Thimbleweed Park Review

Ron Gilbert y Gary Winnick, creadores de Monkey Island y Maniac Mansion, vuelven a juntar sus brillantes mentes creativas para traernos ‘Thimbleweed Park’, una vuelta a la era de oro de las aventuras gráficas.

La sola mención de Ron Gilbert retrotrae a un sinfín de gamers de varias generaciones a la llamada “era de oro” de las aventuras gráficas, época en la que, junto a grandes de la talla de Gary Winnick y Tim Schafer, nos deleitaron con una seguidilla de obras maestras que hoy en día son consideradas clásicos indiscutibles del género: Monkey Island, Zak McKracken, y Maniac Mansion, por mencionar algunas.

Luego de una década de dedicarse casi en forma exclusiva al desarrollo de juegos infantiles a la cabeza de Humongous Entertainment, pudimos apreciar su vuelta al ruedo con ‘Deathspank’ y luego ‘The Cave’, dos títulos que si bien entretenían y tenían lo suyo, eran como un Cuba Libre liviano: les faltaba “Ron” .

Por eso, cuando Gilbert y Winnick anunciaron a través de Kickstarter su nuevo proyecto, ‘Thimbleweed Park’, las masas enloquecieron, y lograron llegar a su objetivo en un corto período.

Ahora bien, la pregunta es: ¿qué tan “Ron” es el Thimbleweed Park? Muy. Mucho. Al punto de compartir el podio con Maniac Mansion.

Maniac Mansion, el “papá” de Thimbleweed Park.

Tranquilos, en Thimbleweed Park no podemos morir.

¿¡Pero es para tanto, Guille!?” Sí, gente. No se dan una idea lo feliz que me hace poder escribir estas palabras.

Si bien en los últimos años pudimos gozar de excelentes aventuras gráficas, tales como ‘Broken Age’, ‘Deponia’, o ‘The Book of Unwritten Tales’, la ausencia de Ron Gilbert en el campo no podía ignorarse.

Quienes hayan disfrutado cada minuto de Monkey Island, Zak McKracken, o Maniac Mansion sabrán a lo que me refiero: diálogos punzantes y brillantemente escritos; situaciones de una comicidad imposible; personajes inolvidables con los que no podemos evitar iniciar conversación tras conversación para ver con qué excentricidad salen; puzzles de los más ingeniosos del género; etc.

Pero Ron volvió, y recargado: ‘Thimbleweed Park’ es el claro ejemplo de cómo traer al día de hoy conceptos y mecánicas propias de otra era, y hacerlo de manera tal de crear un título que no puede escapar a las manos de ningún gamer, amante de las aventuras gráficas o no.

La pregunta es ¿qué tan “Ron” es el Thimbleweed Park? Muy. Mucho. Al punto de compartir el podio con Maniac Mansion.

Cuando iniciemos ‘Thimbleweed Park’, tomaremos control de un extranjero de nombre irrelevante -a ningún personaje del juego jamás le importó-, quien al adentrarse en los límites del condado homónimo con una críptica carta en mano, comienza la empresa de seguir la instrucciones allí detalladas, y en el momento en el que nos encontramos cerca de lograrlo…muere. Tranquilos, no es spoiler, son los primeros cinco minutos de juego. Tras ello, comienza la verdadera aventura: se nos introduce a los Agentes Federales Angela Ray y Antonio Reyes, quienes deberán dar solución a tan misterioso homicidio…¿pero en verdad es así? ¿Acaso los Agentes tienen motivos ulteriores? Thimbleweed Park es un lugar muy raro que esconde muchos secretos, y estará en nosotros develar qué fue acaeciendo en los últimos tiempos de esta locación.

Quienes se hallen familiarizados con The X Files y Twin Peaks, no podrán evitar notar las incesantes referencias a ambas series, ni sacarse esa constante sensación de que hay algo malo que desconocemos ocurriendo tras bambalinas.

En el caso de Thimbleweed Park, nos encontraremos con un pueblo donde una misma persona tiene el rol de sheriff, forense, y conserje de hotel, o al cual el fallecido Chuck Edmund llevó al mismo tiempo a la gloria y a la ruina al descubrir una nueva fuente de energía en su fábrica de almohadas eléctricas. En fin…Ron. Ron por todas partes.

Cada personaje que conozcamos en el marco de tan misteriosa y delirante investigación será un mundo nuevo a descubrir, y habiendo sospechas, rencores, y desconfianza entre ellos, se echan la culpa unos a los otros. Todo ello en un contexto donde lo ridículo, imposible, cómico, y la casi inexistencia de una cuarta pared, crea un delicioso cóctel que hará las maravillas de cualquier gamer.

Cualquier parecido con Mulder y Scully es pura coincidencia...tal vez.

Thimbleweed Park es un lugar muy raro que esconde muchos secretos, y estará en nosotros develar qué fue acaeciendo en los últimos tiempos de esta locación.

¿Alguien puede explicar lo que está pasando acá?

La interfaz de juego en sí misma es exactamente igual a la introducida en las anteriores obras de Ron Gilbert, es decir, cualquier objeto susceptible de interacción en el juego lo será a través del menú de acciones que podremos observar en el ángulo inferior izquierdo de nuestra pantalla, que consta de nueve verbos que nos permitirán examinar, agarrar, empujar, etc.

Ahora bien, la próxima peculiaridad que podremos notar es que ya al arrancar el juego, controlamos a dos personajes en forma simultánea, pudiendo usar uno u otro en el momento que deseemos, además de poder intercambiar ítems del inventario -localizado al lado del listado de verbos- para ser utilizado por cualquiera de ellos. Esta premisa se extenderá a lo largo de todo el juego, hasta brindarnos un total de cinco personajes jugables entre los cuales iremos rotando para hacer uso de sus habilidades especiales o su naturaleza; no es lo mismo un Agente Federal que un payaso, ¿verdad?

Esto último lleva la prerrogativa introducida antaño en Maniac Mansion a un nuevo nivel, puesto que a los puzzles complejos se les suma un número alto de lugares a explorar, en lo que puede llamarse el primer juego “open world” del género de las aventuras gráficas.

Saber qué y cuándo compartir será vital.

Sí, leíste bien: “open world”, pero no hagas caso omiso a las comillas que envuelven la definición. ¿Por qué? Pues ‘Thimbleweed Park’ se desarrolla a lo largo de un número de capítulos, en los cuales tendremos un claro objetivo a alcanzar; sin embargo, en muchas oportunidades tendremos la posibilidad de comenzar, o hasta terminar de resolver puzzles u obtener ítems propios de próximos capítulos.

Esto puede producir dos sensaciones muy claras: una, la de la libertad de realmente estar explorando un pueblo y conduciendo una investigación; mientras que la otra, no tan positiva, es la de confusión devenida en frustración, puesto que el camino a resolver un puzzle que pertenece a un capítulo en el que no nos encontramos puede llegar a direccionarnos hacia un rumbo incorrecto.

Esto no es necesariamente malo, pero sí podría haber sido un poco más limitado, puesto que de esta manera, el famoso “estoy trabado” se vuelve una posibilidad cada vez más palpable.

Thimbleweed Park lleva la prerrogativa introducida antaño en Maniac Mansion a un nuevo nivel, puesto que a los puzzles complejos se les suma un número alto de lugares a explorar, en lo que puede llamarse el primer juego “open world” del género de las aventuras gráficas.

Como podrán haber apreciado oportunamente en los adelantos del juego, o en las imágenes que acompañan la presente nota, ‘Thimbleweed Park’ goza de una estética que sólo podría definirse como la natural evolución de la utilizada en Maniac Mansion y Zak McKracken al ser adaptada a tiempos actuales.

El nivel de detalle que presentan los escenarios no dejará de asombrarnos hasta que veamos los créditos pasar por delante de nuestros ojos: cada locación que visitemos nos llenará de una mezcla de sensación de nostalgia con una extrema curiosidad por no dejar piedra sin levantar.

Esa misma atención al detalle podremos verla en el desarrollo de nuestros protagonistas, ya que en Thimbleweed Park, nada ni nadie es lo que parece.

“¡Quiero ser una desarrolladora de videojuegos!”

Thimbleweed Park se desarrolla en un contexto donde lo ridículo, imposible, cómico, y la casi inexistencia de una cuarta pared, crea un delicioso cóctel que hará las maravillas de cualquier gamer.

‘Thimbleweed Park’ no se conforma con usar la nostalgia y el cariño que guardamos por Ron Gilbert para hacernos pasar un buen momento. El juego brilla en sí mismo por saber brindarnos en una entrega todo lo que los amantes de las aventuras gráficas esperaban hace años: una perfecta combinación de ingenio, un guión brillante, humor inteligente, y puzzles que probarán nuestra agudeza (o cuán perturbadas son nuestras mentes).

En definitiva, estamos ante una compra obligada para quienes no contribuyeron oportunamente en Kickstarter; y sepan que al adquirir este juego, están adentrándose en una experiencia de igual envergadura que la que con tanta añoranza reviven en su mente al recordar Isla Mêlée o la mansión de los Edison, así que a mentalizarse en disfrutar cada minuto que les dure esta magnífica aventura.

Ron Gilbert está de vuelta, gente, y más Ron que nunca. No dejen la oportunidad de jugar al “Monkey Island” de nuestra era: ‘Thimbleweed Park’ no defrauda en ninguno de sus aspectos, aunque pone una muy alta vara a la que esperemos Ron sepa llegar en su próxima obra.

¿LO JUEGO?

Obligatorio. Clásico instantáneo.

Checkpoint opina…

dieguito_web

El Dieguito de los 90s estaría impaciente si le dijeran: “cuando tengas 36 años vas a jugar otra joya de Ron Gilbert, bancá”. Una hermosura que me hace vivir sensaciones tan lindas como las que viví en aquella época. No te mueras nunca, gordo.

fede_web

Disfruté cada segundo que jugué Thimbleweed Park, y la única falla que encuentro es la que menciona Guille: tener la posibilidad de resolver puzzles de capítulos futuros creando confusión o una sensación de avance cuando en realidad no lo estamos haciendo. Mientras jugábamos nos trabamos en las dos mismas partes, por lo que la dificultad es más que adecuada considerando la experiencia que tenemos jugando aventuras gráficas, Recomendadísimo si querés meterte en el maravilloso mundo que introdujo gráficos dibujados en la PC y dejó atrás las aventuras de texto. Ah y el final del juego, sublime, es para grabar en la memoria por siempre. Grande Ron!

diegote_web

Siempre me gustaron las aventuras gráficas. Pero no tenía PC en su época dorada y probé muchísimas en casas de amigos pero no completé ninguna. Es por esto que tengo pendiente jugar ultra clásicos de la época. Sin lugar a dudas Thimbleweed Park se suma a mi backlog de aventuras gráficas liderado por Monkey Island 2, Day of the Tentacle y Grim Fandango.

beto_web

¡Qué ganas de tomarme este nostálgico Cuba Libre lleno de Ron!

seba_web

Siendo casi totalmente virgen en este género, me llama mucho la atención, y sería jugar algo distinto en estos días del todo fácil y masticado. Estoy intrigado por conocer la madurez de un género a cargo de un veterano como Ron.

Lo Bueno

  • Guión brillante.
  • Diálogos cómicos.
  • Personajes delirantes.
  • Gráficos de antaño actualizados a la era actual.
  • Puzzles ingeniosos e intrincados.

Lo Malo

  • La mecánica símil “open world” presta a la confusión del jugador.
9.5

Joya del gaming

Con el Derecho como vocación, y los videojuegos como pasión, Guille, “el Gurú”, es un gamer integral, con un amor incondicional a Nintendo, pero que se desvive por jugar cuanta cosa sale al mercado...y hasta a veces lo que ni llega a salir. Los géneros que lo pueden son los RPGs -tanto orientales como occidentales-, peleas y aventuras gráficas; con una fuerte tendencia a desenterrar juegos viejos y olvidados -de ahí su apodo-.