Una aventura original que nos transporta a la Primera Guerra Mundial, desde dos perspectivas opuestas y complementarias.
¿Cuántos juegos basados en la Primera Guerra Mundial hay? Más de los que pensamos, seguro, pero ni por casualidad la misma cantidad ni exponentes que se puedan recordar fácilmente en contraste con la Segunda Guerra. Si escarbamos en nuestros recuerdos, seguramente pensemos en el reciente Battlefield 1 o en el ya clásico Valiant Hearts -The Great War-.
Este último ejemplo nos alinea más con el enfoque dado a 11-11, ya que el centro no es la guerra como shooter frenético, sino como desgracia, oportunidad e historia de vida.
Tomamos el control de dos personajes muy distintos: Harry, un fotógrafo canadiense que se une al ejército para impresionar a quien él cree que es el amor de su vida; y Kurt, un soldado alemán que se suma al combate únicamente para rastrear a su hijo desaparecido.
Ninguno de los dos buscaba ir a defender su país, ni a matar hombres del bando contrario, pero ambos se encontraron con los horrores de la guerra y una realidad que hasta el momento no podían imaginar.
La Gran Guerra
Opuestos complementarios.
Tal vez parece una obviedad, pero lo que para la historia fue la Primera Guerra Mundial, para las personas que vivieron esa época era simplemente la Gran Guerra, un conflicto bélico superior a los que se venían dando. Uno donde se rompieron las barreras conocidas y se extendieron los tiempos de manera infernal. Sumado a que en esa época la comunicación no era la que todos conocemos hoy, haciendo que cada recluta fuera ciegamente hacia lo desconocido. Estos factores generan una atmósfera que el juego representa a la perfección.
Canadienses y alemanes unidos.
El gameplay nos invita a explorar entornos reducidos y a resolver puzzles simples. Vamos a jugar con Kurt y Harry en paralelo, viendo los lados opuestos del mismo conflicto, con excepción de secciones donde la historia los une.
Los puzzles nunca son más que encontrar algún objeto y llevarlo a algun punto para destrabar el avance. Lamentablemente se siente como una oportunidad perdida para hacer algo más complejo e imitar una aventura gráfica clásica.
Como adiciones especiales entra en juego la cámara de Harry, con la cual tenemos que tomar fotografías que se integran con los puzzles, y las cartas de Kurt que adornan ligeramente la historia.
El aspecto más interesante es el audiovisual. La banda sonora es excelente, con sinfonías tranquilas y nostálgicas que suelen contrastar con el escenario que estemos transitando. Puntos extra se lleva el voice acting, cuyo reparto incluye a Elijah Wood.
Los gráficos son polémicos: parece que intentaron dar el efecto de pintura con acuarelas, con la particularidad de que se aplicó para absolutamente todo. Tomas panorámicas van a parecer bellos cuadros, pero cuando la cámara se acerca, sencillamente parece un video con muy bajos frames.
Es innegable que fue una decisión polémica y que tal vez habría sido mejor buscar un punto medio, pero hay que reconocer que es una variedad original y bienvenida para un juego específico como este.
Los coleccionables nos dan más contexto de la guerra.
11-11 Memories Retold es un lindo juego del montón, una de esas experiencias que tiene más valor por lo bien contextualizadas que están que por el modo en el que se juegan. Lindo para una buena oferta.
