La saga por excelencia que presenta un mundo post-apocalíptico vuelve luego de un descanso de cinco años.
War, war never changes. Como era de esperar, esa frase característica de Fallout es ideal para empezar un análisis del juego. Pero si bien la guerra nunca cambia, los juegos de Fallout sí. La saga empezó como una experiencia de estrategia con una vista isométrica, para cambiar –a partir de su tercera iteración- a un shooter con elementos de rol. Si bien el título que nos concierne en esta oportunidad no sufre cambios tan radicales, es necesario analizarlo tanto en sí mismo, como en función de Fallout 3 y New Vegas, ya que hay elementos que se ven modificados lo suficiente como para hacer de esta una experiencia distinta.
Fallout es el término en inglés que define el estado radioactivo en el que queda una zona luego de una explosión nuclear. Esto es el corazón del juego, ya que toda la acción transcurre en un mundo post-apocalíptico, con humanos luchando por sobrevivir, animales e insectos radioactivos y muchos secretos por descubrir.
Una guerra conocida como “La gran guerra” fue la encargada de destruir por completo el mundo como lo conocemos. Pero, ante la obviedad de que algo así iba a suceder, se construyeron distintos búnkers donde la humanidad pudiera sobrevivir.
Anteriormente, hemos tomado el mando de una persona nacida y criada en uno de estos lugares, y en otra oportunidad, la de un nativo del mundo post-apocalíptico. Esta vez nos toca ponernos en la piel de alguien del pasado que sobrevivió para ver la nueva era de caos.
¿Caminando por el bosque, qué podría malir sal?
Como dos gotas de agua.
Iniciamos el juego en un baño cuyo espejo sirve como pantalla para editar el personaje. Aquí podemos editar a una pareja, aunque sólo podemos elegir a uno para utilizar durante la aventura.
El editor es posiblemente uno de los que más posibilidades nos otorgan a la hora realizar una creación detallada. Como se vio en Bloodborne, podremos intentar hacer nuestra cara o la de algún personaje famoso, y lo más probable es que el resultado sea impecable.
Para ello, iremos tanteando con la facción de la cara que queremos modificar y ajustar a gusto con un sistema intuitivo. Además, podemos elegir color de piel, pelo, contextura física y distintos rasgos faciales.
Luego de elegir nuestro personaje, suceden una serie de eventos que nos llevan a presenciar el momento en el cual todo se sale de control. Luego de otro suceso inesperado, seremos libres de explorar el inmenso mundo de Fallout.
Una marca registrada del juego es su sistema V.A.T.S (Vault-Tec Assisted Targeting System). Como el nombre indica, es una herramienta que nos ayuda a la hora de disparar. Antes congelaba el tiempo, pero ahora sólo lo ralentiza haciéndonos pensar rápido la estrategia que queremos utilizar. Una vez en la ventana del sistema, podemos elegir la parte del cuerpo del rival que queremos atacar. Como pueden imaginar, no tendrá el mismo impacto dispararle a un humano en la cara que en la pierna, pero tampoco será igual de fácil. Este tipo de decisiones son las que se nos presentarán en el combate táctico.
Sin embargo, esta entrega optimizó significativamente su sistema de disparo, por lo que jugar como un FPS común y corriente es una opción factible. De hecho, el sistema de V.A.T.S. puede fallar, lo que representa un matiz más a la hora de encarar los enfrentamientos en general.
Puta madre…
El sistema de asistencia para disparar conocido como V.A.T.S vuelve pero en vez de congelar el tiempo, lo ralentiza.
V.A.T.S nos permite elegir dónde queremos atacar.
Estar bien equipado es fundamental para sobrevivir. En esta entrega, se eliminó el sistema de desgaste de equipo (antes, al utilizar mucho cualquier ítem, éste se desgastaba y perdía eficiencia hasta ser inservible). Para combatir, vuelven las armas clásicas de Fallout: desde pistolas comunes y corrientes, hasta escopetas de rayos y bombas nucleares miniatura. A esto hay que sumarle una reinvención de las armas blancas. Ahora sí son útiles, imitando el sistema visto en Oblivion y Skyrim.
El equipo nos cubre todo el cuerpo, por lo que podemos buscar conjuntos enteros o piezas individuales para proteger piernas, brazos, cuerpo y cabeza por separado. Podemos buscar una defensa que optimice la protección ante balas, radiación o golpes. Ir explorando las distintas opciones es clave a la hora de salir a cualquier misión.
También tenemos distintos objetos para curar nuestra vida, bajar la radiación o potenciar temporalmente distintos atributos.
Una novedad interesante es que cada objeto que encontremos es útil. Toda la chatarra que hallamos en el camino sirve. Un destornillador, un pedazo de tela, una lata vacía, y un amplio etcétera. Ahora nada tiene desperdicio gracias a las diversas opciones de confección.
Contamos con un taller general, donde podemos desarrollar objetos destinados a satisfacer las necesidades de una población. A lo largo del juego vamos a encontrar locaciones con gente que sólo quiere vivir mejor y nos pedirán que les construyamos desde camas, hasta murallas con torretas. También habrá lugares donde podemos modificar casi cualquier aspecto de nuestras armas; pequeños laboratorios donde hacer medicamentos, y ollas hirviendo donde podemos cocinar la carne de los cuerpos de nuestros rivales no humanos.
Contamos con una barra de vida común y corriente, con la contracara que se ve afectada por la radiación. El nivel de contaminación sube si nos acercamos a desechos tóxicos, o ingerimos alimentos post-nucleares sin tratamiento. Esto nos achica el tope de la barra, por lo que estar muy irradiado hará que la vida máxima sea inservible. Todo se puede curar yendo al médico o con los distintos objetos destinados a ese fin.
Chicos, no hagan esto en casa.
Toda la chatarra que encontremos será útil. Utilizando los distintos talleres podremos, desde armar camas, hasta cocinar a nuestros enemigos.
War, war never changes.
En los juegos anteriores podíamos recuperar vida en cualquier lugar con la opción de descanso. Esta opción también servía como autoguardado y como herramienta para adelantar el tiempo. Ahora, si bien podemos seguir grabando donde y cuando queramos, sólo podemos pasar el tiempo si nos sentamos en algún lado y sólo recuperaremos vida si nos acostamos.
Otro cambio rotundo se puede ver en los diálogos: la principal novedad es que nuestro personaje tiene voz y habla con su entorno. Si bien esto parece bueno, tiene un lado negativo importante, y es que se optó por una simplificación de las opciones de diálogo. Mientras que en el pasado teníamos que elegir la totalidad de la respuesta con varias opciones con distintos matices; ahora sólo tendremos opciones básicas al mejor estilo Mass Effect/Dragon Age, con resultados claramente buenos o malos, y el desarrollo de dicha respuesta se ve luego de ser seleccionada.
Por suerte, sobrevivió la opción de intentar convencer a las personas. Con esta herramienta podemos llegar a sacar mejores precios, prevenir conflictos, etc.
Gráficamente, podemos ver el juego de dos maneras: si bien “en general” no tuvo una mejora significativa (como la vista, por ejemplo de Batman Arkham City a Knight), podemos ver entornos mucho más detallados con texturas más pulidas. Hay que tener en cuenta que el mundo es inmenso, con varias locaciones completamente distintas entre sí. Una variedad envidiable, y ninguna deja de sorprendernos.
Un aspecto interesante que tiene este mundo abierto es la exploración. Si bien parece obvio, nuestra aventura se desenvuelve de forma inesperada. Podemos elegir seguir el objetivo principal, o simplemente vagar hasta encontrarnos con eventos. Independientemente de cómo lo hagamos, nos vamos a cruzar con una infinidad de misiones secundarias. Podemos estar explorando y oír disparos, y al acercarnos vernos envueltos en una misión extremadamente compleja, o entrar en una cueva y descubrir otro búnker; entre otras varias sorpresas.
Estas aventuras no las haremos solos, ya que contamos con compañeros. Hay una amplia variedad, desde un perro hasta un robot. Estos no pueden morir (sólo se desmayan) y su arma principal tiene munición infinita. Lamentablemente, sólo se podrá reclutar uno por vez, a diferencia de New Vegas donde podíamos tener a un humano y otro no humano.
El nivel de detalles en cada locación es asombroso.
Sólo podremos reclutar a un compañero, que no puede morir permanentemente y sus balas son infinitas.
No es sólo una armadura bonita.
La banda sonora del juego es impecable como de costumbre. Contamos con una radio integrada que va sintonizando distintas antenas que emiten música antigua. Explorar un mundo abierto con temas de épocas tan remotas da un efecto placentero, mientras adquirimos un poco de cultura musical.
Como último gran cambio, contamos con la armadura de poder. A diferencia de otros juegos, la armadura de la portada es extremadamente relevante y útil en el juego. En esta oportunidad nos darán una poco después de salir del búnker, con el giro de que podemos customizarla por completo y mejorarla para hacernos realmente imparables. Utilizarla requiere energía -que no es fácil de encontrar-, y mejorarla requiere materiales; por lo que vamos a tener que pensar cuándo sacarla a la luz.
Para cerrar, es indispensable mencionar que todos los aspectos que venimos detallando en la review se ven afectados por el sistema de atributos del juego.
S.P.E.C.I.A.L. es lo que somos. Las letras marcan las palabras en inglés de fuerza, percepción, resistencia, carisma, inteligencia, agilidad y suerte. Esos son los pilares fundamentales en los cuales se basa el desarrollo de nuestro personaje.
Al principio del juego, y cada vez que subimos de nivel, podemos asignar puntos a los distintos atributos. Cada uno a su vez se ramifica en otras habilidades específicas, como por ejemplo: golpear más fuerte con armas blancas para fuerza; convencer más fácilmente a las mujeres para el carisma; o mejores creaciones para la inteligencia.
Si bien no hay nivel máximo, conseguir puntos para asignar es costoso por lo que tendremos que definir un camino a seguir. Esto le suma un grado de dificultad a lo ya complejo que es el juego, pero también hace más interesante los distintos caminos que se nos presentan.
Hay que estar bien preparado para la exploración.
Extrañamente, mi primera impresión del juego fue un poco decepcionante. Esperaba una mejora contundente con respecto a las entregas de la generación pasada, y me encontré con otra cosa. Fallout 4 es más un cambio que una evolución. Si bien hay cosas interesantes, como hacer útil absolutamente todo lo que podemos agarrar o la armadura de poder; hay cosas como el desperdicio del V.A.T.S. y el retroceso en los diálogos que hacen que el juego pierda identidad.
Sin embargo, pasadas una cuantas horas de juego me acostumbré al nuevo ritmo y me terminó encantando tanto como New Vegas o el 3. Fallout no será el juego del año, pero es una gran aventura llena de cosas por descubrir.
¿LO JUEGO?
Sí. Un juego más que interesante para viejos conocidos y primerizos por igual.
Y Checkpoint Radio que opina?
Nunca jugué un Fallout, no soy muy amigo de los RPGs, pero eso empezó a cambiar con Witcher 3, sinceramente dado que cada Fallout cuenta una historia individual autoconclusiva, me dan muchas ganas de darle una oportunidad a este juego. Pero creo que tengo demasiado para jugar, como para que ese momento sea ahora. Creo que es un juego hecho y promocionado para los seguidores. Si la intención de los desarrolladores era incorporar nuevos jugadores ajenos a la saga, se equivocaron en el marketing. Me enciende que el editor de personajes sea completo.
Nunca jugué un Fallout pero últimamente me están dando ganas de hacerlo, o al menos empezar con alguno para ver si me gusta. 🙂
Por más que no represente un cambio generacional importante, el salir bastante limpio de bugs y con una performance bastante estable hace que valga la pena la felicitación, sobre todo teniendo en cuenta lo que fue el lanzamiento sinuoso del New Vegas. Digan lo que digan, pero los cambios son para mejor: si no funcionan, se vuelve a lo anterior mejorado; y si funcionan, le dan un aire fresco a una saga que no te cansas de jugar. Anotame uno para el Backlog….
Un platino más en mi colección, un excelente juego de principio a fin. El mundo que recrea el Commonwealth de Boston está diseñado con lujo de detalle y un sinfin de quests para realizar. Cada acompañante que usemos se siente único y aporta lo suyo a nuestra aventura. Un juego que no podés dejar pasar. La vuelta de tuerca que tiene en la mitad del juego, una belleza.
Como si fuera poco todo lo que tengo apuntado en mi lista mental de juegos pendientes, aquí se suma otro contendiente: Fallout 4. Si bien aún tengo preferencia por el estilo isométrico de sus orígenes, me interesa sumergirme en este mundo apocalíptico una vez más. Esperemos que nunca se desintegre…
