My Hero One’s Justice 2 Review

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El anime del momento recibe su segundo juego. Enterate si One’s Justice 2 logra hacerle justicia a la franquicia.

Ya de por sí es difícil hacer una review de este tipo de juegos sin compararlos con los Naruto Ultimate Ninja Storm. El motivo es sencillo, y es que a lo largo de los años mientras salían juegos frecuentes, se fue consagrando como el modelo a seguir, habiendo logrado tener una jugabilidad de calidad superlativa y sabiendo contar las historias con cinemáticas propias, que siempre superaron a cualquier otra adaptación de la serie.

My Hero Academia no sólo comparte paralelismos en general, sino que ahora también lo está haciendo en los videojuegos, lanzando continuaciones cada temporada, justificándose con un volumen grande de nuevos personajes. ¿Logró hacerlo bien bien? Veamos.

Es propicio comenzar destacando que My Hero One’s Justice tomó la fórmula de peleas tridimensionales e intentó adaptarla lo más posible a los conceptos presentes en la franquicia, diferenciándose -aunque no se note a la vista- del modelo de Naruto.

Los controles son exactamente los mismos del primero: todos los golpes básicos se combinan a raíz de un solo botón, mientras tenemos dos comandos dedicados a realizar quirks, las habilidades de los personajes. Dejando de lado bloqueos y contraataques, otro de los mayores diferenciales es la posibilidad de correr velozmente por el escenario, pudiendo combinarlo con esquives rápidos.

Si bien el sistema funciona, limita ligeramente un despliegue magistral de todos los poderes de nuestros personajes. Los botones de quirks, especialmente en aquellos héroes/villanos  cuyas habilidades recaen en los golpes limpios, se sienten como un golpe alternativo y no como el uso de nuestros poderes.

Se juega igual, pero los personajes son nuevos.

Deku sigue recibiendo golpes.

Explicado eso, se incrementó ampliamente el plantel de personajes, tanto con introducciones de la cuarta temporada, como así también más estudiantes de UA y otros héroes que previamente quedaron relegados a incentivos de DLC. Este volumen y diferencia por temporada es posiblemente una de las que más fácil haga las comparaciones con los Naruto, comenzando a hacer ese plantel gigante, un juego a la vez.

El potencial es grande, pero el sistema de combate no termina de conseguir esa mezcla de sencillez, adicción y espectacularidad; sin embargo y a diferencia de muchos juegos de anime, tiene potencial para transformarse en algo mejor con el correr de los años y las entregas que seguro llegarán.

Podemos destacar dos agregados al combate. El primero es la inclusión de ataques especiales grupales si utilizamos toda nuestra barra de poder -la combinación de personajes elegidos tiene la animación correspondiente.

El segundo es la posibilidad de jugar hasta de a cuatro. Algo engañoso, ya que simplemente otra persona puede tomar control del personaje de asistencia y realizar unos pocos movimientos. Es un concepto que hubiera estado bueno explorar, pero quedó relegado a una simple asistencia glorificada.

A nivel historia, el juego nos cuenta toda la temporada cuatro. El problema es cómo la narra: si bien está por encima de la media, se volvió a acudir al formato de cómic interactivo, es decir, recortes del anime puestos de forma tal que parece un manga en movimiento.

El formato en sí no está mal, pero para que estos juegos tengan el impacto definitivo, suma mucho animar los combates más importantes. Si bien esto sí aparece en contadas excepciones, no se hace como se debería, aspecto que en una secuela que recicla muchísimo material queda particularmente en evidencia. Para los más fanáticos se mantiene la idea de ver la historia del lado de los buenos y de los malos, aumentando el volumen de contenido.

Completar toda la historia, un cuadro a la vez.

Aparte de los modos online y arcade, se agregó un modo misión que simula una agencia de héroes donde tenemos que ir superando misiones, sumar puntos, mejorar al equipo y repetir. Un modo que se siente metido artificialmente para extender la duración del juego. También vuelve a decir “presente” el modo customización, donde podemos cambiar el equipo de cualquier personaje para que se vea como una combinación de los ropajes de todo el resto del elenco.

La forma de contar la historia no será la mejor, pero suele quedar lindo.

El primer My Hero One’s Justice fue un lindo juego por encima de la media del género. Al escuchar que iba a haber una segunda parte, ya era una obviedad lo que iba a pasar. Se creó una secuela que se siente más como un DLC grande que una segunda parte hecha y derecha. Un juego que podría haber brillado por lograr el plus ultra propio, quedó atrapado en ser un juego para sacar provecho de la emisión de la nueva temporada de My Hero Academia.

Todo esto no quita que estamos ante una experiencia divertida, pero esperamos mucho más a futuro para que esta franquicia brille como merece.

¿LO JUEGO?

Si jugaste al primero, es exactamente más de lo mismo, contado de la misma manera.

Lo Bueno

  • Muchos personajes nuevos.
  • El sistema de combate se defiende sorpresivamente bien.
  • Los combos grupales, la mejor adición.

Lo Malo

  • Recicla muchísimo contenido.
  • El modo misión carece de cualquier tipo de ambición.
  • Una oportunidad fallida para mejoras rotundas, cómo animar más momentos.
6.5

¿Por qué no?

Facu ya no es el checkpointer más joven, pero si el mas alto. Histórico usuario de PlayStation y las portátiles de Nintendo, recientemente sumado a Xbox gracias a GamePass y el trabajo. Disfruta de una buena historia antes que todo, sin importar el medio o el formato (series, cine, libros...), aunque los videojuegos son los que más lo atrapan. Como la mayoría en Checkpoint juega desde que tiene conciencia y sabe que va a seguir jugando siempre. Facu trabaja en Microsoft.