Battlefleet: Gothic Armada Review

Ahora sí, desplegá TODAS tus fortalezas flotantes en las épicas batallas de Battlefleet: Gothic Armada.

Hace poco tuvimos la oportunidad de probar la versión beta de Battlefleet: Gothic Armada, cuyas bondades dejamos plasmadas en nuestras Primeras Impresiones. No es la idea de esta review reiterar lo que ya se ha dicho, sino más bien complementarlo. ¿Cómo quedó la versión de lanzamiento? ¿De qué forma se lucen las mecánicas de RTS en el juego completo?

Por si aún alguno de los lectores no está al tanto, Battlefleet: Gothic Armada propone un escenario gótico -basado en el universo de Warhammer– para desplegar el épico enfrentamiento entre cuatro facciones evidentemente enemistadas: Imperium, Chaos, Eldar y Orks. Por supuesto, el DLC ya promete nuevas flotas -como los Space Marines- para los meses venideros.

Nuestra armada aguarda órdenes tácticas.

Un solo vistazo basta para reconocer el universo de Warhammer.

Desde ya, no esperen comandar cientos de unidades en frenéticas carreras para ver quién logra un mayor APM (actions per minute). En este juego, nuestra armada consta de un puñado de canónicas fortalezas flotantes que exigen un minucioso micromanagement para conseguir la victoria. Esto vale tanto para la campaña -de unas 10 a 20 horas de duración- como para los modos skirmish y multiplayer.

Con respecto a la progresión y los elementos de rol, los desarrolladores se obstinaron en trasladar las mecánicas de la campaña al resto de los modos: a medida que nuestra flota participa de enfrentamientos, ganamos experiencia, distribuimos puntos de habilidad y mejoramos las destrezas de la tripulación. Por supuesto, una victoria implica mejores bonificaciones, pero una derrota nos penaliza con la imposibilidad de utilizar las naves perdidas en batalla durante algunas partidas. Es una característica interesante, aunque a algún videojugador ansioso quizá le parezca innecesaria.

Nuestra armada consta de un puñado de canónicas fortalezas flotantes, que exigen un minucioso micromanagement para conseguir la victoria.

La detallada customización que podemos realizar en Port Maw nos permite personalizar las tácticas a gusto, según el estilo de juego. ¿Nos concentraremos en la capacidad de combate a corto alcance, u optimizaremos la precisión de las torretas para mantener un asalto desde una prudente distancia? Las opciones son variadas, pero es una pena que todos los tipos de naves cuenten con el mismo abanico; uno esperaría que el “árbol de habilidades” fuera diferente según se trate de una fragata o de un crucero.

El detalle gráfico de cada nave, la narrativa épica de la Guerra Gótica y la rimbombante banda de sonido que acompaña la acción de Battlefleet invocan especialmente al fanatismo de los aficionados del universo Warhammer, aunque también logran atrapar el interés de jugadores tangenciales. Es una lástima, pues, que la campaña se limite a mostrarnos únicamente la perspectiva del Imperium, desaprovechando la oportunidad de permitirnos jugar con el resto de las facciones contendientes -o por lo menos alternar de vez en cuando las flotas que comandamos. Hubiese sido bienvenido tener una variedad como la que nos supo dar Dawn of War II en su momento, por mencionar un pariente cercano.

Las gloriosas naves de cerca. Y pensar que alguna vez supieron ser detalladas miniaturas de un juego de mesa…

Battlefleet: Gothic Armada tiene todos los elementos necesarios para devolverle la vida al desaparecido juego de mesa. Si bien aún necesita un pulido en ciertos aspectos -como el matchmaking del multiplayer y algunos bugs de la interfaz-, su estado actual en el lanzamiento cumple con las expectativas de un RTS táctico apuntado a un público concreto. Probablemente no alcance la trascendencia de sagas como Dawn of War, pero seguramente llenará varias horas -y clicks- de entretenimiento en la vida los pacientes comandantes de la flota imperial.

Bueno, por lo menos podemos controlar las demás flotas en otros modos de juego.

¿LO JUEGO?

Probalo, en especial si te gustan los RTS tácticos y el mundo épico de Warhammer.

Checkpoint opina…

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Interesante la propuesta del Battlefleet, quizá supla el vacío de combate espacial que dejó el Homeworld: Deserts of Kharak.

Lo Bueno

  • Excelente y rimbombante ambientación en el universo de Warhammer.
  • Micromanagement táctico justo y necesario.
  • Muy buena recreación gráfica de naves canónicas.

Lo Malo

  • Campaña centrada únicamente en el Imperium.
  • Mismo abanico de habilidades para cualquier tipo de nave.
7.5

Bien logrado

Un gamer que juega múltiples géneros en múltiples plataformas, Hugo -alias Beto- comenzó desde pequeño a incursionar en los videojuegos a través de joyas como Super Mario Bros., Pac-Man y Carmen Sandiego. Sus géneros predilectos son los RPG, los juegos de estrategia (RTS y 4X) y los puzzle. En su ámbito laboral, como profesor universitario en ciencias de la salud, incorpora analogías, alegorías y estrategias de enseñanza inspiradas en su experiencia videojueguil cuando ve la oportunidad. Por supuesto también difunde la religión Checkpointera en sus círculos académicos.