Rainbow Six Siege Review

Uno de los emblemas de los FPS tácticos vuelve en una nueva entrega enfocada al multijugador online. Ponete el casco, cargá el arma y veamos que tal está este juego.

Hubo una época en la que los first-person shooters multiplayer se basaron en correr de un lado a otro y dispararle a todo lo que se mueva. Algo muy divertido, sin dudas, y que hoy en día sigue presente en varios juegos. Pero luego llegaron los FPS tácticos, donde si queríamos ser Rambo, seguramente termináramos llenos de agujeros.

El primer ejemplo que seguramente se nos viene a la mente es Counter Strike, aquel juego que nació como un MOD de Half-Life y que hoy en día sigue vigente. Rainbow 6 Siege toma mucho de Counter Strike, pero potenciado en los estándares a los que estamos acostumbrados hoy en día.

La saga comenzó como un juego orientado al single player, en el cual diseñábamos un plan para que nuestro escuadrón de fuerzas especiales logre cumplir la misión. A veces estábamos más tiempo diseñando el plan que disparando realmente.

No sería un juego de terroristas sin un avión secuestrado.

Rainbow 6 Siege toma mucho de Counter Strike, pero potenciado en los estándares a los que estamos acostumbrados hoy en día.

Abriendo camino.

Más adelante tuvimos los geniales Rainbow 6 Vegas, con más enfoque en la historia y en resolver la táctica en tiempo real, cubriéndonos, dando órdenes a nuestro escuadrón, entre otras acciones.

Hoy nos llega la última entrega de la saga después de varios años de estar ausente y, esta vez, enfocada casi en su totalidad al multiplayer online.

Atrás quedaron los días en que nuestro escuadrón de élite luchaba por una causa, contra un enemigo malvado, cuidando a nuestro compañero como si fuera un hermano y lamentando entre lágrimas su muerte. Hoy nuestro compañero es una persona a quién quizás ni le conoceremos su voz y nuestro enemigo es un adolescente que nos hará degustar una taza de té de testículos luego de acribillarnos.

Empecemos por lo principal: la jugabilidad. En Siege las partidas se componen de dos equipos de cinco personas, donde un equipo ataca y otro defiende. Los objetivos van desde desactivar una bomba hasta rescatar a un rehén y protegerlo al salir de la zona de peligro. Cada jugador, al ser eliminado, no vuelve a la partida hasta la próxima ronda, por lo cual hay que ser muy cuidadoso porque un tiro bien puesto nos dejará fuera de combate.

Ambos equipos cuentan con diferentes clases que se traducen en personajes específicos, con sus apodos, equipamiento, habilidades y características. Estos personajes se reparten entre cinco fuerzas de seguridad mundiales: SAS, FBI, GIGN, Spetsnaz y GSG 9, cada una con dos especialistas para ataque y dos para defensa, lo que da un total de veinte personajes para elegir. Estos además tienen sus breves videos introductorios donde se los ve tirando facha como si fuera el casting para la próxima Expendables. Algo interesante de esto es que no pueden repetirse, es decir, si usamos a “Doc”, el médico (sí, se mataron en el brainstorming para elegir el nombre), seremos el único médico en el mapa, y nadie más tendrá la capacidad de curar compañeros.

Cada uno de estos soldados se desbloquean comprándolos con puntos ganados en cada partida, superando desafíos o incluso en las misiones single player, las cuales describiré más adelante.

Ahora bien, seguro están pensando: “pero si yo compré al médico y ya lo eligió otra persona, ¿con quién juego?”. En ese caso, podemos elegir al Recruit que es un personaje sin nombre, sin habilidades especiales y con armas y equipamiento genéricos. Es por eso que tendremos que ser rápidos al inicio de la partida para elegir entre los pocos operativos que podamos haber desbloqueado, hasta que tengamos el plantel completo.

Además de rifles, escopetas, granadas y pistolas, el juego cuenta con barricadas para tapar puertas y reforzar paredes, drones con cámaras para localizar enemigos a la distancia, sogas para hacer rapel, alambres de púas, trampas explosivas, y un largo etcétera para ir descubriendo.

Todo este arsenal hace que la forma de encarar las misiones sea muy variada, sobre todo porque se le suma otro aspecto súper interesante: la interacción con el ambiente.

Casi todas las paredes se pueden destruir con disparos. Las paredes más resistentes se pueden derribar con explosivos especiales de algunas clases. Otras paredes se pueden agujerear y disparar a través de dichos agujeros. Lo mismo aplica a techos y pisos. También algunas superficies como escritorios o puertas pueden atravesarse con nuestros disparos y así liquidar a rivales que se escondan detrás.

Las cámaras ayudan a anticipar el ataque.

Cada uno de los soldados se desbloquean comprándolos con puntos ganados en cada partida, superando desafíos o incluso en las misiones single player.

Hay equipo.

El combate, sin ser un simulador al estilo ARMA, está bastante apuntado al realismo. Un tiro bien puesto nos mata, la vida no se regenera y el recoil de las armas nos obliga a medir nuestros disparos porque si no soltamos rápido el gatillo, terminamos disparándole al techo.

Todas estas características hacen que el juego en equipo sea clave. Si nos cortamos solos, vamos a durar muy poco. En cambio, jugando en coordinación con nuestros compañeros es donde el juego brilla. A veces, jugando con matchmaking, nos puede tocar un equipo que no actúa como tal, pero jugando con nuestros amigos y coordinando usando voice chat, el juego es una fiesta.

Algo raro en cuanto al diseño es que ambos equipos cuentan con soldados del equipo Rainbow. Es decir, nosotros podemos ser un soldado de SWAT y del otro lado tener a otro SWAT que está secuestrando a un rehén. Se entiende que es una manera de resolver la mecánica de que cada jugador use un personaje específico, pero hubiera estado mejor que apliquen la misma mecánica para que el equipo rival tenga sus personajes terroristas, lo cual le daría una estética más creíble, e incluso, hasta una jugabilidad aún más variada.

El letal Glaz.

Además de los modos competitivos, tenemos uno llamado “Terrorist Hunt” donde podremos jugar solos o acompañados de otros humanos, contra terroristas (estos sí son terroristas genéricos). La inteligencia artificial es realmente muy buena: los enemigos se esconden, cambian de cobertura, se alejan de las granadas, nos rodean y están atentos a los sonidos que hagamos para encontrarnos.

Por último, existe el modo “Situations”, completamente single player, el cual básicamente está compuesto por misiones similares a las de Terrorist Hunt que cumplen un poco la función de tutorial, donde en cada una se nos explica una mecánica del juego. Es así como en la primera misión tenemos que eliminar a todos los terroristas de un edificio, en la segunda desactivar una bomba, en la tercera rescatar a un rehén y así con el resto.

Jugando con nuestros amigos y coordinando usando voice chat, el juego es una fiesta.

Estas misiones, de todas formas, no son un paseo para aprender los controles; todo lo contrario. Son bastante desafiantes y además cuenta con desafíos del estilo “terminar la misión con al menos 50% de vida” o “hacer 5 headshots” que nos darán una, dos o tres estrellas, y sumaremos puntos para poder desbloquear personajes.

De todas formas, es inevitable sentir que queda a mitad de camino. Con las mecánicas de este juego y la IA que tiene, una campaña single player bien diseñada le hubiera agregado un enorme valor a este título.

En cuanto al rendimiento online, al día de hoy, no hay nada que cuestionarle. El tiempo de espera para encontrar una partida es razonable. Alguna vez tuve que esperar un par de minutos, pero en líneas generales está acorde a los tiempos normales de hoy en día. Dentro del juego, no me topé ni una sola vez con lag. Es cierto que no hay cuarenta jugadores como en Battlefront, pero poder jugar sin lag, con las conexiones que tenemos en nuestro país, es algo muy bienvenido.

Acostumbrate a ser expectador.

Una campaña single player bien diseñada le hubiera agregado un enorme valor a este título.

Tres hombres y una bebota

En el aspecto artístico, el juego es más que correcto. Se ve muy bien, acorde a la generación actual. Es inevitable compararlo con tanques como Battlefront, y ahí el juego no se destaca, pero no deja de ser bonito a la vista.

Los modelos de los personajes están bien diseñados, aunque nunca le vemos la cara a nadie. Donde el juego se destaca visualmente es en el modelado de los ambientes. Cuando rompemos una pared o cuando vuelan papeles, explotan televisores… todo suma a la sensación caótica de estar tiroteándose.

El sonido está muy bien implementado. No tanto por su calidad, que es buena pero no destaca, sino por su utilización táctica para ubicar enemigos. Jugarlo con sonido surround es una experiencia recomendable. Podemos escuchar los pasos de cada jugador alrededor nuestro; incluso se distingue si están en un piso superior, por ejemplo. Es algo para celebrarle a los desarrolladores.

Lo último para mencionar son las ya cuestionadas microtransacciones. En este juego no vas a tener ventaja por haber usado dinero real. Eso es algo bueno, ya que de lo contrario el juego quedaría muy desbalanceado. Lo que vas a poder comprar son skins para las armas y boosters, que sirven para obtener más experiencia por un tiempo limitado y poder así llegar a desbloquear los personajes más rápido. No es algo que festeje; de hecho, siento que arruina un poco la experiencia, pero lo bueno es que no perjudica a los que preferimos no usarlos.

Ahora es donde te digo si el juego me gustó y si te lo recomiendo o no. Por todo lo que dije, parece que es un juegazo y que tenés que salir a comprarlo ya. Bueno, mi amigo, no es tan así.

Sin dudas es un buen juego que tiene muy buenas ideas y, en general, están bien implementadas. Como decía antes, se siente como que queda a mitad de camino. La falta de una campaña es realmente una lástima y los modos de juego, si bien están bien pensados y los mapas son interesantes, pueden llegar a aburrir al poco tiempo si no sos un fanático de competir online. Lo mismo sucede con la progresión. El subir de nivel no da la sensación de progreso, ya que el progreso real es desbloquear personajes con los puntos. El subir de nivel sirve para desbloquear desafíos que nos dan más puntos y, principalmente, para poder llegar a nivel 20 y jugar rankeado, donde la cosa se pone mucho más picante.

Dicho esto, repito lo que dije antes: si te gustan los shooters tácticos y encima tenés amigos para jugar juntos, es una experiencia muy interesante que no está presente en otros juegos hoy en día. Especialmente si sos de esos que siguen jugando Counter Strike, esta es tu oportunidad de pasarte a un juego más moderno y más pulido. No es un juego excesivamente cruel, pero tampoco es para jugadores casuales. Acordate que vas a estar jugando con otra gente a la que no le importa que vos te frustres y, si no le dedicas tiempo a mejorar tu puntería, te vas a tener que acostumbrar al tecito.

¿LO JUEGO?

Sí, pero sólo si te gusta mucho el género. Es un buen juego, pero no para todo el mundo.

Checkpoint opina…

seba_web

Si bien se le critica la no inclusión de una campaña como en sus anteriores entregas, me parece que la apuesta de este nuevo Rainbow Six es a apostar y estandarizar este tipo de shooters tácticos. La franquicia hace muchos años que existe, pero nunca tuvo un ratio de lanzamientos semejante a los bestsellers de la competencia. Ya sabemos que hoy en día, un buen juego multi, carece de atención en su campaña o carece de esta misma por completo, pero si R6 logra captar al gamer competitivo de hoy en día y atraparlo con sus bondades tácticas que lo diferencian, puede ser un nuevo inicio de la saga.

fede_web

Realmente Rainbow Six Siege es un juegazo de lo mejor que hay en simulación táctica y coordinación en equipo. A su vez es una lástima que una saga que brillaba por sus campañas excelentemente diseñadas, haya optado por el pasaje a ser 95% multiplayer. Definitivamente es un juego que quiero tener, pero 60 USD no justifican hoy en día una experiencia sólo multiplayer, lamentablemente para Ubisoft, Star Wars: Battlefront ya copó ese lugar en mi repisa digital.

facu_web6

Tanta oferta de juegos con un buen modo online hace que sea difícil que uno que aporta elementos originales, como este Rainbox Six, se destaque. Tampoco es tentador saber que no hay campaña luego del gran trabajo de Vegas. Estos factores hacen que la mejor -y casi única- opción para jugarlo sea si tenemos un grupo de amigos que también lo jueguen.

diegote_web

Estoy con Facu en esta. Estamos en la época del “Only Multiplayer”, y hay mucha oferta al respecto. Es una pena que esta saga ya consagrada y esperada por miles de fans que adoraron sus campañas Single Player, tenga que conformarse con un producto sólo online, que depende si o si de armar un grupo de amigos para poder disfrutarlo como corresponde. También me pareció poco feliz sacar un juego sólo online con la bestia Battlefront haciendo estragos. Quizá más adelante lo compre junto a Fede.

Lo Bueno

  • Fomenta el juego táctico en equipo.
  • Ambientes destructibles y muchos gadgets le dan variedad a las partidas.
  • Uso táctico del sonido.
  • Las microtransacciones no desbalancean el juego.

Lo Malo

  • Falta de campaña single player.
  • Subir de nivel no se siente como un progreso realmente.
  • Si bien las microtransacciones no desbalancean, estaría bueno poder hacer todo sin necesidad de pagar más de lo que ya pagamos por el juego.
7.5

Bien logrado

Diego tiene dos pasiones en su vida, la música y los videojuegos. Juega desde los 4 años, allá cuando los juegos eran apenas un par de píxeles enormes. Hoy en día juega principalmente en Playstation, pero durante su vida su plataforma principal fue la pc, pasando por alguna que otra consola. Sus géneros favoritos son aquellos que hoy están medio olvidados, pero que de a poco van resurgiendo y algunos que por suerte estan vigentes: Aventuras gráficas, simuladores de vuelo espaciales, RPG, Tycoons y FPS.