Slap Village Chap.1 Reality Slap!

Caballos, trenes, cantinas, extraterrestres, desierto, indios, luchas de pies, portales dimensionales… elementos típicos de cualquier historia en el lejano oeste… ¿o no?

Si hablamos de aventuras gráficas point & click, lo primero que nos viene a la mente es la época dorada del género: aquella de los clásicos de LucasArts y Sierra Entertainment. Sin embargo, no pueden dejarse de lado grandes exponentes del género que nos han brindado desarrolladores del viejo continente.

Desde hace ya unos cuantos años que empresas como Daedalic Entertainment de Alemania y su saga Deponia; Péndulo Studios de España con Hollywood Monsters y Runaway; o Revistronic con 3 Skulls of the Toltecs, por nombrar sólo algunos, le dieron un segundo aire a un género que muchos han considerado numerosas veces muerto, pero que sin dudas hoy en día está lejos de desaparecer.

Y ya que hablamos de la madre patria, recientemente los españoles de Monkey Toons lanzaron Slap Village, chap. 1: Reality Slap!, una aventura gráfica de estilo point & click clásico, que nos sitúa en un lejano oeste bastante particular, con personajes aún más peculiares.

Hay que comprar provisiones antes de salir de viaje.

Lurditas se pega alto viaje.

Lurditas, una inocente chica de campo, y su amigo Rasta, un ratón que, además de inseparable compañero es parte del inventario, se embarcan en una aventura más grande de lo que se imaginaban.

Todo comienza cuando nuestra protagonista decide dejar su casa de Golden Onion para visitar a su abuela en la ciudad de Slap Village. Al llegar, encontrará de todo menos a su abuela, y cada paso irá develando el misterio que envuelve a esta ciudad y sus habitantes.

Contar más de la historia arruinaría la experiencia del juego; por eso, vamos a enfocarnos en sus mecánicas y en qué aporta Slap Village al género.

Una aventura gráfica de estilo point & click clásico, que nos sitúa en un lejano oeste bastante particular, con personajes aún más particulares.

Empecemos por lo mejor que tiene este juego: el humor. Aquí es donde puede decirse que brilla más el título analizado. Los diálogos y situaciones son muy originales. Hay chistes básicos y divertidos y a la vez otros muy inteligentes y elaborados, que en más de una ocasión nos sacarán una sonrisa.

Además del guión, el entorno es muy interesante y divertido. Es un lejano oeste reimaginado que mezcla elementos propios de la época con tecnología futurista o incluso absurda, como por ejemplo maquinaria operada por decenas de hamsters. En Slap Village es totalmente natural tomar un paseo en Zeppelin, o que los indios tengan, entre sus tolderías, un set de filmación.

El arte también es algo a destacar: el estilo de dibujo es bastante simple, pero no lo digo como algo negativo, sino todo lo contrario. Es un estilo dibujado a mano, con colores simples y vivos, que nos recuerdan historietas del estilo de Astérix o Tin Tin, con fondos estáticos que no buscan ser realistas y personajes caricaturizados bien detallados. Para el tipo de historia que el juego quiere contar, la elección artística resulta por demás acertada.

El juego está plagado de guiños y referencias nerds.

Un lejano oeste reimaginado que mezcla elementos propios de la época con tecnología futurista o incluso absurda.

Lurditas, nuestra heroína en este asunto

Si, más guiños.

El aspecto sonoro, por el contrario, es quizás donde Slap Village flaquea un poco. La música está bien, tiene momentos muy interesantes, pero escasos. Mayormente son loops que acompañan la situación correctamente, pero nada memorable. Hay dos momentos destacables musicalmente: un muy pequeño tema al terminar el prólogo y la melodía de los créditos al final del juego.

El doblaje de voces es su mayor debilidad. Las actuaciones no son buenas y cuesta encariñarse con los personajes, sacando un par de ejemplos. Lurditas, al ser la protagonista, sale un poco de lo genérico, pero el resto de los personajes lamentablemente no, incluso repitiendo dobladores en algunas situaciones.

Cabe destacar también que el idioma original es el español, por lo cual jugarlo en dicho lenguaje es la experiencia más fiel. Lamentablemente para los jugadores angloparlantes, o aquellos que prefieran escucharlo en inglés, las voces parecieran estar hechas por actores españoles hablando en inglés que, si bien hacen un buen trabajo, se siente el acento y la pronunciación. De todas formas, es algo que no afecta en absoluto la experiencia de juego.

Pero, como ustedes ya saben,lo más importante en una aventura gráfica son los puzzles. Esta no es una “experiencia” donde caminamos y nos cuentan una historia con decisiones, sino que es una aventura hecha y derecha, con puzzles que se deben resolver para avanzar.

Dominando el arte del Kung Foot.

En este aspecto, los desarrolladores hicieron un buen trabajo: los puzzles no son ni extremadamente difíciles ni un paseo de la mano. Hay puzzles que son rebuscados, pero nunca llega a ser frustrante.

Hubo un puzzle en particular que recuerda a aquellos puzzles originales de LucasArts: de esos que te hacen pensar fuera de la caja, y dan ganas de abrazar a los muchachos de Monkey Toons por demostrar su amor por el género. Cuando lo jueguen van a saber cuál es.

¿Dije guiños?

Esta no es una “experiencia” donde caminamos y nos cuentan una historia con decisiones, sino que es una aventura hecha y derecha, con puzzles que se deben resolver para avanzar.

Por otro lado, hubo otro puzzle en el que parece que quisieron emular lo peor que dio el género, haciéndome recordar el infame Monkey Kombat introducido en Escape from Monkey Island, en el cual desde un principio sabemos cómo resolverlo, pero nos obliga a tomar notas y se hace bastante tedioso. Por suerte es muchísimo más breve que este odioso planteo.

Además de los clásicos puzzles, hay un par de minijuegos para darle variedad, como la lucha de pies que, si bien es muy simple, su originalidad es para destacar.

Por último, como su título indica, hay que aclarar que éste es el primer capítulo de una saga, por lo cual su duración puede resultar corta y el final un tanto abierto. Para un jugador promedio de aventuras gráficas, puede estar durando entre cuatro y seis horas dependiendo de cuánto nos trabemos. Por suerte el sistema de pistas está muy bien pensado, donde nos da indicios de lo que tenemos que hacer sin darnos nunca la solución, y descifrar la pista en sí misma resulta también divertido para no arruinar la experiencia.

Vamos directo al grano: Slap Village no es un juego inolvidable, ni siquiera es de lo mejor del género… pero es un buen juego. Si consideramos encima que es la primera aventura gráfica de Monkey Toons, es un gran inicio. El juego, si bien tiene sus fallas, es sólido, entretiene y tiene personalidad, que no es poco mérito. Es una experiencia breve que no demanda demasiado al jugador y devuelve mucho, se puede disfrutar en un par de sentadas, o incluso quizás en una maratoneada un sábado a la tarde, y te deja con ganas de más. Al menos yo, sin dudas, tengo ganas de continuar con la aventura de Lurditas y Rasta.

Diego tiene dos pasiones en su vida, la música y los videojuegos. Juega desde los 4 años, allá cuando los juegos eran apenas un par de píxeles enormes. Hoy en día juega principalmente en Playstation, pero durante su vida su plataforma principal fue la pc, pasando por alguna que otra consola. Sus géneros favoritos son aquellos que hoy están medio olvidados, pero que de a poco van resurgiendo y algunos que por suerte estan vigentes: Aventuras gráficas, simuladores de vuelo espaciales, RPG, Tycoons y FPS.