Phantaruk – Primeras Impresiones

Phantaruk lleva una vez más el género de Survival Horror al espacio, donde como ya sabemos… nadie puede escucharnos gritar.

Si tomamos un poco de Outlast, una pizca de System Shock, pedacitos de Alien Isolation, unos gramos de Dead Space, ¿qué obtenemos? Algo llamado Phantaruk. (No, no es una variedad de Fanta…)

Phantaruk es un Survival Horror en primera persona donde, como suele ser costumbre, nuestro personaje despierta en una habitación sin entender ni recordar cómo llegó ahí, sabiendo sin embargo que algo no está bien.

Vamos a encontrar notas en distintos lugares que nos van a revelar qué fue ocurriendo en la estación espacial, además de otorgarnos los códigos de seguridad necesarios para poder abrir puertas que se encuentran cerradas.

Verdaderas fortalezas flotantes.

La oscuridad predomina en la estación Purity-02.

En nuestro brazo tenemos una especie de monitor que fue quirúrgicamente agregado y conectado a nuestro cuerpo. Éste controla nuestra actividad cardíaca y el porcentaje de toxina que hay dentro de nuestro cuerpo.

No sabemos por qué tenemos esa toxina, pero si permitimos que los niveles suban, perdemos la visión y no podemos movernos normalmente. Por suerte, vamos a encontrar jeringas que al ser utilizadas hacen bajar los niveles de toxina, restaurándonos a la normalidad.

Todo esto no sería problema si no fuera porque no estamos solos en la estación espacial. Al girar en cada esquina existe la posibilidad de encontrarnos con unos monstruos o zombies -posibles remanentes de la tripulación que alguna vez pobló la estación.

El hecho de no saber dónde ni cuándo puede llegar a aparecer una de estas criaturas, es lo que nos mantiene sentados al borde de la silla mientras exploramos los distintos sectores del mapa, si es que podemos ver algo…

Phantaruk es un juego extremadamente oscuro: predomina la penumbra prácticamente en todos los lugares que podemos visitar. Por suerte contamos con una linterna, que si bien ilumina poco, alcanza lo suficiente como para poder guiarnos sin tener que ir chocando contra las paredes.

Nada bueno pudo haber pasado acá...

Pero claro, la linterna tiene baterías que se agotan, por lo que debemos explorar y recolectar cuanta batería encontremos si no queremos quedarnos a oscuras. De más está decir que si encendemos la linterna, un ojo que aparece en la interfaz gráfica del juego nos hace saber que estamos completamente expuestos, y que si llegamos a toparnos con una criatura ésta nos va a ver de inmediato. Por lo tanto hay que ser cauteloso y utilizar la linterna estratégicamente si queremos sobrevivir.

Nuestro personaje no tiene forma de defenderse: no hay armas ni forma de bloquear; apenas podemos escondernos. Por lo que si llega a alcanzarnos alguno de los monstruos, vamos a morir rápidamente en no más de dos golpes.

Esto nos obliga a tener que volver al checkpoint más reciente, salvo que hayamos logrado escapar ágilmente para luego correr desesperadamente hasta perderlo de vista.

Si bien podemos escondernos, no hay mecánicas de gameplay para ello; es decir, escondernos es simplemente quedarnos parados en alguna sombra, esperando que nadie nos vea.

Las rejillas sirven para esconderse, si es que alcanzamos a entrar en ellas.

Entre la toxina que contamina nuestra sangre, la linterna que se queda sin baterías y los distintos monstruos o seres que podemos encontrar en cualquier lugar, se crea un excelente ambiente para sentir pánico y miedo. Justo lo que necesita cualquier amante del género survival horror.

El juego está dividido en niveles con distintos objetivos, como por ejemplo apagar los motores para poder así acceder a un nuevo sector o al siguiente nivel. Si bien el diseño de los niveles es bastante lineal, a veces hay más de una forma de llegar al objetivo, y entre tanta oscuridad cuesta realmente familiarizarse con los lugares que vamos recorriendo.

¡Al fin algo de luz!

Los objetivos a cumplir son bastante simples y repetitivos: apagar un generador para cortar la electricidad, para así poder pasar y agarrar una tarjeta que abre una puerta que estaba cerrada, y luego salir del nivel. Un poco más de variedad o algo distinto no vendría mal.

El aparato que tenemos en el brazo también nos permite ver el inventario, ver el historial de notas que encontramos y reproducir los audio logs que se hayan activado. Algo que me molestó es que al encontrar un audio log, éste se reproduce automáticamente y no nos permite hacer nada más que caminar muy lentamente, algo que corta bastante el pacing del juego.

Hmm, ¿algún tipo de ritual?

El juego fue desarrollado con Unity, por lo que se encuentra gráficamente a la par de cualquier juego de esta generación. En cuanto a la optimización de recursos de hardware, se puede decir que no se destaca demasiado. Por este mismo hecho la performance del juego no es la mejor, algo que espero que puedan solucionar en futuros updates, ya que en mi modesta PC le cuesta bastante correr bien.

Una experiencia entretenida que los amantes del género van a saber apreciar, sobre todo aquellos que disfrutaron de Outlast. Phantaruk tiene potencial, pero por el momento no trae nada nuevo al escenario. El juego sale el 16 de agosto en Steam y, si estás buscando un survival horror para sufrir un poco, es una buena elección.

Fede, pasó por consolas de Nintendo, pero tiene especial pasión por todo lo que sea PlayStation. Ama jugar, tanto como el cine, las series o leer un buen libro. Juega videojuegos desde que tiene memoria. En general le gustan todos los juegos, sobre todo los de aventura. Prefiere los juegos innovadores por sobre las sagas repetitivas.