La entrega anual de uno de los juegos más populares de fútbol se calza los botines y busca recuperar el trono.
Hace unos años el PES (antes llamado Winning Eleven) era el dueño indiscutido de la cancha. “Vamos a jugar al Winning…” era una frase muy común entre varias edades; y un juego que no podía faltar en la biblioteca de cualquier poseedor de una consola en un país tan futbolero como Argentina. Poco después de entrada la generación pasada (PS3, 360 y Wii), su competidor -el FIFA- logró dar vuelta el marcador, cambiando casi por completo el paradigma.
La entrega de este año de PES viene a cambiar la racha, con una propuesta sólida, y cambios significativos en relación al simple lavado de cara que suelen sufrir estos juegos año a año.
Empezaremos hablando de las modalidades de juego. Como siempre, dicen presente los clásicos partidos de exhibición para jugar solos o con amigos. Además, podemos enfrentarnos a un rival de manera online tanto competitivamente (es decir, cada victoria o derrota afecta nuestra reputación), como amistosamente.
La parte jugosa, sin embargo, son los torneos. Este es un punto de diferenciación entre ambas sagas de juegos de futbol, ya que depende de las licencias que cada uno pueda conseguir. Este año contamos con: la UEFA Champions League, UEFA Europa League, AFC Champions League, Copa Sudamerica y la Copa Libertadores; además de los modos League, donde creamos y administramos nuestro propio equipo; y Cup, un mundial sin el nombre por razones obvias (la competencia es dueña de la licencia).
La interfaz donde podemos elegir nuestro torneo favorito.
Las opciones de DT son amigables para customizar.
Una vez que seleccionemos la modalidad que deseemos jugar, podremos elegir detalles como la dificultad, el uniforme, etc. Sólo que esta vez hay mejoras sustanciales en dos opciones:por un lado, en las condiciones de juego, cada factor externo influye directamente en la jugabilidad. El roce de la pelota no será el mismo con un clima lluvioso que con uno seco; de la misma forma que no lo será dependiendo de la densidad del césped en el que juguemos. Todos detalles que nos obligan a estar siempre atentos. Por el otro, en la posibilidad de ponerse el saco de director técnico. Si vamos al menú de formaciones, podemos elegir diferentes estrategias y tácticas para los miembros de nuestro equipo que no controlemos manualmente. Podemos pedir asistencia si tenemos el balón en nuestro poder, o que la defensa se quede abajo si lo perdemos. La cantidad de opciones se incrementó considerablemente y la interfaz para aplicarlas es más amigable.
El juego cuenta con una amplia variedad de opciones para elegir las acciones del equipo ante distintas situaciones, imitando el rol del DT.
Una vez en la cancha, vamos a notar casi instantáneamente las mejoras realizadas al motor y a la física del juego. A esto hay que sumarle nuevas animaciones y el llamado “sistema de colisión”, que mejora el enfrentamiento entre dos jugadores. Traducido a la acción, veremos animaciones más fluidos de los personajes a la hora de hacer movimientos cortos y rápidos con la pelota.
Jugablemente, se puede hacer una comparación con un clásico dicho de los juegos de pelea: es fácil de jugar casualmente, pero difícil de dominar. Esto se debe a que los controles básicos son los mismos que hace años, pero además se agregaron nuevos movimientos que necesitan diferentes combinaciones para ser realizados.
También hay que considerar que las mejoras en el motor traen cambios en la física del juego. Por ejemplo: si hacemos un pase largo, va a rebotar en el jugador que reciba la pelota, y éste va a tardar más en dominarla. Esta lógica se repite en todos los movimientos.
Fácil de jugar, pero difícil de dominar.
El sistema de colisión mejora notablemente los movimientos de los jugadores cuando se enfrentan mano a mano.
Un clásico.
Un aspecto donde el juego excede es en la fidelidad con la que imita a la realidad. Son muchos los detalles que suman a este logro. Desde antes de empezar el partido, veremos los estadios llenos de fanáticos hinchando por sus equipos, con banderas y fuegos artificiales. Si jugamos con equipos de países, se entonara el himno correspondiente.
En la cancha, los jugadores reaccionan a las distintas situaciones: si un compañero está habilitado, va a levantar el brazo pidiendo la pelota; si erramos un tiro al arco, se van a quejar, etc.
Si anotamos, vamos a poder elegir cómo queremos festejar. Tenemos a nuestra disposición distintos festejos predeterminados que podemos elegir desde el control, o podemos correr a distintos lugares como: atrás del arco, la tribuna, entre otros, para ver distintas animaciones. Los jugadores que tienen festejos característicos, como por ejemplo Di Maria, van a tenerlos también en el juego.
Algo divertido es que, si cometemos un pase en offside y hay posibilidad de anotar, el juego no nos cobrará la infracción hasta que empecemos a festejar el gol.
Por último, hay que hacer mención especial al trabajo que se hizo con los relatores. Podemos elegir entre varios idiomas, entre ellos el castellano de Argentina. Si hacemos esto, Mariano Closs y Fernando Niembro (cof cof…) serán los representantes.
Ellos van a comentar como si fuera un partido real; la programación de los sonidos es impecable, ya que comentan cada situación del partido hasta el más mínimo detalle. Por ejemplo: si se terminó el primer tiempo sin goles, se van a quejar; si anotamos con una chilena, lo van a mencionar; y un amplio, amplio etc.
Por supuesto, cada relator va a tener más líneas de diálogo si juegan equipos de su zona. Los relatores argentinos van a remarcar detalles de equipos nacionales o de superclásicos, e incluso, van a nombrar a los jugadores y contar un poco de su historia; mientras que si jugamos con equipos asiáticos, se van a reducir a comentario básicos.
No, no se pueden utilizar drones ni entrar a golpear jugadores a la cancha.
Si bien sé jugar a los juegos de futbol porque –como comentamos al principio de la review- una gran cantidad de argentinos adoran este tipo de juegos, no soy de comprar las ediciones anuales ni por casualidad. Mi último juego fue la edición 2013, que salió de manera gratuita para plus. Sin embargo, siempre estuve atento a ver quién ganaba el superclásico de los juegos de Futbol.
Esta vuelta me tocó hacer la review, y realice un trabajito de investigación interesante probando ediciones pasadas y su competencia, viendo mejoras y detalles que cambiaron a lo largo de los años. Además, hablé con varios amigos que no se pierden una edición y básicamente toman estos juegos como motivo principal para comprarse una consola. En general, su opinión coincide con la mía, y es que esta edición logra muchas mejoras significativas transformando esta edición en un verdadero heredero de los mejores PES / WE. Sin dudas, este juego es el mejor de esta generación y la pasada; y un competidor -que variando en los gustos personales- le gana al FIFA.
¿LO JUEGO?
Sí. El mejor PES en años.
¿Y Checkpoint Radio que opina?
Como muchos acá, no soy seguidor de los juegos de fútbol. Y personalmente detesto las ediciones anuales de los juegos de deportes en general. Para mi, sin importar que saga sea ni de qué género (sin contar expansiones, ni DLC), las iteraciones en sagas deberían ser como mínimo, cada 2 años. Para poder sentir cambios reales e importantes, darle tiempo a los estudios a desarrollar, etc, etc, etc. Dicho esto, y habiendo probado todos los PES anteriores desde su fracaso al comienzo de la generación pasada, la verdad es que gracias a Facu me dieron ganas de darle una chance a este PES 2016, especialmente me dieron muchas ganas de probarlo junto a FIFA 16 y ver cual parece el mejor.
No soy gran amante de los juegos de deporte, ni tampoco poseedora del gran fanatismo que caracteriza a los argentinos por el fútbol; pero guardo lindos recuerdos del Wining Eleven, que a fuerza de enormes insistencias por parte de mi hermano (que era su juego favorito, y creo que todavía lo es) he jugado muchas veces en la adolescencia. Así que me prendo a jugar si se arma jaja.
No soy seguidor del fútbol en general, pero siempre gusté de jugar con amigos este tipo de juegos. Pude probar una versión no terminada de este mismo juego, y ya se perfilaba para aspirar a grandes cosas. Se nota que fueron puliendo el Fox Engine para aprovechar las bondades de la actual generación, y se dieron cuenta que es el ingreso monetario principal de la casi difunta Konami. Mucha y buena carne en el asador.
Si bien este género definitivamente no es de mis favoritos, hace rato que tengo ganas de darle una oportunidad a alguna de las clásicas iteraciones dominantes. Creo que en PES 2016 puedo encontrar una buena oportunidad para ello. Demás está decir que sería mi único acercamiento voluntario al fútbol en años…
