Styx: Masters of Shadows es un juego de infiltración que pasó por debajo del radar. Salió en el 2014 para PS4, Xbox One y PC, y ahora llega como parte de los juegos de Playstation Plus de Julio.
En un mundo de fantasía, los humanos toman control de una tierra de elfos. El objetivo: capturar amber: una sustancia codiciada por todos, la cual se extrae de unos misteriosos árboles. Los humanos, creyéndose los dueños del mundo, esclavizan a los seres de orejas puntiagudas para que hagan el trabajo sucio de extracción por ellos.
Styx es un pequeño goblin, maestro del sigilo. Por algún motivo, posee la capacidad de escuchar los pensamientos de los demás; facultad que lentamente lo vuelve loco. Su objetivo es tomar control del corazón del árbol “madre”, pero deberá superar muchos obstáculos para cumplirlo.
Con esta premisa comienza el juego. Styx: Master of Shadows, es un juego de sigilo muy interesante. Como mencionamos, tomamos el control de un ser pequeño, y deberemos ir escabulléndonos por los distintos niveles mientras cumplimos diversos objetivos.
Si bien somos maestros de la oscuridad, también somos extremadamente vulnerables al combate cuerpo a cuerpo; motivo por el cual deberemos ser muy cautelosos. Un combate directo con dos o más enemigos nos significará una muerte segura.
A esconder el cuerpo en la caja para no dejar rastros.
Habrá que ser extremadamente cuidadosos, un combate con más de dos enemigos a la vez es sinónimo de derrota.
La daga. ¿Pero quien es el dueño?
Para abrirnos camino, contamos con una daga como arma principal, la cual nos permitirá quitarles la vida a los enemigos rápida y ruidosamente, o lenta y sigilosamente.
En caso de entrar en combate, la cámara se centrará y tendremos que atacar al mismo tiempo que el enemigo para repeler su golpe, luego de un par de aciertos lo podremos matar. Al ser luchas uno a uno, si hay otro rival, nos atacará de lejos, por lo que –como mencionamos antes- moriremos con certeza.
Nuestro arsenal se expande a cuchillos arrojadizos, y poderes provenientes del amber como: clonarse para distraer al enemigo, hacerse invisible y una visión especial que nos permite ver a los objetivos y objetos de utilidad.
Los escenarios, sin lugar a dudas, son el punto más fuerte del juego. Tanto que varias otras sagas similares (Assasin’s Creed, Dishonored, Thief) podrían inspirarse en él para mejorar. Los mapas resultan amplios, con varias posibilidades reales de llegar al objetivo. Esto no se siente forzado, sino que está perfectamente implementado, y nos deja usar el ingenio para elegir la ruta que mejor nos parezca.
Podemos usar el amber de nuestro cuerpo para hacer clones, volvernos invisibles o ver únicamente las cosas útiles.
Ser un maestro de la oscuridad, por obvio que parezca, implica estar entre las sombras. Podemos apagar antorchas para ayudarnos a ser invisibles ante los enemigos. No sólo manualmente, sino también a distancia, arrojando bolas de arena. Saber utilizar esto a nuestro favor va a ser clave para poder avanzar.
Habrá otros elementos del entorno de los cuales podremos tomar ventaja: candelabros que pueden ser soltados sobre los enemigos, o envenenar su comida.
Este abanico de opciones para infiltrarnos, contrastado con lo débiles que somos en combate cuerpo a cuerpo, hacen que el sigilo se sienta realmente como nuestro mejor aliado.
¿Envenenar la comida o tirar al enemigo al vacio?
Como buen juego de sigilo, podemos conseguir distintos beneficios si cumplimos ciertos requisitos, como no matar a nadie, no ser vistos, terminar la misión en un tiempo determinado, etc; lo que se traduce en puntos de experiencia para mejorar algunos aspectos del personaje. Además hay objetivos secundarios, y una variedad de objetos escondidos (muy difíciles de encontrar), ideal para el jugador que le gusta explorar.
Mejor acostumbrarse a los tiempos de carga.
Lamentablemente, no todo lo que brilla es oro -ni amber-: el juego cuenta con dos problemas considerables.
El primero es la historia, busca ser ambiciosa pero no se termina de entender. Para peor, está contada de una forma muy poco interesante y cada diálogo nos da más sueño que el anterior. Cuesta entender el orden en que pasan las cosas y recién empieza a tener sentido por la mitad. Un desperdicio.
El segundo es el sistema de guardado. Si bien hay auto-saves, están muy separados uno del otro; resultando tedioso tener que empezar desde el último de ellos cuando perdamos, ya que es algo que sucede muy seguido. Como compensación, está la posibilidad de grabar en cualquier momento a voluntad.
Para ello hay que entrar al menú, pero vamos a hacerlo tan seguido que se pierde el hilo de lo que estamos haciendo. Para peor, los tiempos de carga son lentos. Un sistema de grabación con un botón como en Fallout hubiera sido ideal.
Gráficamente es correcto, simple pero cumple el objetivo. Sacando el orco, los diseños de los personajes son insípidos. Los modelos se repiten bastante, tanto en enemigos como en escenarios, pero se compensa por la longitud considerable del juego. Lo mismo sucede con la música, aunque se destaca la pieza con violines y violonchelos que suenan mientras estamos moviéndonos sin ser vistos.
Tengo que admitir que esperaba mucho menos del juego, la amplitud de los escenarios y las formas de encarar a los enemigos hicieron que disfrutara mucho de la experiencia. Son una pena los problemas antes mencionados pero, en este caso, lo bueno sale ganando.
Si bajaste el juego por plus, lo compraste en alguna oferta de steam y te está esperando, o lo conseguís a buen precio, y además te gusta el sigilo y la exploración, dale una oportunidad.
¿LO JUEGO?
Sí. Un juego de sigilo interesante.
Y Checkpoint Radio que opina?
Eventualmente lo voy a jugar porque está gratis en plus y eso ya es motivo suficiente para probarlo. Por ahora no me llama demasiado la atención, hay otros juegos en el backlog antes que este.
Al tenerlo por Plus, le iba a dar una chance, pero ahora con esta review ya sé con qué me voy a encontrar. El sigilo no es lo mío, pero hay casos en que me ha encantando, como el del “ninja Marcos”, por lo tanto, esperemos que sea realmente divertido jugarlo, porque a causa de la historia mal contada y el sistema de grabación, la jugabilidad es lo único que lo sostiene.
