Okhlos – CoffeePoweredMachine

Los chicos de CoffeePoweredMachine, nos muestran Okhlos, su segundo juego. Nos encargaremos de liderar una muchedumbre de Griegos enojados, cuyo objetivo es destruir a sus dioses y todo lo que encuentren a su paso.

Cuando uno se entera que existe un pequeño equipo argentino de desarrolladores (dos, para ser preciso), que crea su empresa, CoffeePoweredMachine, y nos ofrece lo mejor que tienen para dar en materia de gaming. ¿Qué otra cosa puede sentir uno, si no es orgullo?

Estoy hablando de Roque Rey, y Sebastian Gioseffi, el primero es artista y el otro, programador. Ellos fundaron su estudio en el 2011, y Okhlos, el juego en cuestión, es el segundo que desarrollan.

Cuentan además con la ayuda de A Shell in The Pit, quién aporta su música. Si tuviste la oportunidad de jugar Rogue Legacy, sabrás que la calidad de lo que hace es excelente.

Pongámonos las sandalias, aseguremos nuestra túnica y adentrémonos en la antigua Grecia.

Reclutando más y más griegos para aniquilar a los enemigos.

En Okhlos lideramos a una masa de griegos de todo tipo.

Apollo, Phobos, Deimos… ¿Cuántos dioses del Olimpo podés reconocer?

Okhlos

Okhlos, si se quiere, es un simulador de muchedumbre enojada, situado en la antigua Grecia. Si tuviera que comparar el gameplay, diría que es similar a Overlord, o Pikmin.

Con el stick izquierdo controlamos a nuestro héroe y con el stick derecho controlamos a la tropa. De no contar con un joypad, W, A, S y D reemplaza el stick izquierdo, y el mouse reemplaza el stick derecho.

Comenzamos con un personaje creado de forma aleatoria, y a medida que nos acercamos a personas o animales, los incorporamos a nuestro séquito.

Los niveles también se generan de forma aleatoria, por lo que las partidas serán siempre distintas.

Podemos verificar el estado de cada uno de nuestros súbditos al pausar el juego, donde se nos permite ver la experiencia que acumulan, la vida restante, la moral, el nivel de ataque y su defensa. Cada individuo que recolectamos tiene su nombre y categoría, ámbos correspondientes a la antigua Grecia. Encontraremos sujetos, como por ejemplo, el ciudadano Leoninandros.

Es normal tener en pantalla al menos 60 fieles seguidores, dispuestos a cumplir nuestro comando.

Una fuerte pisada inicia una guerra sin cuartel, entre Griegos y dioses.

El tumulto de Griegos que juntamos, además de correr de un lado para otro, tiene la posibilidad de atacar a guerreros y dioses menores, que intentan impedir que lleguemos a los dioses de renombre. Basta con dirigirlos al lugar que queremos que ataquen e indicarles que lo hagan, para que, nube de polvo mediante, lo que alguna vez fue una casa, un templo o un baño Griego se conviertan automáticamente en escombros. Con cada cosa que se destroza, mejora el poder destructivo en general, pudiendo derribar estructuras cada vez más grandes.

Entre los distintos enemigos encontraremos: gigantes, acólitos, sacerdotes, cíclopes y otros seres míticos. Gracias a la barra de vida que aparece sobre su cabeza, es posible saber cuánto falta para aniquilarlos. Una vez que logramos limpiar al mapa de enemigos, podemos avanzar a la próxima pantalla.

Entre niveles, tenemos un lugar de descanso, con acceso a un vendedor. Al interactuar con él, vemos que intercambiando cierta cantidad de humanos o animales, nos ofrece distintas mejoras para nuestra manada.

Por ejemplo, a cambio de diez mujeres, mejoramos nuestra capacidad de reclutamiento en quince unidades. O entregando ocho guerreros, obtenemos una mejora del 25% de nuestra vida. Sacrificando a quince animales mejoramos la defensa de los seguidores.

Cada nivel cuenta con suficientes seres que podemos integrar a nuestra multitud, lo cual torna muy raro encontrarse con lugares sin ocupar. Vamos a ser acompañados por personajes de lo más variados.

Al final de cada nivel confrontamos a uno de los doce dioses, cada uno con habilidades y forma de combate acorde a la mitología griega.

Gallinas gatos, ovejas, cabras, todo ser vivo que podamos sumar.

Sacrificando integrantes del grupo, mejoramos nuestras habilidades.

Ni siquiera Apollo puede escapar de nuestra iracunda aglomeración de griegos pixelados de 16-bits.

Incluso existen ciudadanos ilustres, capaces de mejorar aún más el gentío, por ejemplo tocando música que mejora la velocidad del grupo o emitiendo un aura que regenera su vida. También hay ciertos objetos que los esclavos pueden recoger, como una pata de cerdo para regenerar vida o un barril explosivo para hacer daño en un área mayor.

Ya lo viste en las imágenes de esta nota. Gráficamente, Okhlos ofrece todo lo necesario que requiere este tipo de juego. Los niveles son totalmente en 3D, con el arte y texturas en estilo pixel art, de 16-bits. Los personajes están diseñados en dos dimensiones. En la interfaz gráfica tenemos un minimapa para poder encontrar las estructuras destruibles y los enemigos con facilidad.

La música acompaña en todo su estilo, con cítaras, liras y flautas. El sonido de la destrucción constante, puños, espadas, lanzas y escudos golpeando armadura y piedra, no puede sonar mejor.

Me divertí mucho jugando Okhlos, no quería parar de jugar para escribir esta nota, pero a la vez sentía la necesidad de contarles lo bueno que está este juego. Si te interesó lo que te conté, agrego que el juego consiguió pasar Steam Greenlight y ya se encuentra disponible la pre-venta.

Podés comprarlo directamente desde la web de CoffeePoweredMachine, acá, gracias a HumbleBundle. Vas a encontrar distintas versiones del juego para pre-ordenar, gozando con un 33% de descuento sobre el precio final de lanzamiento. Y si terminás totalmente fanatizado, podés incluso optar por ser uno de los personajes jugables del juego.

Además te dejo la página de Steam de Okhlos, por si querés agregarlo a tu lista de favoritos, o seguirlo.

Fede, pasó por consolas de Nintendo, pero tiene especial pasión por todo lo que sea PlayStation. Ama jugar, tanto como el cine, las series o leer un buen libro. Juega videojuegos desde que tiene memoria. En general le gustan todos los juegos, sobre todo los de aventura. Prefiere los juegos innovadores por sobre las sagas repetitivas.