de performance en PS4 Base, y en ambas versiones la sensibilidad del stick derecho ha sido ligeramente refinada.

¿LO JUEGO?

Claro que sí; salvo que no te atraiga absolutamente nada de lo descripto.

Checkpoint opina…

fede_web

Si hay alguien que sabe traer emoción y amor a sus videojuegos es Fumito Ueda. Cuesta creer que luego de diez años (o más), de desarrollo, prácticamente todo haya salido tan bien. Si bien gráficamente no se encuentra a la altura de juegazos como Uncharted 4, no defrauda en lo más mínimo, y más aún, destaca por su apartado artístico, tal como lo hicieron Ico y Shadow. Salvo pequeños detalles, por primera vez se siente a una inteligencia artificial tan natural. Un juego indispensable en la librería de exclusivos de PS4, más que suficiente para justificar la compra de la consola. Gracias Diegote por explicar el origen de la palabra Trico.

beto_web

Me encantaron ICO y Shadow of the Colossus, y no veo la hora de disfrutar de The Last Guardian. Más aún luego de leer esta sentida y profunda review de Diegote.

seba_web

Me gustó mucho ICO, un pelito más que SOTC, así que todo indica que debería disfrutarlo un montón. Después de tanto tiempo, tantas idas y venidas, que el juego haya sido lanzado de buena manera es un logro de la industria y del pedido de sus fans, para que no se descarten proyectos en los que muchas personas dedican parte de su vida. Ansío sobremanera poder jugarlo ya que los juegos anteriores los viví como experiencias únicas e irrepetibles, cortando todo tipo de semejanza con el gaming convencional contemporáneo.
Brindo porque más juegos de este estilo logren ver la luz y tener una gran recepción.

facu_web6

Si bien le tengo todas las ganas, no me hierve la sangre como con otros juegos… o así era antes de leer la review de Diegote y escuchar reiteradamente sus recomendaciones. Me sorprendió el no 10 (o 9.5), sin embargo no hay excusa para los problemas técnicos. Parece un lindo fin a esta trilogía no convencional.

Lo Bueno

  • Excelente ambientación y diseño artístico en la tónica de los juegos anteriores.
  • Conexión emocional asegurada.
  • La IA más lograda desde Black and White.
  • Mi amigo Toriko.

Lo Malo

  • Caídas ocasionales, pero espantosas, de framerate en PS4 Base.
  • La cámara puede ser muy molesta por momentos.
9

Joya del gaming

Diegote empezó a jugar con el clon de Atari 2600 "Dynacom" y poco tiempo después conoció la ColecoVision y se terminó de enamorar de los videojuegos para siempre. Conductor de Checkpoint radio, actor, coreuta y programador de sistemas; aporta ese granito de arena al proyecto de Checkpoint. Es consolero y tiene un amor olvidado en la Sega Genesis y la Dreamcast. Actualmente juega mucho en Playstation, pero también tiene una PC más o menos Gamer y disfruta de las bondades de Steam. Le encantan los shooters y aventuras en 3ra persona, y si tienen buenos puzzles mejor; en los últimos años se prendió mucho con la onda de los juegos indie.