Felicidades! Ganaste las elecciones y asumís como el nuevo vicepresidente del mundo.
Luego de una rotunda victoria, el vicepresidente vuelve a la casa de su madre en su pueblo natal para descansar. Al despertar, se encuentra con su hermano quien fue a visitarlo y a regalarle una tablet por su logro; esta tablet va a ser nuestra forma de acceder al menú a lo largo del juego.
Al salir de la casa, nos encontramos con una manifestación política en su contra. Para defenderse, el vicepresidente hace que sus seguidores luchen por él (cualquier parecido con la realidad es pura coincidencia).
El modo de combate definitivamente tiene el sello de ATLUS (desarrolladora de la saga Shin Megami Tensei, mejor conocida por los Persona). Por empezar, es un RPG por turnos en el cual nuestras unidades se ubican en la parte de abajo de la pantalla, mientras que los enemigos se encuentran en la de arriba. Nuestro equipo cuenta con tres ciudadanos -los cuales iremos reclutando a lo largo del juego-; mientras que el bando contrario dependerá de la cantidad de enemigos que nos topemos en el mundo abierto.
Los tipos de ataque varían según cada personaje: tu madre cura con un abrazo, el plomero ataca con sus herramientas y la mascota de la escuela motiva a su equipo con discursos. Estos se dividen en dos, unos más simples que nos dan energía, y los otros más complejos, generalmente más fuertes, que nos piden energía.
El vicepresidente dando órdenes, escondido a un costado.
También tenemos elementos, con sus debilidades y fortalezas, las cuales hay que tener en cuenta si queremos ganar con mayor facilidad. Los ataques en sí no tienen animaciones, sólo vemos al personaje moverse de forma genérica mientras una barra de texto nos va informando los detalles de la pelea.
Los combates se desarrollan por turnos y nuestros ataques dependen de los ciudadanos que tengamos en nuestro equipo.
Recorriendo el mapa.
El juego cuenta con un mundo abierto. Al principio, el espacio para recorrer es limitado, pero, luego del primer capítulo, se nos abre el mapa por completo de una forma un tanto brusca.
Hay demasiadas cosas para hacer y en más de una ocasión nos vamos a encontrar con que, para avanzar en la historia, necesitamos cumplir un objetivo muy específico y no vamos a tener idea por dónde empezar. Esto representa una pérdida de tiempo innecesaria.
Una vez más adentrado en la historia, este problema se soluciona por sí solo, ya que nos vamos acostumbrando al mapa, y las misiones vuelven a ser más específicas.
Todas las misiones, los coleccionables, enemigos y puntos de interés, aparecen en un mapa al mismo tiempo. Esto suele ser molesto ya que son varias cosas en pantalla de forma simultánea, sumando a que el mapa es chico y no se puede agrandar.
El juego cuenta con un mundo abierto con una variedad de objetivos muy grande.
Por un lado, tenemos la historia principal, al principio da la sensación de que gira en torno a un político corrupto que se va enfrentar a sus opositores y al presidente. Esto cambia rápidamente, ya que nos damos cuenta de que nuestro personaje no es corrupto sino que es un bobo que se preocupa demasiado por su imagen, y la historia, lentamente, va tomando un tinte sobrenatural. Como pasaba con el mapa abierto, la historia pierde interés en la mitad del juego, pero lo recuperamos llegando al final. Otra cosa para notar es que al principio parece un juego con humor negro pero vamos viendo que es para todo público con muchos chistes clichés.
Por otro, tenemos el plato fuerte del juego: las misiones de reclutamiento. En ellas ayudamos a ciudadanos con sus problemas para que, una vez resueltos, se nos unan al equipo. Estas misiones son muy variadas y van desde minijuegos de ritmo, a buscar ciertos objetos, o cumplir con algún requisito.
Cada ciudadano, aparte de tener sus ataques en el campo de batalla, tiene sus talentos de la vida cotidiana. Éstos nos dan extras en el juego en general, por ejemplo: el maestro da lecciones a otros ciudadanos para que suban de nivel, la jardinera puede cortar arbustos para usar atajos escondidos y el psicólogo nos permite viajar por el mundo del inconsciente y despertar misteriosamente en otro lado del mapa.
La tablet también sirve para ver el estado de nuestro equipo.
Además, tenemos habilidades que modifican el juego en sí: la mascota del equipo nos deja cambiar la dificultad; el músico, cambiar el tema de fondo; y la cuidadora de abejas, cambiar el zoom de la pantalla. Encontrarlos a todos es un desafío, aparte de sumar varias horas al juego.
Tenemos para elegir entre 40 personajes, pero primero hay que reclutarlos. Una vez en el equipo, nos ofrecen sus talentos para usar en el juego.
Gráficamente se ve muy bien para lo que busca el juego, los personajes y los mapas están bien cuidados; cada uno difiere del anterior aportando una bienvenida variedad. El sonido no suma ni resta pero vale destacar que tiene actuaciones de voz en un juego que puede prescindir de ellas, dándole de esta manera más vida a los personajes.
Lamentablemente el juego sufre de un glitch que hace que, en medio de un combate o mientras recorremos el mundo, nos lleve al menu principal; perdiendo el progreso. Se anunció la salida de un parche que arregla este problema. Sin embargo, esto se compensa con un sistema muy bien implementado e guardado automático.
No puede – ni debe – dejarse de mencionar en esta review al EarthBound – o Mother -, ya que resulta más que evidente que ha sido una fuerte inspiración a la hora de crear este RPG. No sólo por la temática extraterrestre, sino por el contexto “mundano” que nos rodea: todo lo que nos rodea, con excepción de los elementos de tinte sobrenatural, nos será familiar y peleamos, en principio, contra personas o animales comunes y corrientes; y no te decimos más para no arruinarte la experiencia. Si probás este juego, te gusta y te quedás con ganas de más, o sentís que le faltó “un algo” que no podés describir del todo, te invito a que pruebes el EarthBound, de SNES, ya que con su magia, a diferencia de un conocido presidente, no te va a defraudar
Prepárate para encontrarte con los personajes mas bizarros.
Primero que nada hay que valorar todo lo que logra para ser de tan solo $14.99 lo que suma un puntito al puntaje final. Empieza muy fuerte pero se queda corto por la mitad, si se tiene la paciencia para superar esto, el juego te devuelve la fuerza con la que supo empezar. Hay muchas cosas para hacer, y si bien no es necesario reclutar a cada ciudadano, vas a tener ganas de hacerlo, lo que suma varias horas a las varias que ya requiere completar la historia.
Es una pena que no tenga más chistes fuertes, pero eso hace que sea para todo público. Por como se implementaron las mecánicas, es una buena oportunidad para iniciar en los RPG por turnos, y para los que sienten que es muy fácil se puede ajustar la dificultad. Al poder grabar en cualquier momento y tener peleas un tanto cortas se recomienda jugarlo en una portátil o con el remote play de Vita.
¿LO JUEGO?
Si. Un buen comienzo para los RPG en 2015.
Y Checkpoint Radio que opina?
Puede que aplaque -un poco- mis ganas de un Mother 4…capaz…
La verdad que tu review me compró. Me parece que, si bien está inspirado en otro juego, hay cosas que son muy divertidas y creativas, y esas cosas hacen que me den ganas de jugarlo. ¡Lo voy a probar!
En una época en la que hay tantos juegos de mundo abierto, donde hay que ponerle 80 horas a cada juego y cada vez se acumulan más cosas en la pila de la vergüenza, no sé si me da para arrancar otro RPG (al momento de escribir esto, tengo colgados Ni No Kuni y Child of Light), pero reconozco que la review despertó mi curiosidad y la gente de Atlus, a diferencia de algunos políticos, no suele defraudarme. Algún día lo voy a jugar, pero definitivamente no va a ir arriba en la pila… quizás más al medio.
No soy fan de los RPG, nunca jugué de por si un exponente clásico del género. Dragon Age Origins va a ser mi primer incursión. Eso deja afuera de mi lista a este juego.
