Paperbound es un juego Indie de peleas rápidas y frenéticas para cuatro personas, donde nuestros personajes son dibujos con vida que pelean entre sí.
La base del juego es simple: luchas rápidas y feroces; descontrol en la pantalla buscando ser el más hábil para ganar.
Esto se refleja en su sistema de combate. Paperbound ofrece peleas de hasta cuatro jugadores tanto contra la máquina como contra amigos. Tan sólo un golpe alcanza para derribar a nuestros adversarios, por lo que lejos de buscar realizar combos complejos, nuestro objetivo será quitar la mayor cantidad de vidas mientras intentamos cuidar la nuestra.
Para ello contamos con pocos movimientos: con un botón golpeamos, con otro saltamos, y con otro podemos tirar una bomba y unas tijeras, pero podemos usar esta habilidad sólo una vez por vida.
Peleas para hasta cuatro jugadores.
El juego busca crear luchas rápidas: con tan solo un golpe, le quitamos la vida a nuestro rival, por lo que el secreto está en saber cuándo atacar y cuándo esquivar.
Sin embargo, hay un factor que le da su particularidad al juego: la gravedad. Al mejor estilo “Mario Galaxy”, nos vemos atraídos al centro del área en la que estemos parados. Pero, al presionar un simple botón, cambiamos nuestra gravedad y nos podemos mover a voluntad entre las distintas superficies, lo cual incrementa ampliamente las estrategias a utilizar para ganar. Por ejemplo, podemos lanzar una bomba justo cuando el enemigo revierte su gravedad, o suspendernos en el aire y rebanar a cualquiera que pase por donde estamos.
Uno de los puntos más fuertes de Paperbound es la variedad de personajes y el cuidado reflejado en la realización de éstos . Cada uno es un dibujo traído a la vida. Tendremos para elegir entre distintos monstruos: un monje, un ninja, un dibujo en blanco genérico, entre otros. Además, hay invitados de distintos juegos indies, incluyendo, Guacamelee!, VVVVVV, Monaco, Cards and Castles, and Tumblestone. Lamentablemente, esta variedad es puramente estética, ya que todos los personajes tienen lo mismos movimientos.
El escenario esconde el ojo furioso de una criatura.
El mismo empeño fue dedicado a la realización de los distintos escenarios. Cada uno viene de la página de un libro con una temática en particular. Por ejemplo, tenemos el libro “Ninja” donde cada escenario representa un elemento. Son cinco libros en total con varias hojas cada uno.
En este caso, la variedad esta bien implementada. Cada escenario es distinto del anterior y la posibilidad de cambiar la gravedad a nuestra voluntad, lo hace todavía más divertido. Son pequeños cambios que hacen una gran diferencia: desde ver la cámara más alejada, hasta agregar una plataforma en el medio del mapa o la inclusión de lava, que nos haga perder automáticamente una vida.
Aunque haya variedad, los personajes atacan todos de la misma forma. Los escenarios, por el contrario, sí cuentan con pequeños cambios que hacen a la variedad en el gameplay.
Los modos de juego que se nos ofrecen nos llevan directo a la acción. Podemos luchar tanto con amigos, solo de manera local o contra la máquina. Además, se puede pelear todos contra todos o, por equipos.
Entre ellos, tenemos “Larga vida al rey”, donde uno es el rey y el que logra matarlo se queda con la corona (el que más tiempo aguante en el poder será el ganador); “Supervivencia”, donde cada uno tiene una cantidad predeterminada de vidas, y el último en pie se queda con la victoria; “Versus”, donde el primero que llega a sumar cierta cantidad de puntos –destruyendo al rival- podrá escapar del libro mediante un portal (aunque si lo matan el portal se cierra por lo que tendrá que intentar abrirlo nuevamente); y, sólo para equipos, “Captura la Bandera”, en el cual, como su nombre lo indica, hay que obtener la bandera del rival y llegar con ella a nuestra base.
Sin lugar a dudas es muy original la idea de escapar por un portal, ya que juega con el concepto de un dibujo con vida que se escapa de la hoja.
El juego cuenta con varios modos.
Las peleas contra la máquina aburren rápido. El juego despliega su verdadero potencial cuando jugamos con amigos. En un principio, cuesta adaptarse al caos de todo lo que pasa en la pantalla, especialmente cuando morimos y no sabemos dónde reapareceremos. Sin embargo, con unas pocas partidas alcanza para acostumbrarse, por lo que no es un problema mayor.
Es una pena que no haya un modo historia para un solo jugador. No tendría por qué ser complejo, simplemente una excusa para entretener al que juega solo y, más importante aún, para aprovechar todo el trabajo en la estética que hicieron. Con la idea de la imaginación de un chico al dibujar y simples cuadros de texto hubiera alcanzado para sumar valor al juego.
Sólo algunos de los personajes del juego.
El juego es más que correcto, pero no se puede evitar pensar todo el potencial desperdiciado que posee. Destaca demasiado el cuidado que se le dio a cada personaje y cada escenario. Al parecer, centrar todo el esfuerzo en el concepto de las luchas multijugador, lo alejo de agregarle extras que destaquen este arte.
El concepto de cambiar nuestro centro de gravedad es lo que le da su estilo único y lo diferencia de juegos similares, además de ser intuitivo y fácil de utilizar. Si bien jugarlo de a uno se vuelve repetitivo muy rápido, destaca lo divertido que puede llegar a ser si lo jugamos con al menos tres personas. Esto hace que el juego se convierta en recomendable sólo para reuniones.
Es importante destacar que el juego cumple con sus propias metas: ser un juego frenético de luchas simples que llega a cumplir sus objetivos con creces. Pero en un mercado cada vez más competitivo, no hubiera estado mal darle un valor extra.
¿LO JUEGO?
Sí, pero se recomienda hacerlo con amigos.
Y Checkpoint Radio que opina?
En un mercado que antes contaba con diferentes exponentes -por ej.: Power Stone-, y ahora se resume en jugar al Smash Bros., son bienvenidos juegos que se animan a probar suerte como éste, o el Gang Beasts. Es una lástima que no sepa ofrecer modos de juego que enriquezcan la experiencia, pero es impagable contar con un juego de este estilo cuando se acaba la pizza y sale el “¿y, qué se juega?”.
Que no haya un modo online o un modo historia, por una lado me la baja un poco porque aburre jugarlo solo. Por otro lado, el juego apunta a jugar con amigos en el sillón y eso creo que lo hace bien. Lo poco que lo probé, me gustóo, me divirtió el caos y creo que cumple con su objetivo.
“Este tipo de juegos no es lo mío”. Eso es lo que pensaba, hasta que probé Towerfall Ascension. Definitivamente quiero probar este título, pero es claro al igual que el juego mencionado, que los mismos funcionan sólo en multiplayer y especialmente con amigos. Por más barato que cueste (9.99 dólares en su precio de salida), trataría de probarlo una vez, porque sería un juego que una vez comprado, estaría archivado todo el tiempo hasta que se diese la ocasión de juntarse con amigos para disfrutarlo.
