A la espera de un honguito rojo.

Nintendo vuelve a perder dinero en el marco de un cambio estructural más que esperado por usuarios e inversores. Nuevos anuncios oficiales, filtraciones y retrasos comienzan a delinear la apretada agenda que la empresa tiene de aquí a marzo del próximo año.

Nintendo presentó a finales de octubre del corriente año los resultados financieros de los últimos seis meses y vamos a ser sinceros: los mismos no han sido buenos. A pesar de esto, el mercado logró digerir la noticia “con normalidad” dada la catarata de anuncios y lanzamientos que nos esperan en los próximos meses. Recordemos que la empresa con base en Kyoto se encuentra en proceso de lanzar una nueva consola en 2017 y a su vez, planea llevar a sus icónicas franquicias a distintas plataformas móviles.

Si bien ya han pasado un par de días desde su presentación, vale la pena detenerse un segundo en los números para comprobar efectivamente que no han sido positivos: Los ingresos por ventas cayeron un 33% en comparación al mismo período del año anterior lo cual terminó generando, luego de descontar costos operativos y de producción, en una pérdida neta para la empresa de aproximadamente 280 millones de dólares, valor que revierte los resultados operativos presentados en el mismo período del año anterior. Cabe destacar que la venta de parte del equipo de baseball “Seattle Mariners” permitió maquillar los resultados globales mostrando una ganancia pero que en el fondo, no logra ocultar lo pobre que viene siendo 2016 para Nintendo.

Como era de esperarse, las ventas de la Wii U continuaron siendo mediocres en comparación a las de Sony y Microsoft e inclusive para los estándares históricos de Nintendo. De hecho, la firma nipona dio por finalizada la etapa de producción de la consola poniendo desde la oferta el punto final a la era Wii U. Es de esperar que las ventas de la consola sigan mermando ya que los consumidores van a esperar al lanzamiento de nuevo hardware para invertir en el ecosistema Nintendo.

"Estamos perdiendo plata."

Por otro lado, el mercado portátil siguió manteniendo a la empresa a flote. La 3DS continuó siendo la estrella de la recaudación de Nintendo, ayudada por la sinergia que generó el “efecto Pokémon Go”. Dicho sea de paso, los ingresos marginales de la tenencia de la licencia de Pokemon ayudaron a elevar el alicaído número final de ingresos por ventas de la empresa japonesa.

Nintendo espera revertir esta tendencia financiera en el corto plazo con el lanzamiento de una nueva edición de su franquicia Pokémon (el Pokémon Sun & Moon) mientras que buscará hacer caja con la nostalgia mediante la reedición de la consola NES en formato miniatura. Las primeras reviews confirman que los esfuerzos por emular la sensación de jugar una consola 8-bit son positivos pero su precio elevado (60 dólares) en relación al hardware y las posibilidades de expansión de la misma probablemente la conviertan en algo anecdótico luego del primer frenesí de ventas.

Sin embargo, cabe destacar que con la serie de anuncios que preparó Nintendo durante las últimas semanas, y algún que otro leak “bien intencionado” que floreció en algún sitio de ventas online, los muchachos de Miyamoto y Cia. apuntan a revertir de lleno los magros resultados financieros recientes. Las noticias que se escuchan de diversas fuentes empiezan a pavimentar el largo camino a marzo, mes en el cual se presentará (crucemos los dedos) la nueva plataforma, un híbrido entre consola de hogar y portátil, llamada Nintendo Switch:

¿Podrá "switchear" el futuro económico?

En primer lugar, a partir del 15 de diciembre de este año los usuarios de iOS podrán disfrutar de la versión freemium del Super Mario Run, la primer incursión del fontanero más conocido del mundo en una plataforma móvil. Nintendo espera apuntalar la ganancia de explotar esta franquicia en los iPhones y iPads mediante la posibilidad de incorporar un pago de 10 dólares para destrabar “la experiencia completa”, la cual suponemos serán skins, power ups y niveles extra. Por otro lado, se espera que Super Mario Run recaude más dinero para Nintendo que Pokemon Go ya que estiman que durante los primeros días, la app rozará las 50 millones de descargas. El lanzamiento de este juego no es casual en vísperas de una nueva consola. La aparición de Mario en las pantallas de los celulares de millones de personas debería de incrementar la demanda por nuevo hardware y aventuras del bigotón.

Hablando puntualmente de la Switch, comenzaron los rumores sobre el precio de la nueva consola. Diversos sitios de venta online habrían colocado por error anuncios de venta del modelo base de la consola con un valor de 250 dólares, lo cual sitúa a Nintendo por debajo de los precios de su competencia. Recordemos que esta comparación de precios no debería ser tan directa ya que Nintendo no busca competir en performance con Sony y su Playstation 4 (Slim o Pro) ni con Microsoft y su Xbox One (y futura Project Scorpio).

Un precio accesible y la posibilidad de portabilidad podrían ser ganchos más que atractivos para usuarios resignados de la generación actual. Sin embargo es imposible que no se generen dudas entre los analistas e inversores por el potencial de vida útil de una tecnología que en términos relativos parece casi obsoleta. Los márgenes de acción de Nintendo en el mercado de hardware parecen acotados ya que no ostenta una posición dominante y las preferencias de los consumidores, como se ha visto reflejado en los movimientos incrementales de sus competidores, parecen favorecer la calidad y habilidad de las consolas en materia gráfica en relación a otros aspectos como el peso de las franquicias o inclusive la lealtad a la marca.

La estrategia: correr atrás de las monedas.

Por último, no todo es color de rosa en el campus Nintendo ya que a pesar de los nuevos lanzamientos anunciados, distintas fuentes internas ligadas a la empresa estarían en condiciones de afirmar que la nueva iteración de la saga Zelda (llamada Breath of the Wild) no podría llegar a estar disponible para el lanzamiento de la nueva consola. A pesar de esto, es probable que las ventas de la consola no se vean impactadas ya que se habría confirmado que un nuevo Mario 3D saldría a la venta “como reemplazo”. Por más que le pese a más de un fanático de Link, Mario es más reconocido como marca y según se estima, podría maximizar el potencial de ventas de la nueva consola.

En este marco nos encontramos con una empresa en plena transición hacia una nueva plataforma pero que financieramente tiene que navegar aguas inciertas en los próximos trimestres: primero tratando de surfear una demanda que mermará a la espera de los nuevos productos, avanzando en el mercado mobile para expandir la base de usuarios y a su vez, batallando internamente para llegar a tiempo con los plazos de producción en pos de no continuar extendiendo este otoño financiero y convertirlo en algo peor.

Está claro que luego de achicarse, Nintendo apunta a golpear nuevamente algún bloque en los tantos techos que tiene para tentar a la suerte y conseguir un nuevo honguito rojo que le permita finalmente volver a crecer. Por la salud del mercado del gaming y de nuestros corazoncitos nostálgicos, le deseamos lo mejor.

"Cuenta la leyenda que cuando Gabriel tuvo contacto con una antigua pero hermosa Commodore 128 su vida cambió para siempre. Desde ese momento ningún día iba a estar completo si al menos no dedicaba parte del mismo a algún juego: Aventuras gráficas, juegos de estrategia y conquista, FPS e inclusive simuladores de vuelo o manejo lo han acompañado desde joven. Si bien el tiempo pasa y nos vamos poniendo viejos, sigue enganchado con los juegos y continúa fascinando con las nuevas tendencias del gaming como cuando era chico. Poseedor de una Playstation 4 mantiene en su corazón un lugar especial para Nintendo, la empresa que más satisfacciones le dio con esa bestia que se llamó SuperNES."