Persona Dancing in Moonlight and Starlight Review

Tiempo de bailar. Los personajes de Persona 3 y 5 revelan todos sus pasos en este juego rítmico basado en la popular franquicia de RPGs.

A modo de introducción, para entender de dónde salió un juego de baile basado en un RPG, los ponemos al tanto contando que Persona nació como una sub-franquicia de Shin Megami Tensei que, a partir de su tercera entrega, centró su formato fusionando estrategia por turnos convencional con una historia de desarrollo de personajes, donde cada interacción por más mínima que fuera, afecta directamente nuestras posibilidades a la hora de combatir.

Este mundo donde cada acción tenía un peso, fortalecida por elencos de personajes memorables e historias de calidad, dio como resultado la popularización de la saga, que logró que se lanzaran secuelas, animes y spin-offs. Persona Dancing, vio su primera entrega bajo el nombre Persona 4 Dancing All Night, juego que seguía las aventuras de los personajes de Persona 4 poniendo a nuestros protagonistas en un contexto tal que, para superar a su rival de turno, tenían que usar el poder del baile.

Gracias a la buena aceptación que tuvo ese experimento, se decidió seguir pasos similares con la tercera y quinta entrega de Persona lanzando dos juegos paralelos: Persona 3 Dancing in Moonlight y Persona 5 Dancing in Starlight. A diferencia de otros juegos que tienen “ediciones paralelas” (como Pokémon o los Megaman Battle Network), estas son dos experiencias complementarias.

Hubo varios cambios con respecto al primer Dancing aprendiendo de la mayoría de las fallas, aunque cometiendo otras. Moonlight y Starlight son iguales, excepto por los personajes y la banda sonora de sus juegos correspondientes.

El primer gran cambio viene del lado de su historia. No es una secuela per se como Persona 4; por el contrario, nuestros personajes se despiertan en un lugar misterioso donde son desafiados a bailar. Sacando la escena introductoria donde nos explican esto, lo único que podemos hacer es dialogar con nuestros compañeros luego de desbloquear ciertos requisitos, en un menú paralelo al resto del juego. Esto tiene dos efectos opuestos: que nada se interpone entre nosotros y los niveles rítmicos, a costa de no tener una progresión tan lineal como sucedió en la antigüedad.

Para los interesados en la trama, los desarrolladores fueron lo suficientemente inteligentes para sí poner una historia canónica, con alguna vuelta rebuscada, pero satisfactorias para aquel nicho que va a saber entenderla. Particularmente, los que completaron Persona 3, van a sentirse un poco nostálgicos.

Pose, pose, pose.

Este juego rítmico está diseñado desde cero para ser jugado con un control. La pantalla se divide en dos extremos: en el izquierdo usamos las flechas (menos la direccional de la derecha) mientras que en el derecho los botones (menos el cuadrado), quedando seis combinaciones que tenemos que presionar cuando el ícono correspondiente llega a la pantalla.

A su vez tenemos las clásicas variedades de tener que apretar rápido o sostenido dependiendo del código del ícono. Como adición o séptimo botón, tenemos una onda circular que podemos activar al pasar por el indicador correspondiente moviendo el stick; esto suma puntos pero no resta si decidimos no aprovecharlo, y hace las veces del sonido de un DJ que mueve el disco en su consola.

Lo mejor es que cada tema viene acompañado de una coreografía de los personajes, muy visual y con mucha variedad de combinaciones -sea entre personajes o basados en videos del juego.

Las protagonistas se tomaron muy en serio el tema del baile.

Más pose al final del baile, por supuesto.

Al final del día, sin embargo, todo se resume en el repertorio de canciones: a diferencia de la aventura anterior, uno de los puntos de venta de esta oleada de Dancing fueron los remix de la banda sonora. A lo largo del juego vamos a encontrar de las dos variedades: editadas y sin editar.

Este decisión no fue tan buena como parece. La OST de Persona siempre se destacó por tener mucha identidad gracias a los temas compuestos por Shoji Meguro, cambiando el género en las diferentes iteraciones. Estos remixes logran que se pierda levemente esa identidad en cierto punto, a costa de una variedad que no lo vale tanto.

Si sos seguidor de la saga, vas a notar más de lo necesario este detalle; quizá habría sido acertado que por los menos todos los temas estén en su versión original y no sólo algunos.

Los niveles finales tienen esa pizca de epicismo.

Persona Dancing se la jugó con las decisiones que tomó, y por suerte la balanza le juega a favor. La historia se reinventó lo suficientemente bien para aportar algo, por más que no sea mucho (a diferencia de casi todos los otros spins-offs). Se centró en lo único que se tiene que centrar: las canciones, haciéndolas accesibles y muy vistosas.

Si te gusta Persona vas a encontrar un lindo motivo para rememorar momentos y temas épicos, pero si no te gusta posiblemente no le encuentres mucho valor al juego. Siempre te recomiendo jugar Persona si todavía no lo hiciste, y despues pasarte por estos lares.

¿LO JUEGO?

Sí, pero solo si jugaste al Persona correspondiente a la banda sonora.

Lo Bueno

  • La forma en que se encaró la “historia”
  • Muchos temas, con buenos videos de fondo.
  • La estética, impecable como siempre.

Lo Malo

  • Los remixes le restan encanto a la banda sonora original.
8

¡A no dejarlo pasar!

Facu ya no es el checkpointer más joven, pero si el mas alto. Histórico usuario de PlayStation y las portátiles de Nintendo, recientemente sumado a Xbox gracias a GamePass y el trabajo. Disfruta de una buena historia antes que todo, sin importar el medio o el formato (series, cine, libros...), aunque los videojuegos son los que más lo atrapan. Como la mayoría en Checkpoint juega desde que tiene conciencia y sabe que va a seguir jugando siempre. Facu trabaja en Microsoft.