Tom Clancy’s Ghost Recon: Wildlands Review

La nueva entrega de ‘Ghost Recon’ introduce a un equipo comando norteamericano que deberá desmantelar un cartel de narcotráfico en Bolivia.

Los juegos basados en la obra de Tom Clancy comenzaron como adaptaciones videojueguiles de los libros del autor homónimo. Con el tiempo, se empezaron a crear obras propias, dejando el ya instaurado título de cabecera Tom Clancy’s como un sinónimo de calidad en espionaje táctico y conflictos militares. Como si fuera poco, cada entrega que ve la luz experimenta con conceptos y formas de juego nuevos, y Ghost Recon Wildlands no es la excepción.

Nos encontramos ante un shooter en tercera persona -pudiendo cambiar la mira a primera persona cuando disparamos-, con la posibilidad de jugarlo con hasta cuatro personas de manera cooperativa online.

El juego transcurre en una adaptación a mundo abierto de Bolivia. Es una de las pocas veces que se utiliza un país de Latinoamérica para ambientar seriamente un videojuego, y esto se nota. Lejos está de las regiones de medio oriente, africanas, o mundos abiertos de fantasía que se sienten forzados; Bolivia nos sorprende con sus formaciones montañosas elevadas y extensas, su vegetación densa y su contraste tan marcado entre zonas carenciadas y las mansiones de lujo de narcotraficantes.

Esto afecta directamente a la jugabilidad, ya que tomará un pequeño trabajo acostumbrarse a mapas amplios donde nos disparan constantemente desde arriba o desde escondites del entorno.

No es lo mismo irse del carril cuando representa una caída de 200 metros.

Ironicamente, no podemos descansar si queremos llegar a El Sueño.

La historia nos sitúa en el año 2019, donde Bolivia se transformó en un estado narco dominado por “El Sueño”. Después de un atentado a la embajada de Estados Unidos y el posterior asesinato de uno de sus agentes, el ejército norteamericano envía a un grupo de élite para eliminar al líder narco. Con la salvedad de nuestra comandante, el resto del grupo son personajes creados por nosotros.

Esta premisa está bien implementada y tiene puntos en común con las series de narcotraficantes de los últimos años. Para desmantelar sus operaciones, tendremos que ir ocupándonos lentamente de toda la red criminal, mientras nos ayudan los distintos ciudadanos/organizaciones que están cansadas de ver a su país en el estado actual.

Esto tiene su contrapartida directa en la estructura del mapa. El país está dividido en provincias, cada una con su jefe narco. Para vencerlo, tendremos que buscar información en la región para activar las misiones principales de la historia, y así ir ascendiendo hasta llegar a “El Sueño”. Paralelamente podremos cumplir objetivos secundarios, como buscar recursos para los rebeldes, interceptar camiones con suministros, frenar centros de telecomunicaciones y un largo etcétera.

El mapa es gigante, por lo que tarde o temprano la estructura se vuelve repetitiva. En pos de optimizar el componente online -como explicaremos a continuación-, se decidió dejar la historia relegada a archivos que podemos acceder libremente a medida que avanzamos. No está mal, pero se perdió la oportunidad de hacer una gran novela narco.

Un poquito del paisaje de Bolivia.

Como mencionamos, podemos jugar toda la aventura solos o con hasta cuatro personas online, sean amigos o desconocidos. Podemos unirnos a partidas multijugador en cualquier momento, y una vez dentro podemos hacer prácticamente lo que queremos. Es decir que si nuestros tres compañeros se van a una misión y nosotros queremos ir por nuestra cuenta a otra, podemos hacerlo.

Obviamente lo mejor es completar misiones en conjunto y el diseño hace esto accesible. Si nuestro avance particular lo permite, lo que hagamos en el multijugador sumará a nuestra búsqueda personal. Por el contrario, si la misión es demasiado avanzada o ya la realizamos, solamente nos quedaremos con la experiencia. El jugador no sube de nivel como en The Division, lo que elimina brechas entre compañeros, pero sí podemos mejorar algunas habilidades y conseguir mejor armamento.

El alma del juego es afrontar misiones entre varios, sea sigilosamente, entrando por la puerta con granadas, o a los tiros desde un helicóptero.

“Ghost” Recon.

Mapas amplios que hacen difícil encontrar a nuestros enemigos.

Como shooter en tercera persona cumple sin ningún área en la que destaque particularmente. El sistema de cobertura es automático y por momentos no se adapta lo suficientemente bien a nuestras necesidades. Como extras tácticos podemos usar un drone para analizar una zona antes de atacar y pedir refuerzos de las organizaciones amigas.

Gráficamente mantiene una calidad increíble en todo momento, considerando el tamaño inmenso del mapa, sin más tiempos de cargas que el inicial.

Por último, la banda sonora queda en un segundo plano, al punto de que es fácilmente ignorable, quedando sólo destacadas las distintas estaciones de radio con canciones y publicidades bolivianas.

No vamos a encontrar criaturas en el pasto alto, pero sí enemigos con ganas de liquidarnos.

Un juego más que interesante. La estructura online que propone es de las mejores para estos juegos modernos que buscan ser híbridos entre jugar online u offline según tengamos ganas. Si se le diera una vuelta de tuerca para contar mejor la historia, estaríamos ante un formato ideal.

El mercado está lleno de mundo abiertos, logrando una gran barrera de entrada ya que todo nos toma muchísimo más tiempo que un juego lineal. Sin embargo, la interpretación de Bolivia en Ghost Recon es uno de los puntos más fuertes del juego, por las diferencias estructurales que comentamos al comienzo de la review. Con respecto al tema polémico de la ofensa que implica representar a Bolivia como un país narco, opino que estan haciendo énfasis en una pequeñez en vez de notar que se han plasmado los paisajes de su país de una manera tan bella, dándolo a conocer al mundo.

Si te gustan los multijugadores cooperativos y/o las novelas de policiales/narco, Ghost Recon Wildlands es una buena oferta que te va a mantener ocupado por muchas horas.

¿LO JUEGO?

Sí. Bolivia es un mapa que se siente fresco y novedoso, y si bien es muy divertido jugar de a muchos, también se puede disfrutar solo.

Checkpoint opina…

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Probé la beta con tres amigos más y ya lo tengo pre-comprado, listo para meterme en este gran mundo abierto realizado por Ubisoft. Jugué The Division y lo cierto es que lo abandoné. Ni la más mínima intención de hacer lo mismo con este. Un juego que se siente espectacular de manera acompañada, divertido, con una gran variedad de situaciones, pese a una estructura que se puede volver repetitiva como señala Facu. Recomendadísimo si te gusta el estilo de juego y ESPECIALMENTE si tenés un grupo fijo o semi-fijo de amigos para jugarlo.

Lo Bueno

  • Bolivia: amplio, diverso y montañoso.
  • Buen shooter en tercera o primera persona.
  • El diseño nos permite avanzar constantemente con la campaña, sin importar las veces que saltemos entre el online y el offline.
  • Prácticamente no hay tiempos de carga.
  • El trasfondo narco del juego.

Lo Malo

  • La historia queda en segundo plano.
  • Eventualmente se hace repetitivo.
  • Le falta un pequeño pulido al sistema de cobertura automático.
  • Algunas texturas tardan en cargar
8.5

¡A no dejarlo pasar!

Facu ya no es el checkpointer más joven, pero si el mas alto. Histórico usuario de PlayStation y las portátiles de Nintendo, recientemente sumado a Xbox gracias a GamePass y el trabajo. Disfruta de una buena historia antes que todo, sin importar el medio o el formato (series, cine, libros...), aunque los videojuegos son los que más lo atrapan. Como la mayoría en Checkpoint juega desde que tiene conciencia y sabe que va a seguir jugando siempre. Facu trabaja en Microsoft.