En ‘Lemuria: Lost in Space’, cada paso que des puede ser el último, pero nada va a evitar que quieras averiguar qué pasó setenta años atrás.
Setenta años atrás, la nave Lemuria 7 desapareció sin dejar rastro; pero ahora, en forma repentina, aparece en nuestro sistema solar sin mostrar evidencia alguna de quienes fueran su tripulación.
A fines de averiguar el estado actual de la nave y el paradero de quienes otrora fueran sus habitantes, el robot Abrix es despachado, dada su avanzada inteligencia artificial y su capacidad de sobrevivir en ambientes inhóspitos, como así también por su habilidad de aprender sobre la marcha y así superar cuanto obstáculo se le presente.
Bajo esta premisa, nos llega de la mano de los desarrolladores independientes EJRGames “Lemuria: Lost in Space” (en adelante, “Lemuria”), un juego con un tinte e interfaz clásica que nos tendrá de principio a fin pendientes del gran misterio que lo envuelve: ¿qué pasó setenta años atrás?
Los obstáculos pueden presentarse de las más diversas formas.
Un puzzle de tinte clásico que no puede faltar en ninguna aventura.
Lemuria nos pone en el rol del mentado Abrix en una perspectiva de primera persona, permitiéndonos desplazarnos a través de las habitaciones de la nave homónima al juego mediante el uso del mouse: deberá hacerse click en la dirección a la que se desee ir, como si de un juego de aventuras de antaño se tratase, tales como Myst, o nuestro producto nacional, Scratches.
Ahora bien, a este componente de aventura con sus respectivos puzzles, claro está, se le suman dos elementos que no resultan del todo familiares para el contexto que se presenta: la acumulación de experiencia y eventual aprendizaje -o mejora- de habilidades, y el combate, el cual si bien no destaca en absoluto, sí logra su objetivo de mantenernos atentos en cada esquina que doblemos en los pasillos de la Lemuria 7.
“Lemuria: Lost in Space” es un juego con un tinte e interfaz clásica que nos tendrá de principio a fin pendientes del gran misterio que lo envuelve: ¿qué pasó setenta años atrás?.
Habitación tras habitación, Lemuria nos irá presentando la mayor variedad de puzzles que puedan imaginarse. Éstos requerirán no solo una mente aguda para resolverlos, sino también un conocimiento vasto sobre diferentes campos, ya que a la hora de hackear las diferentes terminales que podremos ir encontrando, el método para lograrlo es responder una pregunta sobre los más diversos tópicos: física, química, literatura, etc…¡esperemos que hayan estudiado!
En conjunto a lo expuesto, deberemos procurar que a Abrix no le falte ni le falle ninguno de sus componentes, por lo que el recoger recursos con tales fines se encuentra a la orden; es vital contar con un constante suministro de líquido congelante, baterías, o agente anti-radiactivo para así poder atravesar sin problemas el amplísimo abanico de obstáculos que se nos presentarán.
Lemuria premia en forma constante la cultura general.
Lemuria no es un juego para todo el mundo: si bien crea un acceso a un público amplio mediante la opción de hacer el juego en tres dificultades diferentes, se requiere paciencia y dedicación si es que deseamos resolver el gran misterio de la Lemuria 7.
Deberemos cuidar de Abrix en forma constante, y procurar tener un juicio bastante acertado a la hora de elegir qué habilidades aprender y/o mejorar, ya que eso podrá definir qué tanto nos costará el problema que se nos pondrá en cara en la próxima habitación.
Su contexto espacial, y el aura de misterio que lo envuelve, hace de Lemuria una experiencia de la cual seguramente muchos gozarán ni bien el juego sea lanzado.
