Marvel’s Iron Man VR Review

PS4

Playstation apuesta a uno de los superhéroes de Marvel más populares para su nuevo exclusivo de realidad virtual. ¿Finalmente nos ponemos realmente la armadura? Enterate en nuestra review.

Cerca del final de la generación, Playstation mantiene su apuesta a los juegos de realidad virtual sumando un nuevo exclusivo en colaboración con Marvel. Lejos de la victoria segura de columpiarnos con nuestro arácnido favorito, esta vez entramos literal y figurativamente en la armadura más poderosa de los cómics. ¿Cómo se trató a Iron Man en su primer juego dedicado luego de una década? ¿Qué tan bien se adapta el concepto a la realidad virtual? Comencemos.

Lejos quedó la época donde encarnar a nuestro superhéroe sólo era posible gracias al hambre de la industria por acompañar a la película de turno, con resultados poco ambiciosos. Marvel’s Iron Man, si bien claramente aprovecha la popularidad ganada por Tony Stark los últimos años, se anima a contar su propia historia.

Si bien el juego comienza al poco tiempo del nacimiento de Iron Man -engañándonos con la historia fácil- rápidamente nos lleva algunos años al futuro, con un Tony que ya reveló su identidad, está en pleno romance con Pepper Potts y vive su vida como héroe filántropo millonario.

Tantos años de ser un magnate en el negocio de las armas no vienen solos, trayendo un misterioso enemigo poseedor de armas antiguas de Industrias Stark, con la capacidad de hackear prácticamente cualquier juguete caro de Tony.

Cómo volar en tiempos de Covid.

Mejor no ahondar más en la historia, ya que tiene sus pequeños giros interesantes para descubrir jugando, que si bien no reinventan la rueda, le dan al juego esa sensación de buen cómic autoconclusivo. Hay que destacar la longitud de la historia, el voice acting de primer nivel, los invitados especiales siempre presentes en estos juegos y las adaptaciones libres que se hicieron de la historia -como una nueva inteligencia artificial que no sólo mueve el argumento, sino que es una magnífica forma de representar el vicio de Tony de una forma apta para todo público, pero igual de profunda.

Dispará, volá y seguí disparando.

Si bien el envoltorio cumple con creces, la verdadera batalla está en el traspaso del concepto de ser Iron Man a la realidad virtual, que sorprendentemente está muy bien realizado.

La mecánica madre gira en torno al movimiento de las manos, las cuales -tal y como vimos en toda la historia del superhéroe- sirven para la mayoría de las acciones.

Si queremos volar, tenemos que poner las palmas en el sentido opuesto al que queremos ir y propulsarnos con el botón correspondiente. La física se siente realista lo cual, acompañado de una vibración bien implementada, ayuda mucho a sumergirnos en la lógica y sensación de que estamos moviendo todo nuestro cuerpo.

En cambio, si queremos disparar tenemos que apuntar con la palma a nuestro objetivo y presionar el botón de disparo. Adicionalmente vamos a contar con un arsenal de armas secundarias, las cuales activamos bajando la palma y apuntando con la parte superior de nuestra muñeca. Por último, podemos “cerrar el puño” e impulsarnos a toda velocidad contra los enemigos tanto aéreos como terrestres.

La gracia está en poder alternar de acción rápidamente, por ejemplo disparar con la secundaria, reforzar con energía primaria, mientras nos alejamos con la otra mano, para luego cambiar de manos para recargar energía. O alejarnos a toda velocidad de un misil enemigo para luego destruirlo a puño limpio.

La sensación de estar en la armadura es excelente, y aprovecha a la perfección el Move, cosa que muchos juegos no pueden hacer por el hecho de no tener análogos. El único punto negativo es cuando tenemos que rotar con un botón y no con el movimiento del cuerpo, lo cual nos desentona, sumado a que con tanto cableado nos podemos trabar fácilmente.

Este problema no es frecuente, pero pone una barrera al manejo perfecto que el juego piensa que podemos alcanzar, representado en, por ejemplo, los tiempos mínimos que pide en los desafíos avanzados. Si dejamos ese perfeccionismo minucioso de lado, nos vamos a encontrar con que ponernos la armadura es un placer y una experiencia diferente.

Las bellas costas de Malibú.

Hora de customizar la armadura.

Para complementar la historia, vamos a poder repetir niveles en forma de desafíos tanto de combate como de agilidad, los cuales vamos a querer hacer no para superar récords, sino simplemente para experimentar más tiempo en la armadura. Varias partes del traje son customizables, como la selección de armas secundarias, el tipo de propulsor o el color. Lamentablemente, se desaprovechó la oportunidad de que estos cambios tenga un mejor reflejo en el diseño. Sacando excepciones, la gran mayoría de los colores desbloqueables son sobre la misma armadura, y no un cambio de traje como debería ser norma en estos juegos con una historia tan rica en cuanto a diseños.

Gráficamente el juego es de lo mejor de VR; hay limitaciones técnicas evidentes, pero en ningún momento interrumpen nuestra inmersión. Lo único que ya está quedando viejo y repetitivo son los modelos de humanos, que parecen venir todos de un molde genérico para juegos de realidad virtual.

Cuando anunciaron el juego, sospechaba que iban a hacer algo muy simple sólo para tener la excusa de vender la idea de ser Iron Man. Para mi sorpresa esto no fue así, ya que aprovecharon la licencia para hacer algo único y original. Podrá estar lejos de ser perfecto, pero sin dudas es extremadamente divertido.

¿LO JUEGO?

Sí, de lo mejor de Playstation VR.

Lo Bueno

  • La mecánica de volar y disparar.
  • La precisión general de todos los movimientos.
  • Caótico y divertido.
  • Buena historia original.

Lo Malo

  • Los tiempos de carga son exageradamente largos.
  • Faltaron más armaduras o customizaciones estéticas.
  • Las limitaciones propias del VR hacen ridícula una precisión perfecta.
8.3

¡A no dejarlo pasar!

Facu ya no es el checkpointer más joven, pero si el mas alto. Histórico usuario de PlayStation y las portátiles de Nintendo, recientemente sumado a Xbox gracias a GamePass y el trabajo. Disfruta de una buena historia antes que todo, sin importar el medio o el formato (series, cine, libros...), aunque los videojuegos son los que más lo atrapan. Como la mayoría en Checkpoint juega desde que tiene conciencia y sabe que va a seguir jugando siempre. Facu trabaja en Microsoft.