Doom Review

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Doom hizo historia cuando salió en los ’90s. Veintitrés años después, ¿será id Software capaz de lograrlo de nuevo? Recorramos el infierno nuevamente para enterarnos…

La simple mención de la palabra Doom nos hace pensar en zombies, demonios, bolas de fuego, plasma y en los confines más recónditos y oscuros del infierno.

Engendros terroríficos de todo tipo y tamaño esperando al doblar en cada esquina, al abrir cada puerta, listos para ser despachados sin piedad con nuestro amplio arsenal de armas. Al jugar este nuevo Doom sentí una nostalgia inmediata del Doom y Doom II que jugué en los ‘90s.

Por supuesto que el nuevo Doom supera a sus antecesores en escala y complejidad: se trata de la evolución natural del género, bastante alejada de lo que fue Doom 3 que quiso -y logró- ser un juego de terror, más que un FPS frenético y ágil.

Ya era sangriento en 1993; imaginate lo que es hoy...

No tenemos claro quién somos, pero lo que sí es evidente es que estamos en Marte para matar demonios.

A punto de equipar el Praetor Suit, en su tradicional verde Doomguy.

Escopeta: bien. Todo en orden.

Al comenzar el juego no tenemos claro quién somos, pero lo que sí es evidente es que estamos en Marte para matar demonios, para matarlos de las más brutales formas posibles: a golpes con sus propias extremidades, clavándoles en sus ojos la mandíbula que acabamos de arrancarles o partiéndolos en dos con nuestras propias manos.

En las distintas idas y venidas entre Marte y el infierno, la campaña singleplayer de Doom no pierde su ritmo. Cada ubicación se siente única, si bien los niveles son bastante estáticos.

Al volver a visitar lugares que antes se encontraban prístinos y ahora se encuentran ensangrentados y endemoniados con rastros de rituales satánicos, sentiremos cierta familiaridad.

Entre el arsenal de armas con el que nos vamos a equipar, se encuentra toda la variedad que encontrábamos hace 23 años: escopetas, la chaingun, armas de plasma y la motosierra, además de agregados como el rifle de asalto. Cada una es bien distinta del resto; algunas frenan más a los demonios, mientras que otras permiten llenarlos de balas mientras nos alejamos, esperando a que su vida baje lo suficiente para que queden adormecidos y podamos eviscerarlos con nuestras manos, ejecutando las llamadas Glory Kills. Esto es marcado por un brillo azul que emiten los demonios, que se torna naranja al estar en rango, y es algo que podemos deshabilitar de las opciones si sentimos que distrae demasiado.

Además en las opciones podemos ajustar el FOV -el ángulo de visión de la cámara- entre 90 y 110 grados, algo que de seguro van a apreciar los jugadores más hardcore de los FPS. La intensidad del motion blur también puede ser modificada e incluso puede ser desactivado por completo.

Nada mejor que acercarse lo más posible a un demonio con nuestra escopeta doble, gatillar y ver gotas… de sangre.

Cada arma posee dos modificaciones que agregan funcionalidad adicional y única a cada una de ellas. La escopeta, por ejemplo, permite tener disparos explosivos o una ráfaga de tres disparos en simultáneo. Estos upgrades los obtenemos encontrando unos robots a los cuales les quitamos las partes para mejorar el arma -a las piñas, por supuesto.

Un pobre Imp decidió toparse con nuestra motosierra.

Nuestro Praetor Suit también puede ser mejorado con partes de la armadura de los restos de soldados elite que también se encuentran escondidos dentro de los niveles. Entre las mejoras tenemos la posibilidad de que las granadas se recargen más rápido o hacernos invulnerables a los barriles explosivos.

La motosierra mata de una a diferencia del resto de las armas, además de consumir combustible, que cuanto más grande es el demonio más consume. Si matamos un enemigo con la motosierra, este explota en una lluvia de sangre, vísceras, balas y vida, y dado que somos una especie de imán que atrae los items que caen, logramos recargar por completo nuestro arsenal. Por lo anterior, su uso se vuelve algo estratégico: por ejemplo, esperar hasta que estemos a punto de quedarnos sin balas y vida, utilizar la motosierra para matar al enemigo más complicado, recargar y volver a la carga, renovados.

Cerrando estos portales y liberando la zona de demonios, podemos avanzar en los niveles.

Los demonios suelen venir en interminables oleadas de todo tipo y tamaño.

Los encuentros con los enemigos son una especie de gauntlet o arena que, de forma lineal, se tornan progresivamente más difíciles a medida que avanzamos en las misiones de Doom.

En general, nos encontramos encerrados en una o varias habitaciones o exteriores y los enemigos vienen en distintas oleadas hasta que derrotamos al último, momento en el que se activa el checkpoint y se guarda la partida, permitiendo continuar desde ese momento si es que llegamos a morir.

Desde ya que al morir contamos con las más variadas animaciones de muerte: si nos mata un Baron of Hell, este nos arranca las piernas y nos muele a palos con ellas, y al caer a la lava morimos con el pulgar levantado, cual Terminator 2.

Podemos elegir cuál de nuestros sistemas mejorar.

La satisfacción de llegar al final de un nivel con el 100% completado.

Los enemigos vuelven también con todo su renovado esplendor, desde Imps, Hell Knights y Revenants, hasta Pinkys y Mancubus. También están los más grandes, en forma de boss fights, que nuevamente -al igual que en Doom y Doom II – parecen imposibles y requieren de todo nuestro arsenal e ingenio para ser derrotados.

Para ayudarnos aún más, entre la inmensa cantidad de secretos que oculta cada nivel, eventualmente encontraremos desafíos que al ser cumplidos nos recompensan con runas, de las cuales podemos equipar hasta tres. Estas runas mejoran nuestras habilidades, como por ejemplo tener mayor control aéreo o atraer items desde más lejos; y como si fuera poco, las runas también se pueden mejorar, aumentando sus propias habilidades.

El nuevo Doom está repleto de easter eggs y referencias a otros juegos viejos y no tan viejos.

¿A ver quién reconoce este casco?

¿Y este? Le dieron en la rodilla...

Por suerte contamos con un mapa que muestra los lugares por los que estuvimos, y si logramos encontrar el automapa -que suele estar escondido en los niveles- se nos revela el mapa completo. De esta forma, podemos recorrer la totalidad del terreno encontrando todos los secretos que luego nos harán la vida más simple.

¿No será demasiado esta chaingun?

Te preguntarás qué onda la historia; te cuento que es algo que ni a nuestro protagonista le importa, ya que en un momento en que una grabación en una consola comienza a explicar lo ocurrido, agarra la consola y la revolea al diablo.

A pesar de esto, hay una historia que involucra nuevamente a la Union Aerospace Corporation y su obsesión por obtener la energía que se encuentra en el infierno, llamada Argent Energy -energía Argenta, ja!-.

Entre las distintas visualizaciones fantasmagóricas que encontramos, similares a las de System Shock II, vemos lo que fue ocurriendo en Marte, y cómo nuevamente se abrió un portal hacia el infierno. Quienes se encuentren muy interesados en los detalles de la historia, hay variedad de textos y grabaciones para encontrar y enterarse por completo de lo que ocurrió en este planeta.

El infierno nos recibe nuevamente.

Terminada la campaña, podemos optar por volver a jugar los niveles y encontrar los secretos perdidos, o jugar en una dificultad mayor, o incluso jugar en Ultra Nightmare, donde si morimos debemos empezar de nuevo.

También podemos volcarnos a la parte multiplayer, donde encontraremos los modos clásicos como Team Deathmatch y Domination; además de algunos modos nuevos como Freeze Tag, en donde al morir alguien queda congelado, pudiendo ser descongelado por cualquiera del equipo que se encuentre cerca, permitiendo que vuelva a la acción.

La cereza del postre es el Snap Map, un modo que nos permite crear mapas y programarlos para luego compartirlos y jugar en ellos. Contamos con varios tutoriales para poder empezar y crear mapas divertidos o imposibles de recorrer.

¡El pinky está enojado!

Doom en su totalidad es un paquete completo y muy bueno, pero lo que destaca realmente es el modo campaña, que se disfruta de principio a fin, arrojándonos en situaciones prácticamente imposibles de sobrevivir al sonido de música heavy metal. Captura a la perfección la esencia de los Doom clásicos y la renueva de forma que cualquier jugador de hoy en día la pueda disfrutar.

La beta multiplayer que pudimos jugar hace unos meses nos dejó con poco sabor. Por suerte el juego completo repara todo el daño que pudo haber hecho.

¿LO JUEGO?

Si amaste los clásicos, tanto como si nunca los jugaste, Doom es un FPS que no podés dejar pasar.

Checkpoint opina…

guru_web

SIIIIIII!! La vuelta de un grande!! Todavía no pude hincarle el diente, pero ya lo tengo listo ahí esperándome a hacerlo. Fede ya me aseguró que fue una compra bien hecha =)

seba_web

Qué bueno que todavía se puedan hacer reboots que valgan la pena, que rescaten la esencia del original y actualicen de una manera coherente e ingeniosa el gameplay de un clásico. Kudos id Software.

dieguito_web

Claramente Doom se acuerda de donde vino y celebro que haga homenaje a eso. Doom claramente quiere ser algo distinto entre tanto shooter pasillo, quiere mantener su espiritu de violencia estúpida, pero además no se queda solo en eso, sino que incorpora elementos contemporáneos para no quedarse sólo en la nostalgia. Sin dudas, algo que todo amante de los FPS deben jugar.

facu_web6

Hay dos grandes tipos de shooters, los genéricos que nos hacen caminar en línea recta disparando a lo que se nos cruce, y los variados que nos hacen dar vueltas. En mi opinión no hay uno mejor que otro, pero este segundo tiene pocos representantes modernos. Doom viene a sumar un exponente a este segundo tipo. Punto extra que sea tan violento y sangriento.

beto_web

El retorno nostálgico de un clásico…

Lo Bueno

  • Armamento variado.
  • La campaña singleplayer.
  • Todo es upgradeable.
  • La música.
  • Los niveles clásicos.
  • El sistema Snap Map.
  • Poder ajustar el FOV.

Lo Malo

  • Sólo dos armas a la vez en multiplayer.
  • La estructura de las misiones es algo repetitiva.
9

Joya del gaming

Fede, pasó por consolas de Nintendo, pero tiene especial pasión por todo lo que sea PlayStation. Ama jugar, tanto como el cine, las series o leer un buen libro. Juega videojuegos desde que tiene memoria. En general le gustan todos los juegos, sobre todo los de aventura. Prefiere los juegos innovadores por sobre las sagas repetitivas.