The Dark Pictures estrenó su segundo juego de tomas de decisiones. ¿Una mejora respecto de Man of Medan? Enterate en nuestra review.
Supermassive Games, los desarrolladores de Until Dawn, están luchando por ser otro de los grandes devs conocidos por sus juegos de tomas de decisiones en el estilo de los de Dontnod, Telltate o Quantic Dream.
Para ello comenzaron una serie de juegos presentados como cuentos de terror. Si bien cada entrega es independiente, están enmarcadas en relatos presentados por un narrador misterioso.
Little Hope es la segunda entrega de esta colección y sitúa a un grupo de protagonistas que quedan atrapados en un pueblo luego de un accidente de tránsito, del cual deberán escapar mientras se enfrentan a unas extrañas criaturas y se cruzan con otros personajes casualmente idénticos a ellos.)
El nuevo grupo de protagonistas.
Sustos y sustos repetidos.
Detallar más la trama es arruinar la sorpresa, pero podemos afirmar que supera con creces a Man of Medan, gracias a un comienzo potente y un ritmo general acertado que logran que las casi 5 horas que lleva completar la aventura se sientan mucho menores.
Las actuaciones de los personajes, combinadas con una calidad gráfica que poco tiene que envidiarle a lo mejor de la generación, le da un tono realista muy apropiado, que lejos queda del estilo animado o simple de su competencia. No hay que descontar que, en parte, semejante calidad se debe a que los escenarios son pocos y no existe demasiada exploración, pero no quita que se haya sabido aprovechar esta condición a favor.
Cerrando los detalles de la trama, es destacable cómo los personajes van tomando conciencia lentamente de la situación y la intentan enfrentar utilizando la lógica, lejos de los clichés clásicos del género. Incluso el narrador mejoró ampliamente su presencia e interacción con el jugador.
El gameplay tiene dos grandes frentes de interacción, siendo estos los Quick Time Events y las decisiones; ambos contribuyen al desarrollo de personajes y podemos encontrarnos ante cualquier gama de posibilidades dependiendo de ambas.
Otra ventaja que el juego sabe tomar de sí mismo, es que al ser relativamente corto, muchas decisiones ínfimas repercuten de maneras inesperadas y es fácil entrecruzar muchos puntos que vamos abriendo en cada segmento del juego. Para entender mejor, en otros juegos del género muchas de las decisiones equivalentes mueren en pequeñas subtramas y no se van apilando hacia un final.
También es destacable que se incluyen alertas para las reacciones del jugador, como avisar previamente antes de un QTE, hacer vibrar el control antes de una reacción o marcarnos objetos que, al interactuar, hacen avanzar la trama. Pequeños detalles bien implementados que lejos de empeorar la experiencia, la mejoran.
Cualquier parecido con otros exponentes del género es pura coincidencia.
Sí, es el de Maze Runner, los Miller y el meme.
Por último hay que aplaudir la inclusión de un modo alternativo de juego, que hace las veces de un “director ‘s cut” y nos invita a revivir la historia con varias escenas agregadas. Lo más interesante es que, a diferencia de lo que todos conocemos como corte de director clásico, no sólo adiciona momentos, sino que nos hace jugar segmentos con personajes diferentes y sus decisiones distintas correspondientes, dándole un componente de rejugabilidad mucho más amplio y bien logrado de lo que el género ya tiene para ofrecer.
