Shadow of the Tomb Raider Review

Transcurridos cinco años desde que Crystal Dynamics decidiera darle una lavada de cara a la saga insignia de Eidos, Shadow of the Tomb Raider nos muestra cómo una joven pero atormentada Lara Croft debe lidiar con las consecuencias de su actuar impetuoso, dándonos mucho más y mejor de lo que ha hecho grande a esta trilogía.

A través del reboot de esta icónica saga del año 2013 y su secuela, Rise of the Tomb Raider, Crystal Dynamics ha sabido llevarnos en un viaje en el cual hemos podido ir apreciando poco a poco cómo una joven e inexperta Lara Croft fue convirtiéndose en una versada superviviente de las situaciones más adversas, mientras hace honor a su legado y apellido descubriendo algunos de los mayores misterios arqueológicos existentes.

Pero no todo es color de rosa para Ms. Croft: este recorrido ha dejado profundas cicatrices en la psiquis de nuestra querida Lara, y ese fortísimo carácter que le permite sortear situaciones imposibles también la ha llevado por el camino de una patológica obsesión que la ha cegado de las consecuencias que pueden conllevar sus acciones, y ahora ella es la única capaz de salvar al mundo de un conjunto de catástrofes que lo extinguirían tal como lo conocemos hoy en día.

Paisajes sudamericanos que sacan el aliento.

Podremos revivir uno de los momentos más traumáticos de Lara.

Bajo esta sencilla pero ominosa premisa, Eidos de Montreal nos pone una vez más en la piel de uno de los íconos pop más reconocidos del mundo de los videojuegos, dando así un merecido final, lleno de pompa y circunstancia, a las aventuras originarias de Lara Croft.

Esta vez, el insaciable hambre de conocimiento de nuestra heroína la lleva a explorar las profundidades de Sudamérica, viéndose así envuelta en los infinitos misterios que rodean las culturas originarias, y enfrentándose una vez más a Trinity, la facción que nos fuera introducida en la iteración anterior y que parece estar siempre dos pasos adelante de la arqueóloga.

Con Jonah a su lado, Lara deberá no sólo sortear los obstáculos que le imponga Trinity -encabezado por el Dr. Dominguez, un experimentado arqueólogo con algún que otro concepto desvirtuado-, sino también evitar el armagedón que ella supuestamente desencadenó.

Sin ahondar por demás en la historia, que es el aspecto más interesante -por ende, spoileable- del juego en reseña, me limitaré a asegurarles que ésta se desarrolla de una manera atrapante, y hasta dudamos en desviar nuestra atención en las -a veces interesantes, pero mayormente no- side quests que se nos irán presentando, logrando así llegar de a poco a un final digno de esta saga de origen; no pudiendo a la vez evitar preguntarnos una y otra vez qué le deparará próximamente a Lara: ¿veremos una nueva etapa de ella donde perfilará a ser la Lara que nos enamoró en 1996? ¿Querrán transformar por completo al personaje? Sólo el tiempo nos sabrá decir cuál será el próximo desafío que pondrá a prueba las habilidades de nuestra aventurera favorita.

Esta vez, el insaciable hambre de conocimiento de nuestra heroína la lleva a explorar las profundidades de Sudamérica, viéndose así envuelta en los infinitos misterios que rodean las culturas originarias.

Por suerte, los desarrolladores canadienses decidieron volver un poco a las raíces de Lara, por lo que Shadow of the Tomb Raider da en el blanco a la hora de sacrificar los numerosos enfrentamientos armados que pudimos apreciar en las anteriores entregas por un mayor enfoque en la exploración y resolución de puzzles en criptas y tumbas.

A ello se suman dos nuevos factores que agregan aún más profundidad: la habilidad de Lara de hacer rápel, y la gran cantidad de terreno submarino a explorar; parece poco, pero estos agregados permiten añadir una gran verticalidad y complejidad  a los espacios y puzzles, por lo que más de una vez se verán obligados a detenerse y observar la situación en perspectiva para hallar la solución.

Algunas escenas acuáticas pueden ser muy desesperantes...

Las vistas son embellecedoras.

Las experiencias vividas han dejado profundas cicatrices en la psiquis de nuestra querida Lara, y ese fortísimo carácter que le permite sortear situaciones imposibles también la ha llevado por el camino de una patológica obsesión que la ha cegado de las consecuencias que pueden conllevar sus acciones.

Como si ya esto no resultara suficiente, también contamos con la posibilidad de personalizar nuestra experiencia, ya que esta tercera parte de Tomb Raider nos permite elegir la dificultad de los tres pilares que conforman las principales mecánicas del juego: resolución de puzzles, exploración y combate, optando por fácil, normal o difícil para cada uno de estos aspectos, dejando así al gamer hacer énfasis en la parte que más disfruta del juego.

Ello, junto a la opción de permitir a los personajes hablar en su idioma nativo, es un mérito excepcional por parte del equipo desarrollador, ya que logran crear una inmersión poco antes vista en títulos del género.

Tal como nos han acostumbrado sus dos entregas anteriores, en esta última parte de la nueva trilogía de Tomb Raider deberemos hacernos con cuanto recurso podamos y nos facilite el ambiente, ya que constantemente debemos procurar manufacturar nuestra munición y cuidar de nuestra salud, pudiendo esta vez no sólo usar las plantas a tales fines, sino que también podremos explotar efectos tales como una agudeza en la percepción o concentración, haciendo a Lara más susceptible a todo su alrededor.

Además de eso, tendremos la posibilidad de mejorar constantemente las armas que vayamos consiguiendo, como a su vez confeccionar diferentes atuendos que brindarán mejoras a las distintas habilidades de Lara: los trajes son muchos y muy variados, por lo que el gamer que quiera hacer este juego al 100% tendrá vasto contenido del cual disfrutar.

Deberemos familiarizarnos con los lenguajes para descubrir todos los secretos.

Shadow of the Tomb Raider nos permite elegir la dificultad de los tres pilares que conforman las principales mecánicas del juego: resolución de puzzles, exploración y combate, optando por fácil, normal o difícil para cada uno de estos aspectos, dejando así al gamer hacer énfasis en la parte que más disfruta del juego.

¿Pueden divisar a Lara?

Por último, ha de destacarse que los pocos enfrentamientos que el juego nos presenta pueden ser sorteados en su gran mayoría haciendo uso de las habilidades stealth de Lara, ya que no sólo la espesa vegetación del entorno selvático permite camuflarnos cual Predador, sino que contamos con la posibilidad de cubrirnos de barro, lo cual por momentos hace que la aventurera se torne indistinguible para sus enemigos respecto de su entorno.

Ello, en conjunto a las numerosas habilidades que podremos utilizar, nos permitirá desatar el caos sobre aquellos pobres mercenarios sin que siquiera puedan darse cuenta de qué está pasando.

Como podrán apreciar en las imágenes que acompañan estas líneas, Shadow of the Tomb Raider goza de un aspecto gráfico excepcional, el cual brilla en su máximo esplendor al correr en PlayStation 4 Pro o Xbox One X -y PCs de última generación, claro está-, brindando un detalle exquisito tanto en los ámbitos donde prevalece la flora y fauna, como así también en los lugares más civilizados, creando así la experiencia definitiva para Lara Croft: una que la despide con la gloria que merece, y que nadie debería perderse.

Shadow of the Tomb Raider muestra cómo debe cerrarse una trilogía: elevando toda apuesta anteriormente introducida, poniendo a su protagonista ante la adversidad que la terminará definiendo, y dando al gamer una experiencia completa, dejando a Lara Croft par a par con su principal competidor. Eso sí, no es recomendable jugar esta entrega sin haber atravesado las dos anteriores, ya que explota todo aspecto ya introducido y asume que el gamer los conoce.

¿LO JUEGO?

Sin dudarlo, pero no sin jugar las dos entregas anteriores.

Lo Bueno

  • Un final de trilogía con todas las letras.
  • Exploración y puzzles dignos de la saga.
  • Inmersión extrema.
  • Historia interesante en un contexto que genera intriga.
  • Selector de dificultad personalizable.
  • Gráficos sobresalientes.

Lo Malo

  • Hay que jugar las anteriores entregas sí o sí.
  • Es difícil imaginar a esta Lara convertirse en la de 1996.
  • No introduce suficientes novedades para atraer público nuevo.
  • Demasiada agua (chisteeee).
8.5

¡A no dejarlo pasar!

Con el Derecho como vocación, y los videojuegos como pasión, Guille, “el Gurú”, es un gamer integral, con un amor incondicional a Nintendo, pero que se desvive por jugar cuanta cosa sale al mercado...y hasta a veces lo que ni llega a salir. Los géneros que lo pueden son los RPGs -tanto orientales como occidentales-, peleas y aventuras gráficas; con una fuerte tendencia a desenterrar juegos viejos y olvidados -de ahí su apodo-.