Una conquista estelar reimaginada del emblemático Master of Orion.
La conquista de las estrellas está de moda en el mundo de los videojuegos. Bueno, siempre lo estuvo, pero últimamente más que nunca -y en múltiples géneros. Particularmente en los juegos de estrategia 4X (eXplorar, eXpandir, eXplotar, eXterminar), hemos recibido con cariño Endless Space, Galactic Civilizations III y el reciente Stellaris. Pero he aquí un nombre ante el cual estos juegos y tantos otros deberían inclinarse, pues Master of Orion reverbera con nostalgia en estas tierras -o mejor dicho, en estos espacios.
De la mano de un estudio fundado en Buenos Aires, NGD, nos encontramos ante la reimaginación de un clásico exponente de 1993. Con una estética actualizada y un par de mecánicas modernizadas, la conquista estelar pretende captar una vez más nuestra atención, de la misma manera que lo hiciera la saga original unos veinte años atrás.
¿Tecnología, alimento o producción? La eterna disyuntiva del género.
Las noticias vuelan literalmente por toda la galaxia.
Master of Orion: Conquer the Stars cumple con todas las pretensiones que un aficionado al género podría exigir: colonizamos planetas, decidimos el curso de desarrollo social y tecnológico, y competimos por alcanzar -bélica o diplomáticamente- nuestros objetivos para la victoria. Comenzamos con una única colonia y un par de flotas útiles para expandirnos y defendernos tempranamente, y rápidamente progresamos turno tras turno en base a las cuatro “X” que definen este tipo de juegos.
Como vuelta de tuerca en este relanzamiento, tenemos la posibilidad de controlar directamente a nuestra flota en combate, lo cual justifica que varias de las tecnologías disponibles nos permitan customizar el equipamiento de cruceros y escuadrones. Esta dinámica es bienvenida, dado que otorga una alternancia vívida entre la gestión global de nuestro imperio galáctico y la atención al detalle de batallas decisivas.
Master of Orion: Conquer the Stars cumple con todas las pretensiones que un aficionado al género podría exigir: colonizamos planetas, decidimos el curso de desarrollo social y tecnológico, y competimos por alcanzar nuestros objetivos para la victoria.
La diplomacia entretiene tanto como los líderes alienígenas que nos encontramos en el camino. Como es esperable, cada facción tiene sus puntos fuertes y débiles, pero más aún, su propia personalidad. Esto significa que debemos ser cautelosos en las decisiones que tomamos al negociar con grupos como los honorables Alkari, los brutos Sakkra o los creativos Psilon. Cada ocasión requiere especial astucia si pretendemos salir airosos.
El principal problema de Master of Orion radica en el contexto en que plantea su reimaginación. Todo aquel peso que tiene el nombre de esta saga, queda opacado por los numerosos lanzamientos que han modernizado con éxito al género. Si en su momento resultó innovador, ahora no es más que uno más dentro del montón, en especial si el jugador aficionado ha estado incursionando en ese montón. Sin duda, la ejecución de todos los elementos de Master of Orion está muy bien lograda, pero la experiencia se vuelve algo repetitiva tras una serie de partidas.
Ese encantador impulso expansionista, tan humano y a la vez tan alienígena.
En definitiva, cuánto disfrutaremos de revisitar Master of Orion dependerá de lo saturados que estemos de los recientes lanzamientos en el área de la conquista espacial por turnos. Hay un encanto intrínseco y sensual en expandir nuestras colonias, construir estaciones defensivas y personalizar una flota invencible, pero quizá este entusiasmo nos abandone rápidamente si ya lo estuvimos haciendo con otros pretendientes.
¿LO JUEGO?
Si te gusta el género de estrategia 4X -y no estuviste jugando demasiados exponentes en los últimos meses-, probá esta versión reimaginada del Master of Orion.
Checkpoint opina…
Los juegos 4X de este tipo nunca fueron para mí, no soy del palo. No por eso dejo de sentir enorme orgullo porque semejante saga haya caído en manos de un dev team Argentino. *Ovación de pie a NGD Studios*
Me parece genial que se fomente el desarrollo argentino. Coincido con Fede en que no es mi género, pero me encantaría ver otro juego de NGD donde se aplique todo lo que aprendieron aquí.