Ratchet and Clank regresan en quizá el primer gran título exclusivo de la difícil de conseguir Playstation 5. ¿Cumple con la “dimensionada” expectativa?
Ratchet and Clank es una franquicia super establecida y con muchos años dentro de la industria. Además tiene la particularidad de que, pese a los muchos cambios en cuanto a exclusividades se refiere en los últimos años, donde apenas quedan algunos títulos dentro del espectro, el Lombax y su amigo robot han permanecido fieles a PlayStation desde su primera iteración allá por 2002.
Definitivamente han pasado los años, y la cantidad de juegos dentro de la franquicia se ha elevado a la friolera de 16, contando el título que nos compete y sumándole dos iteraciones más en formato mobile.
¿Cómo se hace para poder continuar una franquicia con semejante cantidad de juegos y que aún tenga validez y sentido? Buscar una excusa para resetear de manera liviana el universo, atraer más público e introducir un nuevo personaje; esta fue en parte la clave para llegar a Ratchet and Clank: Rift Apart.
Modo Foto ON. Gran detalle en el pelaje.
La cantidad de elementos en pantalla es impresionante.
Insomniac ha comprendido a la perfección cómo reinventar la saga: en 2016 editó para PS4 un poderoso remake del primer título de la franquicia, al cual recientemente le adicionó un upgrade gratuito para adaptarlo a 60 frames en su versión para PS5, dejándolo en su mejor formato jugable y además sirviendo como excelente introducción para la franquicia; incluso dándolo gratis con la movida Play at Home surgida por la pandemia. Esta estrategia es, además de muy inteligente, realmente muy acertada: incluso para este redactor que había jugado algunas iteraciones previas de manera aislada, la remake me generó una sensación de reseteo involuntario en mi cerebro, pude jugar al primer título con una calidad que rivaliza con cualquier juego actual y además quedé listo para tener ganas de jugar a este lanzamiento.
El efecto es más que bienvenido, porque además se sostiene de manera nuevamente sutil pero clara en el nuevo título, que trata de que después de muchos años de aventuras Clank consigue finalmente un aparato (Dimesionator) para viajar entre dimensiones, lo que podría darle a Ratchet la posibilidad de encontrar a otras personas de su raza, dado que siempre se lo presentó en la franquicia como el último Lombax conocido.
Rápidamente en la fiesta del aniversario de aventuras de Ratchet y Clank a manera de prólogo -y como se vio en múltiples trailers y previews- el villano habitual Dr. Nefarius se roba el Dimesionator, no sin que antes Ratchet le coloque un disparo al aparato y lo descomponga, generando múltiples grietas (rifts) entre dimensiones y dando así paso a las locuras que transcurren en esta aventura.
A nivel técnico lo primero que podemos ver es que el juego no sólo está a la altura de las circunstancias, sino que ha sido elevado aprovechando al máximo varias capacidades de la flamante consola de Sony. Los tiempos de carga son prácticamente inexistentes, y los menos de 2 ó 3 segundos en los que se puede tardar en ingresar a un nivel o moverse a otro, están disimulados en las transiciones cinemáticas que los conectan; es decir que jamás vemos una pantalla de carga en todo el juego, incluso cuando retomamos una partida desde el menú principal. Realmente para aplaudir.
La cantidad de elementos en pantalla es abrumadora y todo fluye de manera constante y casi sin percances. Digo “casi” porque el juego cuenta con tres modos referentes a los gráficos, como ya se está volviendo una costumbre en los títulos de Sony para PS5: modo 4K Ray Tracing a 30fps, Modo Performance (sin RT) a menor resolución pero a 60fps y modo Performance RT también a 60fps pero con los efectos de Ray Tracing activados. Este último modo es el que seleccioné para jugar y tan sólo en 3 ó 4 ocasiones tuve unas ínfimas caídas de frames en circunstancias muy específicas, en las más de 20 horas que pasé con el título para completarlo en un 100%.
Sin Ray Tracing - Con Ray Tracing.
Además el juego hace un buen uso de las bondades del nuevo gamepad DualSense de PS5. Las diferentes armas generan variadas sensaciones en los triggers, y diferentes superficies o sonidos impactan en las vibraciones de formas bien complementadas por el parlante del pad, generando un conjunto que acompaña efectivamente a una aventura tan repleta de acción. Cabe aclarar que la lluvia o muchas superficies no cuentan con el trabajo tan preciso y asombroso sentido en Astro’s Playroom, pero no deja de ser mucho más que decente.
A nivel argumental todo funciona de manera ideal. El guión está muy bien escrito, manteniendo la calidad de humor que produce muchas sonrisas y hasta carcajadas en su transcurso, y además cuenta con buenos golpes sentimentales apoyados en la novedad que le compete a esta iteración: por primera vez Ratchet conoce a otro Lombax, Rivet. El aditamento de este personaje está bien tratado por la historia referida a las múltiples dimensiones. La que le compete a Rivet es una dimensión que representa el concepto de las caras de una misma moneda: hay equivalentes para todos los personajes de la dimensión de Ratchet y Clank, en la dimensión de Rivet.
Rivet en un nivel donde la gravedad está tan confundida como las grietas dimensionales. Magnet Boots a pleno.
Hasta aquí más o menos los elogios, pero lamentablemente existen algunos pequeños problemas que a mi gusto evitan que este juego llegue a una calificación perfecta. En primer lugar, se nota que el motor es el mismo desde hace muchos años, quizá incluso desde la primera iteración, porque el sistema de niveles del juego se mantiene idéntico: se compone de visitas a diferentes planetas y cada planeta se presenta como un nivel muy detallado, pero también acotado. Si bien esto no es necesariamente malo, se puede decir que no hay ningún tipo de innovación al respecto, incluso en el mencionado motor, que a nivel físico sigue teniendo muchos bordes y paredes invisibles con el que nuestro personaje se choca y hasta se puede llegar a trabar y buggear, molestando en varias ocasiones a los jugadores complecionistas que buscan las formas de conseguir cada ítem del mapa.
Por otro lado, el que para mí es el mayor error se encuentra en el nuevo personaje: Rivet es un equivalente exacto de Ratchet, no presenta ninguna mecánica propia y upgradear las armas para Ratchet inmediatamente lo hace para Rivet y viceversa. Si bien esto es cómodo y está argumentalmente disimulado por ser dos caras de dimensiones paralelas, realmente encuentro un gran desperdicio en no haber creado mínimamente algunas diferencias mecánicas entre ambos personajes. Una pena.
A veces hay que descansar un poco de tanta acción y tomar algo con amigos.
Además de mantener un enorme y divertido set de armas para adquirir y upgradear, el título hace un gran uso de los coleccionables. Cada tornillo dorado permite editar varias opciones gráficas, como cambiar skins de las armas, poner filtros de imagen, setear vida o balas infinitas y algunos más, premiando así a los que solemos buscar todo. También hay partes de trajes que se componen de casco, pechera y pantalones, desperdigadas en todos los niveles, que además de permitirnos customizar a nuestros personajes tienen seteos propios de color y son útiles dentro del juego porque dan perks de todo tipo, acumulables.
Ratchet and Clank: Rift Apart es un gran título que abraza a los nuevos jugadores y especialmente recibe muy gratamente a aquellos que hemos vuelto a la franquicia con el previo remake del primer título. Es indiscutidamente un gran juego para Playstation 5, un imperdible casi, que peca levemente de poco innovador.