Pudimos probar el primer proyecto independiente del genio responsable del diseño de los niveles de Rayman Origins y Legends. Enterate acá de qué trata Splasher.
Todos recordamos con admiración y una sonrisa de oreja a oreja los brillantes niveles de lo que fue la gran vuelta de Rayman en sus entregas Origins y Legends.
Pues bien, imaginen lo contento que me puse al recibir la demo jugable del primer proyecto independiente de Romain Claude, el game/level designer responsable de semejantes joyas, quien lo publicará de la mano de la firma The Sidekicks.
Splasher es el nombre de tal apuesta, la cual verá la luz en enero de 2017 en PC, Mac, Playstation 4 y Xbox One, y desde ya les adelanto que puede que estemos ante uno de los próximos grandes exponentes del género del platforming.
Aparentemente, Romain supo rodearse de gente idónea para darle a Splasher la fuerte personalidad que posee, pues resaltan los coloridos dibujos estilo cartoon de Richard Vatinel, como así también la pegadiza música compuesta por David Boitier.
¡A entrenar esos dedos!
Jamás te vas a aburrir jugando Splasher.
Splasher es un platformer 2D de acción vertiginosa que nos arma con un cañón de pintura a fines de liberar a nuestros compañeros de la opresión de Inkorp, para finalmente derrotar a su cabeza, el abominable Docteur.
Con una fuerte inspiración en Super Meat Boy, y toques de Super Mario Sunshine y Splatoon, Splasher nos muestra en su demo que ha sabido mezclar los componentes exactos para crear un producto por demás divertido, dinámico y desafiante, puesto que un paso en falso significa volver al checkpoint -¡como debe ser, canejo!-.
A medida que avancemos en el juego, nos cruzaremos con diferentes tipos y colores de pinturas que ofrecen propiedades varias, desde pegarse a la pared hasta confundir a los enemigos, ¡un sinfín de locuras para que el juego no deje de sorprendernos!
Con una fuerte inspiración en Super Meat Boy, y toques de Super Mario Sunshine y Splatoon, Splasher nos muestra en su demo que ha sabido mezclar los componentes exactos para crear un producto que cumple con todas las expectativas.
Y esto es sólo una muestra de los desafíos que se nos presentarán...
Tal como era de esperarse acorde a lo detallado en el primer párrafo, el game design de los niveles que pude testear gozan de un diseño que cualquier platformer envidiaría. Si bien en ningún momento el juego pretende esconder que el jugador, en caso de desear completar los niveles al 100%, deberá gozar de una habilidad y reflejos más que agudos, nunca sentí que una muerte haya sido injusta, pues cada salto, plataforma, o mandato de uso de algunas de las habilidades que obtiene nuestro personaje parecían calculados a la perfección, lo cual lleva a que cada vez queramos jugar mejor y salir airosos de la manera más elegante de la millonada de obstáculos que nos son interpuestos a cada minuto en todo nivel.
Debo decir que disfruté al extremo cada segundo jugado en Splasher, y siendo que al día de hoy ya me siento moral y psíquicamente recuperado de lo que fue jugar al 100% Super Meat Boy, le doy la bienvenida a un reto del mismo tenor, y más aún a uno que se anima a introducir elementos que enriquezcan la experiencia y goce de un diseño de niveles de semejante calidad; ¡enero, llegá rápido!
