Plants Vs Zombies: Garden Warfare 2 Review

Segunda entrega del shooter por equipos basado en el ya famoso y aclamado juego mobile. Sumate en la lectura y descubrí si esta adorable representación de una guerra entre plantas y zombies vale el precio de tus bolsillos vacíos.

Mucho se ha hablado del lado de la prensa de lo simplista, comercial y banal de los juegos que hacen furor en el ámbito mobile. Si bien es verdad que hay títulos que carecen de una mecánica compleja y se centran más en microtransacciones y conectividad en las redes sociales, es acertado también reconocer que algunos de ellos se apartan de ese modelo, y son reconocidos por su carisma y diseño. Plants Vs Zombies es un claro ejemplo del caso, y esto se refrenda con el hecho de que ya cuenta con su propia saga multijugador en consolas de última generación y PC. El primer Plants Vs Zombies: Garden Warfare fue lanzado hace un año y medio en esas mencionadas plataformas y obtuvo unas más que decentes críticas por parte de la prensa y de los usuarios. El juego que me toca analizar, su secuela directa, PvZ: Garden Warfare 2, parte de la premisa de ser más grande en todo el amplio sentido de la palabra y, sinceramente, lo es.

“Disparar a los enanos”, de los varios mini juegos por descubrir.

La trama o “historia”, si se quiere, de esta entretenida aventura nos pone en contexto con respecto a su primera iteración. El Dr. Zomboss, cabecilla supremo de los zombies, logra conquistar finalmente Suburbia, el lugar donde se desarrolla la saga. Para alcanzar tan preciado objetivo, Zomboss trae del futuro a sus mórbidos súbditos con una tecnología superior y termina dando vuelta una batalla que parecía perdida anteriormente. Ahora será el turno del ejército botánico, que intentará un desesperado ataque para recobrar la ciudad perdida, trayendo del futuro algunos amiguillos con raíces.

La principal diferencia con la entrega anterior es el lugar nuevo que denominan Backyard Battleground, una suerte de espacio neutral online mezclado con el free-roam de los juegos de mundo abierto. En este lugar podremos customizar nuestros personajes y cuartel principal, pero no termina ahí. La tierra está dividida en dos zonas principales, plantas y zombies, y una tercera en la cual pululan fuerzas de ambos bandos, luchando por ganar territorio. Está todo tan bien pensado, que sin tener un mapa podremos darnos cuenta de dónde se encuentra nuestro cuartel aliado, debido a la gama de colores usados y el espectacular diseño de arquitectura que acompaña a ambas facciones. A lo largo y ancho del escenario podremos encontrar cualquier cantidad de quests secundarias, mini juegos, y eventos cooperativos y competitivos a los que se pueden sumar otros jugadores en el mismo free-roam. También podemos invitar a nuestros amigos a la party y jugar con ellos en los diferentes modos, y hasta cambiar de equipo en cada ocasión.

“Backyard Battleground es una suerte de espacio neutral online mezclado con el free-roam de los juegos de mundo abierto.”

El cuartel de las plantas en Backyard Battleground, con la pizarra de desafíos al costado.

Otra diferencia palpable de PvZ: Garden Warfare 2 con respecto a su antecesor es el mucho mejor trato que se le da al jugador singular. Si bien es un juego que requiere de conexión continua, hay una gran cantidad de personajes que nos proporcionarán misiones primarias y secundarias para jugar solos o en modo cooperativo (online o split-screen). No llega a tener el hilo de una campaña tradicional, pero es lo suficientemente entretenida para los primeros momentos con el juego, para conocer el escenario planteado y los líderes de cada facción. Además de dosis exacerbadas de carisma, estos quijotes de cada bando nos harán reír de lo lindo. Chistes inteligentes, bizarreadas esperables de un título con este planteamiento y guiños a los gamers de la vieja escuela, hacen de estas interacciones una delicia de leer.

“El gameplay está muy bien mezclado para generar una gran experiencia jugable y es accesible para todo público.”

Es harto sabido, y estándar a esta altura, que todos los multijugador online poseen un sistema de leveleo para nuestros personajes. GW2 no es la excepción, ya que continúa con el sistema visto en la primera entrega, pero con el aditamento que todas aquellas nuevas actividades introducidas para un solo jugador también incrementarán la experiencia ganada, sumado a lo conseguido en modos cooperativos y competitivos. Al igual que en otros juegos masivos competitivos, como Destiny, en cada cuartel principal habrá un pizarrón con desafíos que se renovarán cada 48 horas, y que consistirán en eliminar determinado número de enemigos, obtener cierto puntaje en alguna partida online u objetivos específicos de quests dentro del juego. Al completarlas, nos darán una experiencia extra a la que normalmente ganamos, así que es una buena práctica aceptar estos contratos ni bien empecemos a jugar, para cumplir muchos de ellos sin darnos cuenta.

Junto con la experiencia ganada, cada actividad proveerá de monedas que podrán ser usadas para comprar sobres de tarjetas, cuyo contenido será al azar, pero dependiendo del precio, garantizarán al menos un consumible, un item para vestir a nuestros personajes o incluso un personaje nuevo. Los mencionados desafíos proporcionarán estrellas, que son la moneda de cambio para abrir los cofres esparcidos en los recovecos de Suburbia. Dentro de los mismos puede haber una gran variedad de items, consumibles o coleccionables como los que ya mencionamos.

Las tarjetas que compremos contendrán todo tipo de premios.

En cuanto al gameplay, se puede decir que está en la línea de lo ya visto en el título anterior. Las mecánicas de shooting están muy pulidas y la velocidad del juego no es determinante para los principiantes. Está todo muy bien mezclado para generar una gran experiencia jugable y que sea accesible para todo público. Además de las mecánicas que ya conocemos de un shooter, se añaden algunas típicas de un MOBA, como por ejemplo el hecho de tener una clase que tenga una habilidad para curar a sus aliados, o atontar a los enemigos con una determinada granada. A su vez, es fiel al género que dio origen a la franquicia, Tower Defense, ya que tanto al jugar como plantas o zombies, podemos generar unidades estáticas en determinados lugares, para asegurar nuestros cuarteles principales o sectores específicos que deben ser defendidos.

Habiendo tocado el tema de las clases, es necesario mencionar que hay un total de catorce clases diferentes, siete por cada facción. Tendremos las clases básicas de cualquier juego de este tipo, a saber: el tanque, el ingeniero, el healer o médico, el ágil con ametralladora, etc.. Aún así, esta secuela se las ingenia para crear tres clases nuevas para cada bando. Por el lado de las plantas tendremos a Citron (mi favorito), una naranja cazarrecompensas que viene del futuro, y que posee la habilidad de adoptar su forma de fruta y rodar a una velocidad muy conveniente. También contamos con Rose, una hechicera que tuvo la visión de que la gran Suburbia sería dominada por los zombies, y viaja hacia el futuro (el presente del juego) para impedirlo. Su habilidad principal ralentiza severamente a sus enemigos. Por último, del lado de nuestros amigos del invernadero, nos asistirá el Kernel Corn, una planta de choclo que dispara con dos mazorcas de maíz, obviamente.

Por el lado de los fiambres simpáticos, nos acompañan Imp and Z-Mech (un solo personaje), un zombie muy pequeño que cuenta con la habilidad de summonear a un gran mecha y ponerse a la altura de sus enemigos. Una vez dentro del imponente bólido de acero, sus tres habilidades cambian como si fuera otro personaje. En adición, también aparece el Captain Deadbeard, un pirata hecho y derecho, con loro y pata de palo. Por último, Super Brainz, un superhéroe mortadela que tiene una habilidad muy parecida al famoso y milenario Axe del DOTA original: rueda sobre su eje destruyendo todo lo que está en su camino. Es pertinente decir que hay, al igual que en GW1, una clase All-Star: un héroe diferente por semana de cada grupo, muy fachero a nivel estético, que puede ser usado indiscriminadamente. Además, cada clase tiene entre 8 y 10 subclases diferentes que iremos desbloqueando, lo que resulta en toneladas de diversión y variedad para todos los gustos.

¡Oh! ¡¡Mis sentidos adoran este juego!!

En cuanto a los modos multiplayer, hay seis competitivos y dos cooperativos. Los primeros nos dan la posibilidad de jugar partidas de hasta 24 personas y oscilan en lo estándar del género: deathmatch por puntos, conquistas de zonas, detonar objetivos enemigos, etc..

En cuanto a los modos para jugar acompañado, soportan hasta cuatro jugadores a la vez, y son derivados del Horde Mode que tanto hemos visto y disfrutado. Se incluyen doce nuevos mapas para estos modos con respecto a su antecesor, y se promete un mantenimiento acorde con las expectativas de un juego de EA, con algunos contenidos gratis y otros, más amplios, pagos.

Esos efectos de partículas que dan aún más belleza al juego.

En cuanto a la parte técnica, faltan palabras para estar aún más satisfecho. El juego utiliza de muy buena manera el motor Frostbite 3, lo cual no hace más que confirmar lo flexible que es como herramienta para generar un apartado gráfico tan bonito y diferente de lo visto en Battlefront. La performance del juego no decepciona, y no sentiremos tironeos en el frame-rate por más que tengamos a 30 zombies o plantas delante nuestro, disparando a discreción, lanzando granadas o utilizando habilidades especiales. Sobre la parte artística, sólo se puede aplaudir lenta y calurosamente hasta que tus manos pidan perdón. Los escenarios relativos a cada bando están meticulosamente recreados y nos dan esa sensación de sentirnos en una versión soñada del mítico hit de los 16 bits, Zombies Ate My Neighbors. Las texturas de cada superficie son totalmente creíbles y entonan armónicamente con el estilo cartoon que se le quiere dar al título. Un punto aparte a considerar: los hipnotizantes efectos de partículas. Las magias, explosiones, combustibles de algunos transportes y demás, demuestran la variedad de efectos que tiene para ofrecer el juego en cuestión.

El diseño de los personajes no se queda atrás de ninguna manera, y parece ser sacado de alguna mente brillante deambulando por las oficinas de Nintendo Japón. Ser capaces de hacer creíbles las expresiones de un girasol, una naranja, un cactus, no es cosa fácil, y se nota que PopCap, el estudio desarrollador, realmente fue exhaustivo con su trabajo y lo llenó de amor propio.

El all-star zombie de esta semana... ¡¡Un crack!!

El apartado sonoro está a la altura de todo el resto del apartado técnico, con unos sonidos reconocibles para cada arma, habilidad e incluso para cada personaje. Todos y cada uno de los amigos que cruzaremos en la aventura poseen una voz simulada en un idioma propio, con sonidos muy al estilo Zelda o Banjo Kazooie. Los resultados son muy graciosos y generan un clima de afinidad con el jugador, dependiendo del gusto personal de cada uno. Los temas del soundtrack añaden magia al entorno fantástico en el que se implementan y, en un caso muy particular, deslumbran con un tema muy copado tarareado a lo “zombie”, al mejor estilo “Yo soy el Rock” de Cabezalrraba.

¡The Germinator! Uno de los tantos chistes-guiños incluidos en el título.

Para concluir, creo que el trabajo hecho por PopCap es fabuloso. GW2 supera ampliamente lo visto en su precuela, amigándose con aquellas personas que piden a gritos contenido para un solo jugador. Las opciones cooperativas, competitivas y lo accesible de la aventura, hacen que hasta los más peques puedan darle una oportunidad a este juego. Ojo, que no se confunda accesibilidad con falta de profundidad, porque lo expuesto anteriormente no hace más que confirmar que esta nueva entrega puede ser compleja y lo suficientemente variable para tenernos un par de meses desbloqueando items y secretos, y leveleando cada clase de personaje hasta el máximo. Un trabajo redondo, variado, adorable y divertido, que hasta supera otras grandes apuestas lanzadas por el mismo publisher en los últimos meses.

¿LO JUEGO?

Si te divertiste con el anterior, este te va a volar un alto porcentaje de la peluca.

Checkpoint opina…

dieguito_web

Cuando anunciaron el primero, todos creímos que era un robo y terminó siendo flor de juego. La segunda parte no defrauda y ya sea que tu predilección sea por girasol o por hongo, es un juego que sin dudas divierte.

beto_web

Hermosa reseña de un juego que, se nota, supera a su antecesor y conserva la prolijidad, el humor y el appeal que caracterizan a la franquicia Plants vs Zombies. PopCap sabe cuidar su jardín.

fede_web

Un juegazo de EA, divertido por donde lo mires, sobre todo si jugás con amigos. A los más chicos les encanta. Si cerrás los ojos y escuchás sólo el sonido, podría confundirse con Splatoon. Como todo juego FPS personalmente me molesta el tiempo de respawn; odio perder el tiempo luego de morir :P.

Lo Bueno

  • Artísticamente sobresaliente. Escenarios y personajes.
  • Pulidas mecánicas de juego y leveleo.
  • Variedad de modos multiplayer.
  • Split screen cooperativo.
  • Soundtrack divertido y bien ejecutado.
  • Humor entretenido y con guiños en las quests.

Lo Malo

  • Saber que muy pocos de tus amigos se lo van a comprar.
  • La exigencia de estar conectado a los servidores para poder jugar.
  • Un modo campaña robusto no vendría mal.
8.5

¡A no dejarlo pasar!

Seba es un gamer consolero de raza. Empezó con el family a principios de los 90’, siguió con la Sega Megadrive y después tuvo unos largos años de felicidad con dos de las más grandes consolas de sobremesa de Nintendo: Super Nintendo y Nintendo 64. Posteriormente, se enamoró incondicionalmente de Sony, adquiriendo una Playstation 2, continuando con la 3 y por último la 4. Fanático enfermizo de los juegos de pelea y los shooters, juegos de acción y hack and slash japoneses.