¿Qué nos dejó el evento de la Nintendo Switch?

Fin del misterio: la nueva consola hogareña/portátil de Nintendo tiene precio, tiene algunos juegos y tiene algunos nuevos/viejos problemas. Bienvenidos a la nueva generación de entretenimiento, fanáticos de Nintendo. No, en este artículo no se habla de Karen.

Nintendo Switch. La nueva consola de Nintendo se presentó oficialmente el pasado 13 de enero del corriente año en un extraño evento realizado en la ciudad de Tokyo, Japón. En el mismo, se definieron cuestiones claves del nuevo sistema de entretenimiento de la gente de Nintendo: el precio (cuánto te va a salir), el contenido de la caja (qué vas a comprar) y los juegos que se esperan en el corto plazo (cómo la vas a usar). Vamos por partes.

En primer lugar, el costo: 300 dólares por una consola es hoy en día algo razonable en la industria. Sin embargo, no todos parecen haberlo entendido así; los inversores y analistas de mercado esperaban que el valor a pagar estuviese más cerca de las reales capacidades de un hardware que tiene varios años de existencia; algunos especularon con un gran retail value de 200 dólares mientras que la media de mercado apuntaba a 250 dólares como algo lógico, cercano a la PS4 Slim. La realidad es  que el precio de 300 dólares sorprendió a muchos de los accionistas, quienes respondieron negativamente vendiendo las acciones en la bolsa de Tokyo lo que produjo una caída de más del 5% en el valor de la empresa. Léase que otro de los golpes que acusó el mercado se debe al excesivo precio fijado por los accesorios de la consola, algo que inclusive puede llegar a elevar el precio final de todo el combo nintendero en más de un 30%. Esto sin considerar que la consola viene sin juegos incluidos. Ups.

Hola Reggie, se te extrañaba. Gracias por la nueva Stacy Malibu

¿Qué estamos comprando?

Ser o no ser una portátil, esa es la cuestión

Veamos qué trae la caja de nuestra flamante Nintendo Switch: un dock, una consola portátil, dos Joy-Con (los controles) y “un perrito” para armarte un mando más similar a los controles tradicionales de las consolas de Sony o Microsoft. Aquí es donde surge la gran divergencia entre “el querer ser” y lo que podría terminar siendo la nueva consola de Nintendo: La empresa pretende que el aparato se catalogue como consola hogareña con propiedades que la hacen transportable o móvil, la pantalla va en un dock que transmite a la televisión pero al agregar los Joy-Con y retirar la pantalla se convierte en una portátil, pero en la práctica todo indicaría que la Nintendo Switch podría ser una increíble portátil, dado que el poder de procesamiento está efectivamente en la pantalla, que a su vez parece entregarnos la posibilidad de continuar nuestra experiencia gamer overclockeada si disponemos de salida HDMI en nuestros televisores.

Gran parte de los invitados al evento realizado en NY para complementar el show japonés remarcaron que lo más interesante de la experiencia de la Switch ha sido la de encastrar ambos Joy-Con a la pantalla de 6,2 pulgadas (similar en tamaño al iPhone 7 Plus) para llevarse a Link a dar una vuelta por el barrio, aunque físicamente no pudieran salir del recinto donde Nintendo exponía la Switch. Para una empresa que vivió dividida entre su experiencia portátil y sus consolas de hogar, la Switch es la síntesis perfecta que vuelve a unificar el desarrollo interno y la estrategia de marketing. Que no les resulte raro que ahora veamos morir lentamente a la 3DS y la reemplacemos por este nuevo paradigma híbrido.

Volvamos sobre nuestros pasos y hablemos del precio: 300 dólares por un hermoso hardware hogareño/portátil que ningún otra empresa actualmente ofrece parece ser una buena opción para un mercado que Nintendo conoce de memoria pero que parece no tener respuesta frente a la creciente oleada de mobile gaming: muchos analistas agradecen la opción de que con un control físico más que adecuado y la posibilidad remota (pero latente) de portabilidad de muchos títulos de Android, gracias a que la Switch utiliza un chip NVIDIA, Nintendo pueda capturar algo de ese mercado que se le escurre de las manos desde el lanzamiento del primer iPhone, hace ya 10 años. Aquí podría residir el valor de la consola en el largo plazo pero implicaría que Nintendo empiece a curar menos su librería de lanzamientos, algo que no veo factible conociendo el estricto control de calidad nippon.

Una opción que habría dejado a todos contentos en materia de precios y rentabilidad -pero que vaciaba de contenido a los conceptos marketineros que nos venían mostrando-, hubiese sido la de vender una versión “minimalista” de la consola sin el Dock por un valor cercano a 200 dólares (dado que el Dock se vende por separado a un precio de 90 dólares). No descarto que el día de mañana esta se convierta en una opción viable si fracasa el “modo hogareño”. La versatilidad del producto hace que si el mercado apunta en esa dirección, Nintendo tenga la posibilidad de gradualmente cambiar el enfoque. Recuerden que la Xbox One parecía inseparable del Kinect como centro de entretenimiento integral y es el día de hoy que nadie en Microsoft quiere recordar esa pobre experiencia fallida.

La verdad es que es un cacho de plástico con tres conectores.

En el fondo, solo importan los juegos.

Futura imagen similar a “gente que compró dólares durante el corralito”

Ahora bien, 300 dólares por un hardware que apenas puede alcanzar los 1080p en su modo “consola hogareña” va a generar muchos problemas entre los desarrolladores que ya vienen trabajando hace años con consolas más potentes como la Playstation 4 (Pro/Slim) de Sony o la Xbox One (Scorpio/S) de Microsoft. Las primeras impresiones de los asistentes al evento sobre el gran lanzamiento inicial (The Legend of Zelda: Breath of the Wild) han sido mixtas: si bien mostraron la mismo demo que en la E3, muchos han comentado que el juego en la Switch se arrastra más que su versión de Wii U. Personalmente me llamó mucho la atención que luego de ver varios videos en You Tube, se noten algunos bajones de frames. En defensa del Zelda y de Nintendo, puede ser que la demo no sea la versión final optimizada. Quién sabe.

Por otro lado, también pesa el factor de que todos los game developers están en modo wait and see hasta que lleguen los primeros números de ventas consolidados. Recién ahí es probable que se sienten a analizar si vale la pena formalizar un proyecto de inversión para embarcarse en la producción de juegos para la Switch. Muchos pasos previos antes de la elaboración del juego lo que se puede traducir en demoras para el lanzamiento de más títulos interesantes. A pesar de esto, Electronics Arts te regala un FIFA, Bethesda un juego que tiene varios años en el mercado y nuestra querida Ubisoft, un Just Dance, juego que todavía se desarrolla para Wii. Ahora bien, si la consola se vende, la gente cambia, aparece la oferta de juegos y el mercado se adapta. El problema es que venda…

Nintendo parece haber desarrollado una consola portátil para un nicho de jugadores que ya están altamente fidelizados, con títulos AAA de lanzamiento como Zelda, Zelda y ehm… ¿Zelda? Ni Mario va a estar desde el principio, aunque Nintendo ya prometió un juego que recuerda al Sonic Adventure, siendo esto algo no necesariamente muy bueno. Se proyecta que para el primer mes la cantidad de títulos disponibles sería menor a 10 títulos mientras que las grandes franquicias restantes (Mario a pata, Mario en autos y… ¿Mario con niveles de experiencia? Ah! y un Splatoon) todavía están en desarrollo. No creo que valga la pena hablar sobre el 1-2 Switch, una demo técnica de las capacidades de los Joy-Con con el mismo valor de repetición que la final del Mundial ’90.

En el mundillo de los third party developers ya vimos un FIFA antes de fin de año, Xenoblade Chronicles 2 antes de fin de año, otros JRPG antes de fin de año y algunos juegos más, también antes de fin de año. ¿Notan un patrón? Sí, cualquier juego que viste en la presentación, antes de fin de año. Y ojo, esto también pasó con las consolas más potentes del mercado, pero a fuerza de anuncios, promociones y demás salieron del pozo rápidamente y hoy son unas powerhouses que acumulan más de un centenar de lanzamientos para 2017. Por más polémica que genera, no hay que desmerecer el papel que jugó el Destiny para la actual generación de consolas. Te dio una razón para agarrar el Dual Shock 4 o bueno… el mando de Xbox One, si alguien sabe qué es eso.

Para mi, que soy un gamer amante de Nintendo que se toma las cosas con calma y no poseo otra consola en este momento, estimo que voy a sacarle meses de entretenimiento al The Leyend of Zelda: Breath of the Wild, pero no puedo decir lo mismo del hardcore gamer que devora los juegos en cuestión de días o semanas. Inclusive el dato de una batería que dura 2 horas en un juego tan demandante como el Zelda, me parece adecuada en relación a mi afición. Pero la falta de títulos puede generar el efecto “maquinita que junta polvo” que todos temen por igual. A las cosas uno las quiere por repetición: las usás tanto que al dejarla tenés esa necesidad imperiosa de volver a tenerlas entre tus manos ASAP (lo más pronto posible). Más la usás, más gastás en el store digital, más los desarrolladores ganan plata y más juegos aparecen en el mercado. El círculo virtuoso del capitalismo.

Algo que puede pasar si tenés una PS4/XONE es que capaz te enganches con algún juego de esa consola y dejés abandonada a la Switch hasta nuevo aviso. Ni hablar si ya tenés una Wii U, cuál es el incentivo a comprarte una Switch en el corto plazo si el Zelda también sale para la anterior generación de consolas hogareñas de Nintendo.

Más vale que durés meses (y que se hayan acordado de poner NPCs).

Para finalizar, un café y un pre-order por favor. ¿Para vos?

¿Y Karen? Soy un hombre de palabra. Este es Slavoj.

Lo que la empresa de Kyoto tiene que entender y aprender de la experiencia fallida de la Wii U, es que con sus franquicias solo no alcanza. Hace poco escuché a Shigeru Miyamoto decir que la gente ya no juega tantos Marios como antes. Si bien el fontanero tiene un alto reconocimiento de imagen, pocas personas habían vivido la experiencia plataformera que lo caracteriza. Es por esto que Nintendo está haciendo una apuesta fuerte: lanzar una consola que mejora aspectos de hardware en relación a previas iteraciones y que tiene esa cosita de “yo la quiero” pero que no ostenta un stream continuo de juegos en el corto plazo, posee el riesgo de caer en el infame círculo vicioso de la Wii U: no se vende, no hay juegos, no se vende and so on and so on como diría el filósofo superestrella europeo Slavoj Zizek.

Quedará para los próximos meses ver qué estrategia toma Nintendo con respecto a la promoción de juegos y beneficios para desarrolladores. Por ahora, quien les escribe va a comprar una Nintendo Switch pero no está muy seguro de que el mercado, volcado a otras consolas, piense lo mismo.

"Cuenta la leyenda que cuando Gabriel tuvo contacto con una antigua pero hermosa Commodore 128 su vida cambió para siempre. Desde ese momento ningún día iba a estar completo si al menos no dedicaba parte del mismo a algún juego: Aventuras gráficas, juegos de estrategia y conquista, FPS e inclusive simuladores de vuelo o manejo lo han acompañado desde joven. Si bien el tiempo pasa y nos vamos poniendo viejos, sigue enganchado con los juegos y continúa fascinando con las nuevas tendencias del gaming como cuando era chico. Poseedor de una Playstation 4 mantiene en su corazón un lugar especial para Nintendo, la empresa que más satisfacciones le dio con esa bestia que se llamó SuperNES."