Little Witch Academia Chamber of Time Review

Las vacaciones de verano empiezan para Akko y sus amigas en esta aventura alternativa que expande el mundo de Little Witch Academia.

Bandai Namco nunca deja de buscar nuevas franquicias para adaptar al formato de videojuegos. Están los clásicos de siempre, como Dragon Ball y Naruto, y los éxitos del momento que pueden o no transformarse en uno de los nuevos regulares. Estamos en una época en que aparecieron varios manga/animes dignos de adaptar, sumado a que el estándar de calidad es levemente mayor que en el pasado. Seven Deadly Sins, Black Clover o Little Witch Academia, son sólo algunos ejemplos de las adaptaciones modernas.

Little Witch Academia elige el camino de ofrecer una historia original, tomando la primera temporada del anime como terminada. Si nunca vimos ni escuchamos nada de este mundo, no se nos va a hacer difícil involucrarnos, gracias a una historia atemporal y varias recapitulaciones sobre quiénes son los personajes.

Sin embargo, debido a un desarrollo un tanto lento y varias side quests de relleno, haber visto el anime va a influenciar mucho el grado en el cual lo vamos a disfrutar incondicionalmente.

En este contexto el grupo de amigas protagonistas, estudiantes de lo que podría ser la contraparte animada de Howarts, se quedan atrapadas en un ciclo infinito de repetir el mismo día una y otra vez. Su misión es descubrir qué clase de brujería las atrapa, develando en el camino algunos secretos de su preciada academia.

¿Qué clase de brujería es esta?

Nada sospechoso por aquí.

El primer punto a destacar del juego es la estética y las decisiones de diseño que la envuelven. Muy similar al Ni No Kuni, se utiliza una combinación de gráficos cell shading con tendencia a hacerlo lo más cute posible, y animación tradicional para mostrar escenas importantes.

A esto se le suma una especial atención a recalcar las expresiones de los personajes. Cualquier acción que hagamos va a tener un lenguaje visual muy claro de los pies a la cabeza. Si contextualizamos esto en una escuela que se siente viva, con los pasillos llenos de gente, rumores por doquier y sonidos de fondo que acompañan a la perfección la situación, nos encontramos ante un gran mundo virtual.

La cámara toma al personaje de lejos. Mientras paseamos por la escuela, acompaña a Akko levemente sin disminuir la distancia, salvo excepciones. En combate se mantiene similar, ajustándose levemente para imitar un beat´em up.

La escuela nos sirve para encontrar misiones secundarias, resolver distintos puzzles en forma de hechizos y relacionarnos con los otros personajes. Toda la acción, en cambio, toma lugar en distintas mazmorras a las que accedemos encontrando diversas llaves, que las dividen entre principales y secundarias.

Una vez en combate, sentiremos que estamos en un beat´em up glorificado. Controlaremos a la protagonista, mientras nos acompañan dos de sus amigas a elección. La inteligencia artificial es bastante competente, al punto de que si estamos con un buen nivel de experiencia, van a poder hacer el trabajo sucio prácticamente solas.

Podemos dar golpes débiles, medianos y fuertes como cualquier juego del género. Little Witch Academia agrega a la fórmula la posibilidad de usar hechizos de manera regular, aumentando las opciones de combate. Podemos elegir entre una gran variedad a medida que los vamos desbloqueando y asignar hasta seis para activar en tiempo real.

Elige a tu bruja.

Lamentablemente, la perspectiva del juego confunde al punto de que varias veces vamos a pensar que estamos enfrente de un enemigo, sólo para estar un paso más abajo o arriba de su línea de ataque. Adicionalmente, nos sucederá que sentiremos poco precisos nuestros movimientos como para pensar demasiado en estrategias de juego. Para empeorar un poco más la situación, es difícil encontrar un punto medio entre que sea demasiado fácil o demasiado difícil por estar bajos de nivel.

Esta falta de complejidad, por llamarla de alguna manera, no es necesariamente mala pero nos deja esa sensación de que no es lo que el juego pretendía ofrecer; especialmente, si lo comparamos con el detalle de varios de sus otros componentes.

Si bien no son puntos destacables en lo que hacen al análisis, contamos con un sistema de niveles clásico, con puntos para asignar a distintos atributos y distinto equipamiento para mejorar a nuestros personajes.

Si parece un beat´em up, es porque parece un beat´em up.

Desde que apareció la primera imagen de este juego, ciertamente parecía más prometedor de lo que terminó siendo. Si bien hay muchos componentes fuertes -y destaca el detalle que los desarrolladores le pusieron a muchos aspectos- hay un fuerte problema en el ritmo de la aventura que perjudica la experiencia y no logra compensar los puntos débiles del combate.

Al final del día, Little Witch Academia se transforma en un juego de nicho, no por ser exclusivo para fanáticos del anime como suele pasar, sino por su ritmo lento y combate simplón que no todo el público va a saber disfrutar.

¿LO JUEGO?

Un juego que no logró cumplir con la expectativa que generó. Una estética espectacular que contrasta con un ritmo y gameplay mediocres. Sólo si tenés tiempo y priorizás la buena atmósfera.

Lo Bueno

  • La estética es sencillamente espectacular.
  • El detalle en los movimientos de los personajes.
  • La banda sonora.
  • La historia complementa agradablemente al anime.

Lo Malo

  • El ritmo mata el entusiasmo por avanzar con la aventura.
  • Tal vez demasiadas misiones secundarias.
  • Al gameplay le falta profundidad y balance.
6.5

¿Por qué no?

Facu ya no es el checkpointer más joven, pero si el mas alto. Histórico usuario de PlayStation y las portátiles de Nintendo, recientemente sumado a Xbox gracias a GamePass y el trabajo. Disfruta de una buena historia antes que todo, sin importar el medio o el formato (series, cine, libros...), aunque los videojuegos son los que más lo atrapan. Como la mayoría en Checkpoint juega desde que tiene conciencia y sabe que va a seguir jugando siempre. Facu trabaja en Microsoft.