Headlander Review

Con Headlander, Double Fine Productions se atreve a explorar un género nuevo para ellos, los metroidvania.

Desde el primer video que vi de Headlander que estoy emocionado con este juego; primero porque sabía que estaba siendo desarrollado por Double Fine Productions; segundo por la estética que tiene -70s retro sci-fi- y por último; porque es un Metroidvania, uno de mis géneros preferidos.

El humor de Double Fine está presente incluso en el núcleo del juego: el/la protagonista es una cabeza, que no puede hablar dado que no tiene pulmones y que se encuentra dentro de un casco espacial que es propulsado por un cohete.

Esto se debe a que la humanidad está extinta, y su esencia, sus conocimientos, fueron subidas a cabezas de robot para ser preservadas por toda la eternidad. Resulta que ahora la IA líder, Methuselah, esclavizó a todos los robots, y es en ese entonces que nuestra cabeza despierta.

Uno de los protagonistas, algo cabezón...

Un metroidvania de Double Fine Productions donde somos una cabeza con propulsión a chorro, ¿cómo decir que no?

Psicodelia cada vez que agarramos una mejora.

Mirá cómo se ve incluso en lugares oscuros.

Y así comienza nuestra aventura, nos despierta la voz de Earl (ERL), quien nos va explicando qué hacer durante los primeros minutos, a modo de tutorial.

Eventualmente, nos unimos a la resistencia llamada ‘Daughters of Lucia-13’, y en el medio la historia se dispersa un poco, pero eventualmente el objetivo es intentar recuperar los cuerpos humanos que aún quedan, con el objetivo de restaurar la civilización humana.

Me da la impresión de que los creadores perdieron el hilo conductor del argumento, y se concentraron en hacer el juego entretenido y los niveles divertidos y desafiantes, dejando momentáneamente la historia en segundo -o tercer- plano.

La estética retro setentosa sci-fi rinde mucho, con colores vibrantes y peinados vintage. Abundan easter eggs de juegos anteriores de Double Fine, y no voy a dejar de mencionar que, en su comienzo al menos, hay muchas referencias sexuales e incluso fálicas. O sea, somos una cabeza que entra en un lugar que se llama ‘Pleasure Port’ o ‘Puerto Placer’, succionamos cabezas y una nave en la que escapamos directamente ‘parece un pito’.

Uno creería que siendo una cabeza, sería complicado hacer un juego con mecánicas interesantes; pero no, o al menos no para Double Fine. El mundo de Headlander está lleno de distintos cuerpos a los que podemos acoplarnos para poder controlar; desde ciudadanos comunes hasta robots armados y distintos tipos de consolas o terminales con las que podemos descargar el mapa del área.

Cubriéndonos y aprovechando que los rayos rebotan.

En general, los puzzles consisten en encontrar el robot correcto que nos permita abrir alguna puerta, por ejemplo. Cada robot tiene un color y abre las puertas de su color, o los colores inferiores siguiendo esta escala: rojo, naranja, amarillo, verde, azul y violeta. Un robot amarillo abre puertas amarillas, naranjas y rojas, mientras que un robot rojo abre solamente las rojas. Es muy simple de entender porque siempre tenemos una referencia visual, y además las puertas -que hablan- nos dicen qué color es necesario para poder cruzarlas.

También, parte de la dificultad se debe a que los robots no pueden saltar; por lo que hay que combinar varias habilidades para acceder algunas plataformas. Una situación habitual es, por ejemplo:

Hay dos plataformas, una de cada lado de la pantalla y un abismo en el medio. Nuestro personaje está del lado izquierdo, y del lado derecho hay una puerta amarilla. Si queremos cruzar la puerta, tenemos que dispararle desde el lado izquierdo, luego desprendernos del cuerpo y volar con la cabeza hacia la puerta antes de que se cierre.

En fin, desafíos típicos de juegos de plataforma que no alcanzan, por ejemplo, la dificultad de otros juegos como The Swapper.

El árbol de habilidades que va creciendo.

Headlander le da una vuelta al género metroidvania introduciendo mecánicas inéditas, como poder poseer distintos cuerpos acoplándonos a ellos con nuestra cabeza voladora.

Usando la decoración a modo de torreta.

Como buen metroidvania, Headlander tiene un amplio mapa lleno de secretos y con algunas sidequests para completar. A diferencia de Castlevania, que nos obliga a hacer bastante backtracking, en Headlander los secretos son rápidamente accesibles, o en caso de no poder acceder, la habilidad que nos falta para poder obtenerlos la vamos a adquirir enseguida.

Completar las sidequests y encontrar secretos nos recompensa con experiencia que podemos utilizar para mejorar las habilidades, como permitir que los efectos regenerativos de nuestra cabeza se trasladen además a los cuerpos que usamos, permitirnos volar más rápido, o mejorar nuestra vida.

Las peleas con los bosses son igual de entretenidas que el resto del juego. Consisten en utilizar los distintos colores o habilidades de nuestra cabeza para poder destruirlos, pero al haber pocas -tan solo dos-, nos quedamos deseando que hubiera más.

Muchas referencias ocultas en las habitaciones secretas.

Headlander es un juego artísticamente deslumbrante, el gameplay es muy divertido y si bien la historia se pierde un poco, no es algo que llegue a molestar demasiado. El juego mantiene su nivel de dificultad a medida que avanzamos, ya que encontramos robots mucho más poderosos a los que nos enfrentamos; pero que también podemos poseer, por lo tanto está muy bien equilibrado.

Si bien no se explotan por completo las mecánicas que el juego propone, de todas formas se disfruta de principio a fin. Por esto lo súper recomiendo, es una experiencia muy divertida en todo momento, aunque -durando unas seis horas- nos va a dejar con ganas de algo más.

¿LO JUEGO?

Totalmente, vale la pena a pesar de sus falencias es un platformer recontra divertido.

Checkpoint opina…

dieguito_web

¿Cómo no identificarme con un juego en el que manejas una cabeza? La verdad me gustó mucho, no es perfecto, pero engancha, divierte y tiene un buen sentido del humor. Lo recomiendo.

vani_web

Admito que lo de ser una cabeza que va de cuerpo en cuerpo me llama mucho la atención. Tendré que probarlo.

facu_web6

Double Fine y Adult Swim son una buena combinación. La idea de saltar de cuerpos con una cabeza que flota parece tan entretenida que cuesta creer que no se le ocurrió a nadie antes. Una interesante propuesta para el género metroidvania.

Lo Bueno

  • La estética retro sci-fi setentosa.
  • Gameplay a lo metroidvania.
  • Muchos secretos y upgrades.
  • El concepto de ser una cabeza que intercambia cuerpos.

Lo Malo

  • La historia se pierde un poco en la mitad.
  • Pocos boss fights.
  • Habilidades que son poco útiles.
  • No explota todo su potencial.
8

¡A no dejarlo pasar!

Fede, pasó por consolas de Nintendo, pero tiene especial pasión por todo lo que sea PlayStation. Ama jugar, tanto como el cine, las series o leer un buen libro. Juega videojuegos desde que tiene memoria. En general le gustan todos los juegos, sobre todo los de aventura. Prefiere los juegos innovadores por sobre las sagas repetitivas.