Años después del lanzamiento de su última entrega, vuelve a salir un juego de la saga Valkyria. No bajo la forma de una secuela sino una reinvención total de la franquicia.
Valkyria Chronicles fue uno de los primeros juegos de rol/estrategia con onda japonesa y personajes animescos en llegar a Playstation 3 (con posteriores re-lanzamientos en PC y PS4), demostrando lo que la nueva generación de la época le podía ofrecer a este tipo de entregas. No fue sólo su estilo gráfico cell-shading muy cuidado y con cierta atemporalidad lo que hizo del juego un clásico, sino su sistema de combate híbrido fusionando de manera única la táctica con la acción en tiempo real
Valkyria Revolution es una entrega completamente nueva. Únicamente comparte con sus orígenes su mitología y algunos elementos de una realidad paralela, donde una nueva fuente de energía llamada ragnite cambió el curso de la historia, provocando diversas guerras destinadas a apoderarse de dicho recurso.
Hay que destacar que el mundo de fantasías que crea Valkyria, sacando detalles puntuales, es extremadamente verosímil. En esta oportunidad tomamos el rol de varios soldados de una nación que inicia una guerra para liberarse del imperio. Todo se vuelve más complejo ya que dentro del grupo revolucionario existen cinco personas que tienen su propia agenda. Desde el comienzo del juego -que toma la forma de relato enmarcado- nos cuentan que estos personajes pasaron a la historia como traidores.
Serán recordados como traidores.
Amleth Grønkjær y su espada sobredimensionada.
Dentro de este grupo destacan Amleth, el “traidor principal”, y Ophelia, princesa que apoya la revolución desde el combate directo. Siendo los demás, en su mayoría, personajes olvidables.
Si bien el marco de los eventos que nos llevan a cada escenario está bien pensado, el desarrollo se vuelve lento y aburrido con varios diálogos que no suman ni a la trama ni al desarrollo de personajes.
El diseño de personajes roza lo genérico. Irónicamente se parecen más a los de la saga Tales of, que a los de antiguos Valkyria. Es una pena que no hayan mantenido esa estética inmóvil.
Gráfica y técnicamente el juego no muestra una evolución significativa con respecto a Valkyria Chronicles, algo lamentable tantos años después y con tanto potencial para una buena evolución.
Algunos le dicen el poder de las valkyrias otros super saiyajin blue.
Sin embargo, el cambio más grande se encuentra en el sistema de combate, que abandona casi por completo aquello que hizo tan característica a esta saga. Corto y simple, se podría decir a grandes rasgos que se abandonó la estrategia en favor del hack´and slash.
Entramos al combate en distintos escenarios los cuales, fieles a su contexto, suelen ser pueblos y ciudades destruidas por la guerra. Podemos seleccionar hasta cuatro personajes intercambiables en simultáneo, con variedad para elegir en cuanto a las clases disponibles, con el detalle de que en la práctica no son tan distintas una de la otra.
Tal y como venimos repitiendo, la base del ruego ya no es táctica, sino que nos podemos mover libremente por el escenario en tiempo real y machacar enemigos con nuestras espadas gigantes, lanzas y demás armas blancas
Dame fuego.
Al menos hay buena variedad de magias y armas.
Adicionalmente, podemos congelar la acción para elegir usar un objeto. Estos varían desde magias reutilizables que nos consumen una barra de poder, hasta la posibilidad de disparar estratégicamente con un arma de fuego.
La barra de magia es exageradamente abundante y no hay demasiado punto en disparar a nuestros enemigos sacando casos muy puntuales. Se puede jugar estratégicamente avanzando lentamente escondiéndose detrás de cada trinchera y pared, pero llevarnos por delante el nivel a espadazos limpios es más rápido y fácil.
Existe una barra que marca el ritmo con el cual podemos realizar acciones pero, al igual que la magia, se llena lo suficientemente rápido para no ser un desafío. Por último, los personajes de cualquier bando puede caer en distintos estados, como estar asustados, que benefician enormemente a quien mantenga a su equipo sano.
Esta decisión de modificar el combate es polémica por dos grandes motivos. El primero es que sin dudas le sacó gran parte del encanto al juego: perdió personalidad para transformarse en una experiencia generica. El segundo motivo es su impacto en la realidad de fantasía, en la cual nos quiere envolver la historia. Desde el primer juego que existen las Valkyrias (seres con poderes especiales) y que la maquinaría de guerra puede parecer extraña y exagerada gracias a la fuente de energía que usan.
El hecho de que nosotros como simples soldados teníamos que adaptarnos al entorno, cubriéndonos mejor, utilizando de manera más eficiente nuestros recursos y planeando cada movimiento como si el más mínimo error nos arruinara la partida, le daba una exagerada credibilidad a la aventura. En Valkyria Revolution nada de esto sucede ya que avanzar con una espada gigante atacando robots de ragnite nos hace olvidar lo que se sentía ser un soldado.
Mejor ni mirar cómo eran los juegos viejos en comparación con este.
La review marca mucho la diferencia con sus antecesores dejando implícito que cambió para peor. Si bien nunca se dijo de manera oficial, es sabido que las primeras entregas de la saga no vendieron lo esperado en occidente, al punto de que la tercera entrega de la franquicia nunca salió de Japón. A pesar de que era otra época donde era más extraño localizar muchos juegos de nicho, es muy probable que este fuera el motivo por el cual se decidió cambiar el género a algo más accesible.
A pesar de todos estos cambios el juego no es malo, de hecho es llevadero y entretenido, pero cae dentro de lo genérico. Si te gusta el contexto de guerra o te gustó la mística de los otros juegos, este te va a gustar, pero tenés que saber que no hay ningún apuro y podés esperar tranquilamente a una buena oferta.
