The Order: 1886 Review

Exactamente dos años después de ser presentado por primera vez, The Order: 1886 llega finalmente a nuestros hogares, rodeado como la mayoría de los lanzamientos, de hype y ansiedad.

En The Order: 1886 encarnamos el papel de Grayson, más conocido como Sir Galahad, un caballero miembro de la Orden, que junto con Sir Perceval, Lafayette y Lady Igraine, investigarán una serie de acontecimientos poco usuales en Whitechapel. Esta agrupación secreta, fundada por el Rey Arturo en la Edad Media, sirve a la corona como una suerte de escuadrón especial con estructura jerárquica propia, que se encarga de asuntos de altísima gravedad, como por ejemplo, el erradicar a los híbridos, licántropos y vampiros, de la ciudad de Londres.

Sir Galahad con cara de preocupación. ¿Una linterna por ahí?

Una aventura tan extraña como cautivante en la Londres victoriana.

Impactante vista de Londres que demuestra el alto nivel de detalle

La premisa del juego es adentrarnos en su ambientación, hacernos creer que realmente recorremos los lúgubres suburbios de Londres en las vísperas del siglo XX. Esa intención está patente en cada minuto de The Order ya que, si bien el género en el que se lo puede ubicar es en el de shooter en tercera persona, la realidad es que la aventura está hilada por quick-time events, al mejor estilo Heavy Rain, para no perder el aspecto cinematográfico en ningún momento.

El título varía muy bien sus segmentos, no llegando a torturar al jugador con cinemáticas eternas, quick-time events consecutivos o cuartos con enemigos que renacen indiscriminadamente hasta que avancemos.

Al servicio de la Orden está ni más ni menos que Nikola Tesla, un famoso ingeniero eléctrico serbio-americano, mejor conocido por su contribución al diseño moderno de suministro de energía. Un personaje histórico, que en nuestra aventura nos proveerá de artefactos un poco inusuales para su época, pero que ayudarán de manera significativa para el desarrollo del juego.

Así como la variedad y la intención por sumergir al jugador en la historia son evidentes, también lo es su extrema linealidad.

Rara vez tendremos una segunda opción para avanzar en un determinado escenario, y, de ser así, el camino alternativo nos llevará a la recolección de una pieza típica de la época (latas, botellas, fotografías), o bien armas o items para la aventura.

Este es un aspecto clave que tiene que tener en cuenta el jugador antes de empezar a jugar The Order: 1886, ya que en la actualidad, este tipo de aventuras tan restrictivas no abunda, y progresivamente el formato de mundo abierto con misiones a libre elección ha fijado un estándar del cual parece no haber vuelta atrás.

La mezcla de estilos en los que se inspira el juego hacen del mismo algo especial. Las secciones de tiro recuerdan a Gears of War, mientras que los quick-time events nos pueden rememorar a God of War, la saga Uncharted o, en menor medida, a Heavy Rain, por la cantidad de combinaciones de botones que presentaba el título.

Los enemigos a los que nos enfrentaremos durante el juego serán de dos estilos diferentes: humanos y licántropos. Por el lado de los humanos, nos opondremos a rebeldes de la corona y, en determinadas ocasiones, guardias de entidades en las que tendremos que infiltrarnos. Las secciones en las que confrontamos a los rebeldes serán típicas de un shooter en tercera persona, con la posibilidad de resguardarnos en distintas paredes, cercas y cajas que estarán convenientemente ubicadas.

Los segmentos en los cuales lucharemos contra licántropos, sin embargo, mezclan acertadamente shooting y quick-time events, debido a la velocidad de embestida de los míticos híbridos. El término híbrido es usado numerosas veces en el juego para referirse a licántropos y vampiros, que hace siglos que aterrorizan a la población londinense, siendo su exterminio el objetivo principal de la orden.

Licántropos londinenses: educados en mayor o menor medida

La mezcla de géneros presentes en el título está bien realizada y no se siente forzada.

Sir Perceval y Galahad reflexionando sobre los sucesos acontecidos

Las secciones de tiro están muy bien logradas, con una sensación justa de balance para poder ser distinguido del estilo arcade. Nuestro personaje no tiene movimientos demasiado rápidos y el manejo de las armas, desactivando el modo de disparo asistido en los controles, se siente tan real como uno puede imaginar.

No todo es gris en The Order: 1886

Un buen ejemplo de segmentos de tiro en ambientes claustrofóbicos

La configuración de los controles es lo cotidiano en un juego de su estilo, usándose L2 para apuntar y R2 para disparar. Con cuadrado, recargaremos nuestras armas y, con círculo, nos pegaremos al muro o resguardo pertinente para sobrevivir.

Presionando L1 activaremos las famosas secuencias en cámara lenta que nos permitirán disparar a varios enemigos a la vez con nuestro revólver, a través de un quick-time event.

Entre las armas que forman parte de nuestro arsenal encontraremos pistolas automáticas, pistolones, fusiles, rifles de francotirador, escopetas, ametralladoras, lanzacohetes y armas especiales, tales como la lanza de inducción eléctrica y el rifle termita. El arma de inducción eléctrica dispara una fuerte descarga a enemigos en un rango mediano, mientras que, el rifle termita, dispara un disco de munición de magnesio para posteriormente incendiarlo.

El sistema de cobertura cumple su función de manera brillante, sin tener problemas en traspasos de un resguardo al otro o incluso cambiando de ángulo en el mismo sitio. Se puede criticar que la cámara, en algunos momentos, cuando nuestro personaje está cubierto, muestra más su cuerpo que el ambiente lleno de enemigos por sobre su cabeza, dificultando la tarea del jugador, que tendrá que levantar la mirada con el stick izquierdo y posteriormente apuntar sabiendo la posición de los rivales.

La jugabilidad de The Order:1886 no es perfecta, pero está balanceada a conciencia, teniendo en cuenta un amplio espectro de jugadores.

Se ha criticado bastante la inteligencia artificial de los contrarios, pero sinceramente, no hay mucho que criticar. Si bien nuestros rivales se desplazarán con patrones predecibles, algunos de ellos guardarán su posición hasta que los eliminemos, cubriéndose tanto puedan y disparando ciegamente sin mostrar su cuerpo. También cabe destacar que al desarrollarse el juego en escenarios cerrados y lineales, queda poco margen para la libertad de movimientos y flanqueos de los enemigos.

Al igual que el sistema de CQC (combate cuerpo a cuerpo), las secciones de sigilo están gobernadas totalmente por quick-time events. Ni bien nuestro personaje se acerque al guardia en cuestión, el indicador del botón a apretar será mostrado en pantalla, y nuestro objetivo será dar con el momento justo para presionarlo, de lo contrario, el rival se dará vuelta y nos eliminará instantáneamente.

Galahad sigilosamente acercándose a su objetivo

The Order: 1886 no es un juego difícil en su modo normal, y tendremos, una vez abatidos, una segunda chance si tomamos “agua negra”, un brebaje que regenera la salud de nuestro personaje y sólo puede ser utilizado una vez en los enfrentamientos, ya que su regeneración es bastante lenta. Para aquellos que tengan experiencia en el género, recomiendo seleccionar el modo Hard de dificultad y desactivar la asistencia de disparo desde las opciones principales del juego.

Gráficamente, el juego es sobresaliente. Sin dudas es el título más avanzado técnicamente en lo que va de esta generación de consolas, y posiblemente esté mano a mano con los mayores exponentes de juegos en PC con los settings al máximo.

El detalle enfermizo de cada uno de los elementos en pantalla sorprende y maravilla a la vez. Es muy difícil encontrar un jaggie (contorno poligonal pixelado) en The Order: 1886. El antialiasing y las texturas dan un acabado impresionante a todas las superficies, ya sean metálicas, de piedra, tela o incluso piel.

Los efectos de humo, ya sea el presente en las chimeneas londinenses o el de granadas, explosiones y armas es soberbio, como así también las chispas y efectos de partículas diferentes en cada una de ellas.

La iluminación también juega un papel fundamental en la ambientación de la Londres de 1880 y es tratada minuciosamente en los rasgos de los personajes, en los distintos momentos del día y la noche, diferenciándose indudablemente en los escenarios exteriores e interiores.

Artísticamente hablando, el esfuerzo que RAD puso en el detalle de cada sector es destacable y admirable.

El arte en The Order: 1886 está cuidado al extremo

¿Qué sería de un gran apartado técnico si no es acompañado por un excelente diseño de arte?

Afortunadamente, en The Order no hay que responder a esta pregunta, ya que el diseño artístico está a la altura de su apartado técnico.

La edificación de Londres puede ser vista a gran escala en las cinemáticas, y en diferentes ocasiones durante los segmentos jugables.

Es formidable y comparable al resultado logrado en otros títulos de época de gran calibre. Los utensilios, amueblados y vestimentas de los personajes principales, secundarios y enemigos, acompañan y no desentonan jamás con el universo que se nos presenta.

La banda sonora es fantástica. El tono dramático de sus melodías y los cambios de ritmo en las secuencias de acción enriquecen la aventura enormemente, y terminan de darle sentido al ambiente y la historia que se nos cuenta.

Los efectos sonoros alcanzan el mismo nivel, no permitiéndonos encontrar dos armas que suenen de la misma manera. Mención especial para los efectos de sonido de los pistolones y el arma eléctrica, que simplemente son música para el oído.

El voice acting es deslumbrante, destacándose el acento inglés en cada una de las voces, sin sentirse nunca exagerado o sobreactuado. Las voces enriquecen la personalidad bien lograda y definida de cada uno de los personajes.

Sin detallar el desarrollo de la historia, sólo puedo decir que no me ha decepcionado en ningún momento de su transcurso. Plagada de giros y misterios, no deja que el gamer pierda su atención o interés en su desarrollo. Las relaciones interpersonales de los protagonistas son creíbles y naturales, algo difícil de sostener si la narración tiene huecos o el hilo conductor se rompe en un determinado punto.

The Order: 1886 es sin dudas el título más importante en la historia de Ready At Dawn, que trabajó anteriormente en juegos para consolas portátiles y en una conversión de Okami para Wii, por lo cual la expectación y confianza en el proyecto tuvo altibajos tanto en la prensa como en el público gamer que lo esperaba.

No se puede negar el gran compromiso y esfuerzo de Ready at Dawn para hacer valer cada uno de los diferentes aspectos del título, y demostrar que están a la altura de las circunstancias para desarrollar juegos de este calibre para PS4. Justamente, la excelencia de algunos aspectos se sobrepone por sobre la limitación de libertad del jugador, valiéndose de ella para potenciarlos.

La duración del título dependerá de la dificultad y configuración previa en que lo juguemos, pero no es una aventura que se sienta corta. A lo largo de 16 capítulos, algunos más largos que otros, encontraremos suficientes variantes y enganches en la historia para no desprendernos del pad. La experiencia es altamente satisfactoria, de principio a fin.

Se puede objetar la falta de excusas para rejugar The Order, ya que no hay segundas opciones para las decisiones tomadas o caminos alternativos que nos llamen a descubrirlos.

Siempre pensé desde su anuncio, que era un título para jugarse cooperativo, hasta que tuve la oportunidad de jugarlo y experimentar cuanto más única fue la aventura habiéndola disfrutado sólo.

Un modo multijugador cooperativo con misiones aleatorias o incluso un deathmatch por equipos, hubieran alargado la vida de este título, pero una vez que lo experimenten de principio a fin, se darán cuenta que no cambiarían nada del inquietante viaje de Sir Galahad.

¿LO JUEGO?

Una aventura atrapante, entretenida y llena de suspenso que ningún amante del género debería perderse.

Checkpoint opina…

guru_web

Seba desmenuzó este polémico título de una manera magistral. Lamentablemente, en mi caso, no fue suficiente para vendérmelo. Tuve la suerte de jugar la saga de Gears of War, la cual es excelente, pero también me sirvió para darme cuenta que el TPS “recorrepasillos” es un género que me termina aburriendo. Igualmente, este juego merece ser aunque sea probado por el sólo hecho de lo que significa técnicamente para la actual generación de consolas.

diegote_web

Estaba super interesado en este juego, es más casi lo pre-ordeno. Pero no me gusta lo que está pasando con los pre-orders. La crítica promedio, lo defenestró, lo que pasa hoy en día con el hype y la realidad es para analizar totalmente aparte. No estoy de acuerdo con algunos puntos que marca Seba como disfrutables que para mi quizá no lo sean, pero al no jugar aún el juego no puedo opinar en concreto. Lo que sí, me dieron TODAS las ganas de probarlo. Excelente análisis de Seba, compartas o no su opinión.

dieguito_web

Con la cantidad de títulos open world o rpgs bien largos, tener una aventura que tenga un principio y un final bien claros, para jugar en un fin de semana y a otra cosa, no está mal. Es cierto que a veces medimos el valor de un juego por su duración y no por su experiencia, y este juego viene sufriendo ataques masivos por eso, y creo que quizás no es del todo justo. Cuando juegue a The Order voy a hacer mi propio análisis, pero la review de Sebas despierta mi interés por un juego que me venía interesando menos que la última temporada de Cumbia Ninja.

fede_web

Los de Ready at Dawn se jugaron, pasaron de hacer juegos de PSPs y porteos, a desarrollar un juego clave de la consola mainstream de Sony, la PS4. Dejaron bien claro que poseen la capacidad de trabajar con un nivel de calidad muy alto, ojalá en su próximo juego puedan concentrarse en mejorar la historia y ofrecer algo más de gameplay.

Lo Bueno

  • La historia y la ambientación
  • Los personajes y sus distintivas personalidades
  • Los gráficos, técnica y artísticamente hablando
  • Soundtrack y diseño de los efectos de sonido
  • Los segmentos de tiros y el sistema de cobertura
  • El final

Lo Malo

  • Extremadamente lineal
  • Error de decisión de utilizar QTE para las escenas de sigilo y combate cuerpo a cuerpo
  • No hay extras, segundas opciones o caminos alternativos que justifiquen rejugarlo
  • La falta de algún modo Multijugador extra, ya sea cooperativo o competitivo
8

¡A no dejarlo pasar!

Seba es un gamer consolero de raza. Empezó con el family a principios de los 90’, siguió con la Sega Megadrive y después tuvo unos largos años de felicidad con dos de las más grandes consolas de sobremesa de Nintendo: Super Nintendo y Nintendo 64. Posteriormente, se enamoró incondicionalmente de Sony, adquiriendo una Playstation 2, continuando con la 3 y por último la 4. Fanático enfermizo de los juegos de pelea y los shooters, juegos de acción y hack and slash japoneses.